Esto es lo que tienes que hacer para dejar la herencia a tu mascota

En muchas ocasiones las herencias vienen acompañadas de problemas familiares. Es un tema que requiere mucha delicadeza y las discusiones surgen desde el primer momento en el que se plantea, por lo que muchas personas prefieren dejar la herencia a sus mascotas.

Los animales se han convertido en una parte esencial de la familia, llegando a ser considerado como un hijo más. Esto sería un motivo por el cual los dueños quieren lo mejor para sus mascotas y quieren que la vida de su compañero, en este caso animal, sea todo lo gratificante posible. En algunos países esto ya constituye un trámite más que es muy sencillo de realizar. Pero en el caso de España, esto aún no está recogido en la legislación, pero sí que existe una alternativa para dejarle todo a su nombre.

Qué hacer para que herede mi mascota

Para que todo lo que tengas pase a ser propiedad de tu mascota, hay una regulación recogida en la legislación de España que señala que esto es posible a través de una persona jurídica, ya existente o aún no creada, con preferencia a que sea una organización dedicada al cuidado de los animales.

En el caso de que aún no esté creada, la legislación recoge que habría que dotarle de 30.000 euros para que pueda hacerse cargo de los gastos del animal con los fondos necesarios. Los requisitos que debe reunir son:

• contar con un patronado

• tiene que ser genérica

• no orientada al lucro

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Para asegurar que la mascota va a ser la que recibe la herencia, se debe solicitar por escrito en la voluntad del testamento, que cuando la dueña de la mascota fallezca, el animal va a ser cuidado por una fundación. La otra opción nombrar a un heredero con la condición de que quien cuide a la mascota recibirá la herencia. Esto será examinado por un administrador externo, un notario o un abogado.

Desheredar a mi familia

No se puede desestimar a los herederos forzosos y la repartición de las posesiones que le corresponderán a cada uno. Dos tercios de la herencia irán para ellos excepto cuando haya circunstancias que permitan desheredarlos, como el maltrato, acusación de delitos, negación de alimentos, intento de asesinato, o amenazar la vida del cónyuge del testador.