Cambios en la factura de la luz de julio: el IVA cae y el impuesto a la producción eléctrica sube

A partir del 1 de julio, el IVA de la factura de la luz previsiblemente caiga del 21% al 10% debido a que la media mensual de junio terminará por encima de los 45 euros por megavatio hora (MWh). Actualmente, a falta de una semana para finalizar el mes, el coste medio ya supera los 53 euros por MWh, de acuerdo con los datos del operador ibérico OMIE.

Desde enero, cuando entró en vigor el nuevo decreto anticrisis, el IVA de la electricidad ha variado entre el 21% y el 10% en función de los precios eléctricos. En los últimos meses, la volatilidad del mercado energético ha sido más pronunciada que nunca.

Durante marzo, abril y mayo, los precios de la electricidad fueron históricamente bajos debido a la alta participación de las energías renovables, especialmente la hidráulica, lo que llevó a la aplicación de un IVA del 21%. Ahora, con el precio mayorista al alza, regresa el IVA aplicado en enero.

Además del IVA, en julio también se produce un cambio en el impuesto sobre el valor de la producción de energía eléctrica: se incrementa al 5,11% y regresa a su valor habitual desde el 3,8% vigente.

Perspectivas a corto plazo

Se espera que, al menos durante el verano, el IVA de la electricidad se mantenga en el 10% debido a las previsiones de precios actuales, que apuntan a una media de 75 euros por MWh en julio. Los futuros del mercado prevén un precio medio de generación cercano a los 80 euros por MWh para el tercer trimestre del año y una media de 67 euros por MWh para todo 2024. Estos precios superan el límite de 45 euros por MWh establecido por el Gobierno para cambiar el IVA del 10% al 21%, o viceversa.

Impacto en las arcas del Estado

La reducción del IVA resultará en una disminución de los ingresos tributarios para el Estado, aunque no tan drástica como la de 2.500 millones de euros que Hacienda dejó de ingresar durante la crisis de 2021 y 2022.

Nueva tarifa regulada

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La nueva tarifa regulada sigue en vigor, con un 25% de los precios ya contratados a futuro, lo que los hace estables y protegidos de las fluctuaciones recientes. Para 2025, la proporción de precios fijos del PVPC aumentará al 40% y alcanzará el 55% a partir de 2026, mientras que la indexación al contado disminuirá del 75% actual al 45% al final de la reforma.

Estos cambios reflejan la intención del Gobierno de estabilizar los precios de la electricidad y proteger a los consumidores de la volatilidad del mercado energético, garantizando al mismo tiempo un ingreso fiscal sostenible.