CRÍTICA

'Cuidar de ella', de Jean-Baptiste Andrea: amor imposible con el fascismo de fondo

El último Premio Goncourt es una novela romántica e inverosímil, escrita en clave de intriga y con personajes estereotipados

El escritor Jean-Baptiste Andrea, autor de 'Cuidar de ella', último Premio Goncourt.

El escritor Jean-Baptiste Andrea, autor de 'Cuidar de ella', último Premio Goncourt. / Adrián Quiroga

Valèria Gaillard

Nos encontramos en otoño de 1986, en una abadía del Piemonte italiano. Uno de los residentes más viejos, pero no monje, Michelangelo Vitalini, alias Mimo, se dispone a morir. In extremis, evoca su pasado, una vida que no se puede contar sin Viola, la única hija del poderoso clan Orsini. Sobre esta muerte inminente planea un misterio: Vitalini lleva 40 años custodiando y "cuidando de ella", una entidad femenina que está escondida en la abadía.

¿Quién es ella? ¿Por qué la esconden? ¿Quién es Mimo y por qué está en la abadía si no ha hecho votos monacales? Toda una serie de preguntas que se van respondiendo a medida que avanzamos ágiles por las páginas de Cuidar de ella, de Jean-Baptiste Andrea (Saint-Germain-en-Laye, Francia, 1971), último premio Goncourt.

Como una novela de intriga que recuerda ligeramente a El nombre de la rosa, sin compartir época pero sí cierta dimensión filosófica, Cuidar de ella gira en torno a una historia de amor imposible entre un escultor enano y la hija superdotada de una familia aristocrática italiana que ostenta los hilos del poder en un siglo, el XX, atravesado por dos guerras y el ascenso del fascismo. Como la gran obra de Umberto Eco, se trata de un relato de amor contrariado y de aprendizaje de un joven que se abre camino gracias a su talento, pese a ser huérfano de padre y criarse en Pietra d’Alba con su zio (tío) Alberto, un escultor borracho que lo maltrata.

Un destino marcado

Aquí, el mentor que hace crecer y abrirse al mundo a Mimo no es este zio –un perdedor de pies a cabeza–, sino una niña excepcional, Viola, que sueña con volar y que tiene a Leonardo da Vinci como ídolo. El de Mimo es Michelangelo Buonarroti, de quien lleva el nombre. Instigada por la curiosidad de ambos, que devoran libros –hasta en latín– que sacan de la biblioteca del padre de ella, esta relación impensable se va consolidando en la sombra a medida que crecen. Pero su destino está marcado y no pueden escapar.

Andrea es un guionista con una larga experiencia, autor de tres otras novelas con gran éxito: Ma reine, Cent millions d’années et un jour y Des diables et des saints. Ha recibido hasta 19 galardones y Cuidar de ella ha merecido además el Premio FNAC de novela. Podemos afirmar, pues, que estamos ante un autor popular que domina el nervio de la narración y que pondera muy bien peripecia y reflexión (en este caso, sobre el arte de la escultura y sobre la mujer) para dar prioridad a la trama y la escenas muy visuales.

¿Premio Goncourt para Cuidar de ella? En Francia, la concesión del prestigioso reconocimiento literario ha ido acompañado de críticas a un jurado que ha optado por una obra popular de calidad, en la línea de Nos veremos allá arriba, de Pierre Lemaître, hace 10 años.

Es cierto que sorprende que se haya decantado por esta novela romántica e inverosímil, escrita en clave de intriga y con personajes estereotipados, empezando por el mismo narrador, Mimo, que de la nada se revela siendo un genio de la escultura. Estamos lejos, por ejemplo, de otra novela más comprometida que también aparecía en las quinielas del Goncourt, Triste tigre, de Neige Sinno, que aborda el tema el incesto. Cuidar de ella, en conclusión, es un libro ideal para llevarse a la playa y pasar un buen rato.

'Cuidar de ella'

Jean-Baptiste Andrea

Traducción: M. Dolores Torres París

AdN

456

22,95 euros