España invertirá 1.000 millones para apoyar a startups junto al BEI y otros cuatro países

La inversión necesaria para conseguir los objetivos de descarbonización en innovación es crítica, más que nunca para mantener nuestra competitividad. Un dato ejemplifica bien esta afirmación: el 50% de la tecnología que necesitamos para combatir el calentamiento global aún no se ha desarrollado o está en fases muy incipientes. Para dar solución a este problema, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha puesto en marcha la European Tech Champions Initiative (ECTI), un fondo de fondos que respaldarán a las startups que hayan alcanzado su fase final de crecimiento. La iniciativa ha captado compromisos iniciales por valor de 3.750 millones de euros y está liderada por la entidad bancaria y otros cinco países, entre ellos España, que invertirá 1.000 millones de euros en este proyecto. "España es uno de los mayores promotores de la iniciativa", ha destacado el vicepresidente del BEI, Ricardo Mourinho, durante una mesa redonda sobre descarbonización en el marco del MadBlue 2023, "tenemos grandes expectativas para este país en los próximos años".

Y tiene motivos para ello. Según ha recordado el director general de SpainCap, patronal del capital riesgo, en 2022 se invirtieron cerca de 9.000 millones de euros en compañías tecnológicas españolas, máximo histórico del sector, y se ha conseguido superar los 5.000 millones de liquidez. "Hay un gran apetito por el país y por el capital privado en España", recalcó Zudaire, y añadió que no dejan de llegar nuevos inversores extranjeros al país. Sin embargo, existe un problema en el sector startup europeo y también español: no hay muchas inversiones de más de 500 millones de euros. "Las empresas llegan a la fase final de financiación y se trasladan a Estados Unidos para solicitarlas", lamentó Mourinho. De ahí que la iniciativa ECTI busque dar una respuesta "para que sea posible generar fondos más grandes que puedan ofrecer inversiones de esta dimensión. "Hay que crear las condiciones para que las startups se queden en Europa. Cuando algunas deciden asentarse en EEUU, lo hacen por una cuestión de financiación, no hay otra razón", añadió.

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La apuesta del BEI es parte de su apuesta por una innovación que dé soluciones al cambio climático y que ayude a conseguir los objetivos de descarbonización marcados por la Unión Europea, siempre de la mano de los actores privados. "Quiero pensar que hemos pensado como puente entre el sector público y el privado para inversiones e infraestructuras de calidad", ha señalado Mourinho. En 2022, el BEI alcanzó cifras récord de financiación en apoyo de la economía verde, la digitalización y la innovación en España. Por ejemplo, más de la mitad de los 5.182 millones de euros invertidos por el banco para acción climática y sostenibilidad medioambiental fueron para España. "El 82% de las empresas identifican los costes de energía como una de las barreras importantes a la inversión", apuntó Mourinho. De ahí que el BEI haya impulsado al mismo tiempo un paquete de 3.000 millones de euros para incentivar la transición ecológica en los próximos cinco años, donde "España tiene un papel principal. La inversión servirá para generar 5.400 kW que darán servicio a 2,6 millones de hogares europeos.

Economía azul

El aumento de temperaturas también ha puesto en jaque la salud de los océanos. Para ello, el BEI ha desarrollado el programa "Océanos Limpios", con una inversión de 4.000 millones de euros prevista para 2025, que se enfocará en financiar proyectos que eviten que los microplásticos lleguen a los océanos. En el inicio era una inversión de 2.500 millones hasta 2023, pero recientemente se ha ampliado hasta los 4.000 millones. "Los océanos son un factor productivo muy importante", ha recalcado el vicepresidente del BEI. Otra parte de este mismo programa se dirige a proteger la costa de la subida del nivel del mar y a la pesca sostenible, entre otras cuestiones. "No es solamente producir más energía renovable, también hay que adaptar las infraestructuras existentes", ha agregado.