Cosmética

La marca de Shiseido con ADN español

Marcas del grupo Shiseido

Marcas del grupo Shiseido / Sara Martínez

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Tras tres años de investigación, en la primavera de 2022, se presentó en público uno de los últimos lanzamientos de Shiseido: la gama de productos para la piel Ulé, una marca creada por primera vez íntegramente en Europa y para el grupo. «Nació desde cero, como si fuera una start-up, gracias al espíritu innovador que tenemos y con una importante participación española», explica el CEO de la compañía para Europa, Oriente Próximo y África, Alberto Noé.

El grupo japonés destina a la I+D más del 3% de su facturación, unos 181,3 millones de euros en 2023.

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El proyecto -que ha estado liderado por Lindsay Azpitarte, que anteriormente fue responsable de marcas en la región europea, y Ainhara Viñarás, directora general de la división Prestige de Shiseido en España- integra los cultivos verticales propios y libres de pesticidas como una de sus principales particularidades. Sus ingredientes se cultivan en la Ulé Eco-Farm, una granja creada en colaboración con Tower Farm y situada cerca de París. «Esto permite el 100% de la trazabilidad de los productos y significa que podemos decir a nuestros consumidores de donde sale cada uno de los ingredientes que utilizamos», explica Noé. Además, reduce un 95% el uso de agua y todos los productos se envasan en Francia, a solo 340 kilómetros de la Eco-Farm, reduciendo la huella de carbono. 

El objetivo a medio plazo es posicionar Ulé como líder en el mercado de alta cosmética. Y, hasta la fecha, es la primera incursión del grupo en la nutricosmética, es decir, la única que comercializa un aceite que puedes aplicar directamente en la piel y además se puede comer. Lo han llamado in&out.

Lo mejor de Oriente y Occidente cotiza en bolsa

El grupo Shiseido cotiza en la Bolsa de Valores de Tokio y está incluido en el índice bursátil Nikkei 225, con una capitalización bursátil de más de 10.000 millones de euros. Cuenta con 117.378 accionistas, de los que casi el 40% son inversores internacionales, el 36% instituciones financieras y el 15,3% inversores particulares. «Por supuesto, una parte de ellos es toda la familia fundadora», aclara el actual CEO de Shiseido para Europa, Oriente Medio y África, Alberto Noé. «Luego hay accionistas destacados», como The Master Trust Bank of Japan, Mizuho Trust & Banking, el Banco de Nueva York, Northern Trust, Baillie Gifford & Co y BlackRock Fund Advisors.


Innovación, investigación y desarrollo más una milimetrada fusión de lo mejor de Oriente y de Occidente construyen la identidad del grupo, que preside actualmente Masahiko Uotani. Ya desde sus inicios, en 1872, cuando Arinobu Fukuhara, jefe de farmacia de la Armada japonesa, decidió inaugurar la primera farmacia en Ginza (Tokio), el propósito era combinar la filosofía oriental con la ciencia occidental para aportar un valor añadido a sus productos.


Shinzo Fukuhara, hijo del fundador, fue el primer presidente de la compañía en 1915 y creador de su logotipo original: una flor de camelia, símbolo que aún perdura como seña de identidad de la marca. Noé indica que dos de los puntos fuertes de Shiseido siguen siendo «la innovación y un alto nivel de calidad». «Eso significa -añade- que siempre cumplimos lo que decimos y que la calidad de todos nuestros productos es imprescindible para nosotros, uno de nuestros grandes valores».