CRÍTICA

'A la dues seran les tres', de Sergi Pàmies: en prosa y sin puntos suspensivos

El nuevo conjunto de relatos del autor catalán es un libro muy personal que se lee como unas memorias

El escritor Sergi Pàmies

El escritor Sergi Pàmies / Ricard Cugat

Valèria Gaillard

En A les dues seran les tres, de Sergi Pàmies (París, 1960), encontramos la mirada de un escritor que domina el arte de escribir relatos breves, la mirada de un autor que parece de vuelta de todo y que confirma, con su perspectiva descreída sobre situaciones y sus implicaciones, que la vida se parece a un huevo frito -como el de la portada del libro, diseñado por Natàlia Pàmies- hacia el cual ascendemos por la escalera del lenguaje sin garantías de ningún tipo.

Con una seguridad siempre en equilibrio pero más sólida -los años acumulados y los kilómetros recorridos están ahí-, expone capítulos autobiográficos en un libro altamente personal que se deja leer como unas memorias. Figuras como la madre ("una escritora de éxito"), el padre ("la versión antifranquista del Hombre Invisible"), la exesposa ("la mujer con quien compartiríamos hijos y un amor imprevisto") y los hijos (que responden al unísono "está muy fría" como negativa a bañarse en la piscina del hotel donde padre e hijos han hecho una escapada tras el divorcio), pero también otras que le han marcado, como Manuel Vázquez Montalbán, circulan por estas páginas que exhalan sinceridad y cierta ligereza existencial.

Se trata de Pàmies, de manera que las riendas están bien sujetas y, más que emociones, encontramos análisis o simplemente l’état des choses. Es una mirada retrospectiva, pero nada de nostalgia, nada de sensiblería... quizá un punto de estoicismo y, por supuesto, acidez analítica, aunque limada. Así, nos descubre la historia de un clarinetista frustrado que aprende a tocar la guitarra por un tema de presupuesto familiar en Per què no toco la guitarra y la de un ángel de la guarda de baja por enfermedad (uno de los pocos relatos no realistas) en Tres periodistes y Custòdia

Y no hay autobiografía posible -en el caso de Pàmies, ganador de premios como el Crítica Serra d’Or por La gran novel•la sobre Barcelona y el Ciutat de Barcelona y el Lletra d’Or por Si menges una llimona sense fer ganyotes- sin hablar de escritura. De hecho, A les dues seran les tres se puede leer como un homenaje a este arte. El primer relato, La segona persona, plantea el porqué de la escritura para responder a un encargo de una revista patrocinada por la UE.

Narra que, tras la crítica demoledora que recibió de un prestigioso poeta catalán, cuando era un chaval de 18 años, abandonó la poesía ya que era demasiado amante de los puntos suspensivos -recurso "reiterativo y poco eficaz", según le expuso el poeta- y los finales abiertos. Este episodio, que compara con el hecho de "perder" o "regalar" la virginidad, no hizo más que constatar que "existe una lógica que se acaba imponiendo": la de escribir cuentos.

La escritura como materia literaria

Pàmies convierte en materia literaria los entresijos de la escritura misma, en Dies històrics, por ejemplo, donde juega con el futuro de los personajes, o explicita las tensiones entre el narrador omnisciente y el protagonista en Dues espardenyes, exponiendo así sus elucubraciones de escritor en una especie de divertido work in progres escritural.

Pamiès trabaja con un material autobiográfico en formato cuento

También revela sus fuentes de inspiración y el día a día de los escritores que participan en eventos literarios aburridos, viajes solitarios, pero a los cuales les saca también jugo literario. Al mismo tiempo, enraíza los relatos en una sociedad y un tiempo concretos, evocando no solo a Franco -emblema de una época que marcó su infancia-, sino también sucesos más recientes como el atentado de la Rambla, o incluye la realidad de las redes sociales, el WhatsApp y las aplicaciones de citas.

Si bien Pamiès trabaja con un material autobiográfico en formato cuento, la manera de abordarlo literariamente hace resaltar su capacidad para convertir estos episodios existenciales más o menos banales en literatura. Y lo hace combinando una estructura sintáctica muy sencilla, natural, con adjetivos bomba que propulsan la frase.

Por ejemplo, un menú "pletóricamente hipercalórico", un narrador que es como una "prostituida Sherezade de suburbio" y la "oblicua y extra temporánea lluvia londinense". Al fin y al cabo, el mismo "artificio" que le instaba a investigar el poeta cuando Pàmies perdió la virginidad literaria, pero esta vez en prosa y sin puntos suspensivos.

'A les dues seran les tres'

Sergi Pàmies

Quaderns Crema 

144 páginas

14 euros