PERFIL

Montse Bizarro, la escritura como terapia

La joven barcelonesa debuta en la literatura con 'Mañana ya no hablaremos de nada', una cruda novela sobre una relación sentimental tóxica 

Empezó a escribir su ópera prima poco antes de ser diagnosticada de autismo, que lejos de ser un trauma supuso para ella "un alivio"

La escritora barcelonesa Montse Bizarro, autora de 'Mañana ya no hablaremos de nada'.

La escritora barcelonesa Montse Bizarro, autora de 'Mañana ya no hablaremos de nada'. / ADRIÁN QUIROGA

Inma González

"No recuerdo ni una sola vez en que levantara la mano en clase", revela Montse Bizarro (Barcelona, 1993). "Jamás", enfatiza. Tampoco tuvo una gran pandilla de amigos, ese grupo tan esencial en la infancia y la adolescencia para el desarrollo emocional y afectivo. Extrema timidez, pensamientos obsesivos, miedo a ser juzgada, ataques de pánico y ansiedad, problemas alimentarios…

Todos ellos son rasgos de un diagnóstico que obtuvo 25 años después, tras empezar a sospechar a raíz de un vídeo de una 'influencer' neurodivergente: "Autismo". Lejos de ser un trauma, "supuso un alivio". "Desde niña había encadenado diagnósticos psiquiátricos y por fin sabía lo que me pasaba. Y, sobre todo, podían darme herramientas para vivir siendo yo, sin necesidad de disimular para adaptarme".

"Desde niña había encadenado diagnósticos psiquiátricos y por fin sabía lo que me pasaba. Y, sobre todo, podían darme herramientas para vivir siendo yo", explica

Eso fue hace tres años. Entonces ya estaba escribiendo su ópera prima, 'Mañana ya no hablaremos de nada', una novela muy cruda –está calificada para mayores de 18 años– sobre una relación sentimental tóxica en la que no ahorra ni un detalle oscuro al lector, desde el consumo de sustancias hasta los intentos de suicidio, pasando por los comportamientos kamikazes y sobre todo el abuso psicológico.

Sin maniqueísmos

Bizarro reconoce su experiencia en lo que narra en esas 192 páginas, pero aclara que Mar no es ella y que Lorena no es la persona que casi la destruye. "Es una historia con fondo autobiográfico, pero los hechos están exagerados, o les ocurrieron a otros, o los inventé para transmitir lo que quería". ¿Y qué quería transmitir? "El tira y afloja que suponen estas relaciones, el brutal enganche que se da por ambas partes, pero sin caer en maniqueísmos".

Aquí no hay un bueno buenísimo y un malo malísimo: "Hay dos chicas que sufren, aunque una es la que maltrata. No quiero banalizar tampoco la actitud de Lorena, pero es humana y tiene conductas humanas". "También quería recalcar que hay relaciones tóxicas y de violencia entre mujeres, aunque no aparezcan en la literatura ni el cine”, añade.

"Es una historia con fondo autobiográfico, pero los hechos están exagerados, o les ocurrieron a otros, o los inventé para transmitir lo que quería", subraya

Mar no es ella, "pero podría serlo", pues también es una persona con problemas de salud mental, posiblemente una "mujer autista sin diagnosticar" –de hecho, la palabra 'autismo' no sale en el libro–. Y subraya lo de "mujer" porque "suelen enmascarar mejor las señales". En su caso, refugiándose en la escritura, donde siempre se ha sentido segura y ha destacado, incluso de niña, cuando, víctima del 'bullying', su mejor terapia fue verter en libretas sus pensamientos más negros.

Perfeccionista y responsable, estudió un doble grado de Periodismo y Humanidades en la Universitat Pompeu Fabra, un máster en Creación Literaria con Jorge Carrión y cursos de escritura con Juan Pablo Villalobos. Y de ahí a empresas de comunicación y márketing, donde conoció la hostilidad laboral. "Tuve una jefa que me llamaba tonta delante de mis compañeros", recuerda. 'Mobbing' de manual.

Nueva vida

Hoy, gracias al diagnóstico, ha dejado todo eso atrás: trabaja en Specialisterne, entidad que ayuda a personas autistas a buscar empleo –"son chicos y chicas muy ordenados, muy puntuales, trabajamos superbién juntos"–; es portavoz de la asociación Obertament, que lucha contra el estigma de la salud mental; ha cambiado de círculo de amigos –"tengo menos pero más escogidos, ahora me siento escuchada, respetada"– y vive una relación sana –"no lo había pensado hasta cumplir los 30, pero empiezo a plantearme ser madre con mi pareja; me da un poco de vértigo, aún no lo tengo nada claro", confiesa–. 

Trabaja en Specialisterne, entidad que ayuda a personas autistas a buscar empleo, y es portavoz de la asociación Obertament, que lucha contra el estigma de la salud mental

También está pensando en una segunda novela: "Si no más luminosa, porque a mí me gusta el drama, la intensidad y las cosas introspectivas, quizá con temas más familiares y que no se limite a la noche". Seguro que tampoco deja indiferente.

'Mañana ya no hablaremos de nada'

Autora: Montse Bizarro

Editorial: Almadía

192 páginas. 20 euros