CRÍTICA

'En el lado salvaje', de Tiffany McDaniel: la violencia como instrumento político

Las consecuencias de la drogadicción impregnan esta novela basada en un caso real

La escritora Tiffany McDaniel, autora de 'En el lado salvaje'.

La escritora Tiffany McDaniel, autora de 'En el lado salvaje'. / EPE

Marta Marne

Arc y Cisi son gemelas. Han crecido en los arrabales de Chillicothe (Ohio), contaminadas por el humo de una fábrica de papel que sostiene a las familias de la zona. Durante toda su existencia añoran los primeros cuatro años de vida que pasaron en casa de su abuela Asclepia. Hasta que sus padres regresan a por ellas con el propósito de hacerlo bien esta vez. Nunca se cumple: las niñas crecerán con su madre y su tía Trébol en un ambiente de droga y prostitución.

La trama de En el lado salvaje transcurre en dos tiempos: la infancia de las hermanas y el principio de su edad adulta. La etapa temprana estará cargada de poesía e imaginación, herramientas que les sirven para esconder el horror debajo de la cama. En la fase de madurez lidian con la prostitución y con su propia adicción mientras asisten al descubrimiento en el río, uno tras otro, de los cadáveres de sus compañeras asesinadas.

Pese al entorno de miseria en el que se mueven los personajes, esa creatividad que les ayuda a sobrellevar la infancia se sostiene a lo largo de toda la novela. Consiguen darle la vuelta al lado salvaje y se refugian en un mundo de fantasía cuya belleza les permite no hundirse y seguir adelante. Esa falsedad es la única que las mantiene cuerdas ante un exceso de realidad.

Encontrar violencia explícita contra las mujeres empieza a ser algo recurrente -y muy a menudo, molesto- dentro de la ficción criminal. Todos los crímenes parece ser que tienen que ser de carácter sexual. Y si los cuerpos femeninos no se muestran mutilados, vejados o humillados, la historia no es tan interesante. Sin embargo, Tiffany McDaniel (Circleville, Ohio, 1985) logra mostrar una enorme brutalidad teniendo claro lo que quiere exponer con ella.

Recurso político

Creo que a nadie le sorprenderá que el uso de la violencia en la ficción es un recurso político. Se puede provocar rechazo en el lector por el simple hecho de incomodar, o hacerlo a través de la denuncia. ¿Cómo distinguirlo? Aquí no hay ni un personaje que no rebose mezquindad; no se libran ni los dos protagonistas. Pero son los roles masculinos los que se llevan la palma: su crueldad con las mujeres no tiene límites. No es tan solo que las traten como mercancía, como cuerpos que están al servicio de su placer; el deleite que se puede sentir en las descripciones por parte de esos hombres a la hora de infligir dolor resulta vergonzante.

Los villanos no son de cartón piedra ni su forma de actuar es histriónica, más bien al contrario. No hay intención de buscar una distancia para que el lector recuerde en todo momento que está frente a una obra de ficción. La voluntad de McDaniel es la de describir desde un punto de vista apegado a la realidad, y este es el factor que nos expone su politización.

A pesar de que el hilo conductor podría ser la búsqueda del asesino del río, ese elemento acaba siendo algo anecdótico ante la brutalidad de lo vivido por las protagonistas de la historia. Drogadicción, maltrato, violación, pederastia, sadismo. Todo un catálogo de pecados y perversiones con el que un porcentaje demasiado elevado de la población debe convivir cada día de su vida.

'En el lado salvaje'

Tiffany McDaniel

Traducción de Ignacio Gómez Calvo

Hoja de Lata

528 páginas

25,90 euros