Hosteleros engañados

Esta es la estafa con el método "corte de la luz"

Seis detenidos por estafar a los dueños de varios restaurantes mediante el método "corte de la luz"

Más de 60 estafas con las que han conseguido más de 100.000 euros

Estafa a hosteleros corte de la luz

Estafa a hosteleros corte de la luz / Europa Press

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La Guardia Civil desmanteló a un grupo de estafadores que se hacían pasar por una empresa de electricidad y advertían a los hosteleros de que si no abonaban una supuesta factura impagada en menos de una hora, les cortaban el suministro de luz.Ha detenido a seis personas de un grupo criminal especializado en la estafa conocida como "corte de luz" que han conseguido grandes cantidades de dinero engañando a los hosteleros, se estima una cuantía de 100.000 euros. Se les atribuye 60 delitos de estafa, un delito de falsedad documental y de un delito de integración en grupo criminal.

Restaurante de Guadix

En 2021 el dueño de un bar en Granada denunció ante la Guardia Civil que había sido víctima de una estafa por una persona que aseguraba que le iba a cortar la luz si no abonaba una deuda que le había generado una deuda impagada, de una cantidad de 1.832,15 euros. Al poco tiempo, agentes del cuerpo de la Guardia Civil confirmó que otro trabajador de la zona había sido estafado de la misma forma y en las mismas fechas. Después de estas dos primeras denuncias, fueron seis hosteleros más los que intentaron ser estafados. Los agentes, una vez hecha la investigación sobre el dinero estafado, afirmaron que se trataba de un grupo criminal que operaba desde Ciempozuelos, una localidad de Madrid, cuyo líder era el más joven del grupo.

La hora clave del engaño

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Los detenidos entraban en contacto con los hosteleros al medio día, a la hora de comer, justo en el momento en el que el restaurante estaba más lleno, y les amenazaban con cortarles la luz si no pagaban inmediatamente la supuesta factura que les faltaba por abonar. Debido al miedo del responsable de perder la clientela y ante la imposibilidad de contactar con la compañía para contrastar la información, pagaba la factura y los estafadores aseguraban que si era un error iban a devolver el dinero. El valor de las facturas se acercaban a los 2.000 euros.

Previamente, los estafadores conseguían todos los datos para que el engaño fuese más creíble (datos del establecimiento, titular, dirección). Contactaban con ellos con móviles cuyas tarjetas SIM estaban vinculadas a terceros que no estaban relacionadas con la organización criminal. El dinero lo guardaban en cuentas que dos de los integrantes del grupo habían obligado a hacerse a personas con problemas de drogadicción, prometiéndoles parte del dinero obtenido.