Restauración

El plan de Udon para duplicar su negocio: aeropuertos, 'food trucks' y 80 posibles nuevos restaurantes

La empresa familiar termina 2023 con un volumen de negocio de 50 millones de euros y una red de 70 locales

Los restaurantes se han llenado este verano más que el anterior, pero el ticket medio ha caído hasta un 8%

Jordi Pascual, cofundador y consejero delegado de Udon.

Jordi Pascual, cofundador y consejero delegado de Udon. / Ferran Nadeu

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Han pasado exactamente 20 años desde que Jordi Pascual y Jordi Vidal pusieron en marcha un restaurante de cocina asiática en el barrio del Born, en Barcelona, que soñaban con convertir en cadena. Hoy, aquella idea de negocio son 70 establecimientos repartidos por toda España –algunos, incluso, al otro lado del Atlántico– y 50 millones de euros de facturación. Así, con su marca más que consolidada, Udon quiere, ahora, expandir su negocio a lo grande: abriendo 15 locales en 2024, ambicionando duplicar su red a los próximos años, poniendo en marcha nuevos modelos de establecimientos (de ‘food trucks’puntos de venta en aeropuertos) y conquistando Estados Unidos.

El botón que puso todo este engranaje en marcha, hace estas dos décadas, fue el padre de Jordi Pascual. Él, que viajaba mucho a Japón por trabajo, le sugirió a su hijo montar un restaurante de cocina japonesa en Barcelona cuando este casi treintañero graduado en administración y dirección de empresas regresó a la ciudad tras varios años trabajando en Bélgica. Pascual descartó la idea por no saber nada del mundo de la restauración, hasta que su padre le puso en contacto con el hijo de un amigo suyo, Jordi Vidal, que había estudiado hostelería y al que también rondaba la idea de montar su propio negocio. De una cena los cuatro juntos nació Udon.

“Lo empezamos a pensar como modelo de negocio, no como un restaurante único: queríamos una estructura que se pudiera replicar y ser extrapolable”, recuerda, ahora, Jordi Pascual, convertido en consejero delegado de la compañía. Este empresario relaciona el éxito de la propuesta –evidenciada, por ejemplo, en que aquel primer restaurante del Born sigue abierto y este año ha batido récord de ventas– con haber invertido en la calidad del producto y apostado por dinámicas de restaurante (cocinado en el lugar, servicio en mesa, actualización constante de carta…) pero por una estrategia de marca y expansión que recuerda más bien a la de cadenas ‘fast food’.

Jordi Pascual, cofundador y consejero delegado de Udon. /

Ferran Nadeu

Tanto por la localización de los establecimientos, como por el componente de la franquicia, que es su principal palanca de crecimiento: solo 6 de estos 70 restaurantes son propios. “Si queríamos crecer y estar en todo el territorio nacional a futuro, teníamos que pensar en la gestión a distancia y, sobre todo, en conocer la cultura e idiosincrasia de cada destino”, recuerda Pascual. “Pensamos en buscar un gestor local, que entendiera el mercado y que tuviera la capacidad de gestión directa del local”, añade. Era condición imprescindible tener amplia experiencia en el mundo de la restauración. Y así han logrado una red formada en un 70% por multifranquiciados.

Latinoamérica, aeropuertos y 'food trucks'

Todo esto se ha convertido en una empresa aún familiar con un volumen de negocio de 51 millones de euros a cierre de 2023 (un 13% más que en 2022), que da ganancias –los locales propios dan entre un 10% y un 20% de beneficio bruto sobre las ventas– y que tiene importantes planes de crecimiento encima de la mesa.

Por un lado, seguir abriendo locales por España. “Hemos puesto todos los Udon que creemos que podría haber en España y estamos hablando de más que duplicar la cadena: con nombre y apellido nos salen unos 80 locales más”, asegura Pascual, que cifra en 15 las aperturas previstas para este año, incluyendo los nuevos puntos de venta que verán la luz este año en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

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Y ahí otra de sus propuestas de expansión: los nuevos modelos de tienda y los locales internacionales. La semilla de todo esto ha sido, precisamente, un local en Miami (Estados Unidos), que les ha hecho llegar hasta el aeropuerto de República Dominicana y de Puerto Rico, así como empezar a construir la estrategia para introducirse en los aeródromos de España. Ahora, negocian con otros empresarios para abrir restaurantes en las calles de México y Ecuador, y Jordi Vidal se ha trasladado a Miami para hacer crecer la cadena y hacerla conocida, de nuevo a través de establecimientos propios, algo que no hacían desde sus comienzos.

Por último, barajan la opción de extender el formato que tienen en el recinto ferial de Madrid Ifema: una caseta que está siendo todo un éxito y que les ha inspirado a entrar en el segmento de las ‘food trucks’. “Tenemos un potencial de crecimiento brutal”, sentencia Pascual, quien prevé empezar facturando este año 55 millones de euros, un 8% más que en 2023.