PESCA

La atunera Actemsa proyecta un ajuste sin despidos y el respaldo financiero de Jealsa

Prevé completar el plan de pagos con la venta de activos inmobiliarios no estratégicos

Sala de elaboración de Actemsa, en su factoría de A Pobra.

Sala de elaboración de Actemsa, en su factoría de A Pobra. / M.G. PAZ

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Lara Graña | A. Galisteo

El pasado otoño resultó aciago para la industria gallega de transformación pesquera. A las insolvencias de Fandicosta, Peixemar, Casa Botas, Atunlo, Atunlo Santoña y Atunlo O Grove se sumó, ante la imposibilidad de hacer frente a sus pagos corrientes, la coruñesa Actemsa. Fundada en 1987 por Severino Escurís y especializada en el aprovisionamiento de materia prima (atún, sardina y caballa) para las conserveras, la compañía penalizó no solo el incremento de costes operativos y financieros, sino el grave escenario que, de manera particular, ha impactado sobre la industria de túnidos. Actemsa simplificó su estructura –pasó de consejo de administración a administrador único– para agilizar la toma de decisiones, solicitó (y extinguió) la prórroga preconcursal y cuenta ahora con un plan de reestructuración para garantizar su futuro sin recortes de plantilla (169 puestos directos) ni afección a la actividad de su filial brasileña Leal Santos. Una hoja de ruta que se ha topado de frente con la demanda de concurso necesario (forzoso) instada por dos acreedores comerciales –no notificada todavía a la empresa–, si bien los importes que se les adeudan no son representativos en el conjunto del pasivo.

Actemsa ha planteado el nombramiento de Grant Thornton para la figura de experto en la reestructuración, una candidatura avalada por una mayoría de acreedores (64,7%) y que, de acuerdo a fuentes próximas al grupo, estaría también en disposición de validar el plan de ajuste. En este grupo figuran entidades financieras (Banco Santander, Sabadell, Ibercaja o CaixaBank), la entidad de crédito Findango Finance y proveedores de primer nivel como Wofco (a través de la sociedad Iluliaq), Albacora o Jealsa. La oferta para estas dos últimas, de hecho, pasa por la conversión de sus créditos –en torno a 9 millones de euros– en préstamos participativos, con lo que pasarían a respaldar a Actemsa en forma de capital. A fecha de formulación de este plan de ajuste, la deuda de la pesquera de A Pobra rebasa los 94 millones de euros, singularmente inferior a la notificada (111,6 millones) a fecha de solicitud del preconcurso de acreedores. La compañía confía en validar su proyecto no solo para recuperar los volúmenes de actividad previos a la situación de insolvencia (ahora, de carácter “inminente”), sino para generar los flujos que le permitan satisfacer su plan de pagos.

Actemsa ha fijado siete clases de acreedores y un plan de pagos que abarca desde enero de 2025 –hay una carencia hasta diciembre para los acreedores financieros privilegiados– y diciembre de 2034. Para los que están sujetos a quita, la compañía ha puesto a disposición una extensa nómina de activos inmobiliarios no estratégicos, con cuya venta quiere minorar esas quitas y que están valorados en más de 12 millones de euros. Por ejemplo: para los acreedores financieros ordinarios se fija una quita del 65% para uno de los tramos de la deuda, denominada sostenible; el restante se abonaría, en la medida de lo posible, con la desinversión de esos activos o los ingresos de las cuentas a cobrar. La gran mayoría de estos bienes inmobiliarios –incluye promociones en curso– pertenecen a la cartera de Villaval Inmobiliaria, vinculada también a la familia Escurís.

Porque el hecho es que, al margen de los problemas endógenos, Actemsa ha sufrido el impago de clientes por importes muy notables. Solo de las empresas vinculadas al grupo Blady Gros –compró la conservera Cerdeimar hace solo un año– suma facturas sin cobrar por casi 4 millones de euros, y casi otros 3 millones de Atunlo y su accionista viguesa Comercial Pernas (Coper). Como ya publicó FARO, la misma Atunlo –ahora en concurso voluntario– no abonó a Actemsa pagarés por importe superior a los 3 millones de euros, cuyos derechos de cobro fueron transferidos a la financiera Findango Finance. Teniendo en cuenta los descuentos, y sin incluir los ingresos de la venta de promociones o pisos, el plan de reestructuración prevé el pago a plazos de deudas por casi 24 millones de euros.

La doble factura de las atuneras vascas

De la lectura de los planes de reestructuración de Atunes y Lomos (Atunlo) y Actemsa aflora un denominador común: el de la pesca extractiva de Euskadi. De Albacora a Compañía Internacional de Pesca y Derivados (Inpesca), de Pesquería Vasco Montañesa (Pevasa) a Atuneros Congeladores y Transportes Frigoríficos (Atunsa) y Echebastar, las principales armadoras vascas se han visto atrapadas por los concursos de ambas firmas gallegas. Porque el negocio del atún, además de los problemas que ha encarado el sector por la caída de la demanda o el incremento de los costes, enfrenta sus propios demonios.

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Las dificultades de la pesca de atún en origen van en aumento, singularmente en aguas del Atlántico y por la expansión sin fin de flotas asiáticas, y la caída de las ventas fue mucho más acusada en el caso de los atunes que para el conjunto de las especies. La importación de lomos de atún precocidos también de Asia ha dejado a las productoras españolas sin margen de maniobra, de ahí que Atunlo decidiese amputar este negocio del grupo con el cierre de las factorías de O Grove y Santoña.

Si prosperan las hojas de ruta de ambas concursadas, de hecho, armadoras como Albacora o Inpesca pasarían a entrar en el capital con el canje de su deuda por préstamos participativos. Atunsa, con un pasivo superior a los 2,6 millones de euros, es una de las dos acreedoras que ha forzado el concurso necesario de Actemsa.

Las claves

  1. Reducción del total de la deuda

  2. Desde la solicitud de preconcurso, el pasado octubre, la deuda de la compañía se ha reducido en unos 34 millones de euros, hasta los 94 millones incluidos en el plan de reestructuración. Actemsa está en situación de insolvencia “inminente”, no insolvencia “actual”.

  3. Plan de pagos con venta de pisos

  4. El patrimonio inmobiliario de la sociedad es muy cuantioso y libre de cargas. Se pone a disposición de los acreedores para minorar las quitas. La mayoría de activos pertenece a la promotora del grupo Villaval Inmobiliaria