Francisco de la Torre | Alcalde de Málaga

Mediterráneo, un espacio para atraer talento

El alcalde de Málaga considera la zona mediterránea un enclave destacado si «sabemos aprovechar todas las oportunidades que los avances nos dan»

Francisco de la Torre, durante su intervención.

Francisco de la Torre, durante su intervención. / Fernando Bustamante

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Juanma Vázquez

Desarrollar el Mediterráneo y todos sus territorios como un espacio a través del cual atraer y mantener talento, impulsar el avance de las zonas rurales y utilizar la colaboración entre administraciones y los actores privados como canal para esta mejora. Esas fueron algunas de las conclusiones que aportó este miércoles el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, durante su participación en el I Foro Económico y Social Mediterráneo, organizado por Prensa Ibérica en colaboración con la Fundación «la Caixa».

En una intervención matutina ante los asistentes al evento, De la Torre quiso destacar –en línea con el resto de responsables municipales que han participado en los distintos debates organizados– la importancia de apostar por el «Mediterráneo del conocimiento», una vía en la que Málaga destacó que tiene como horizonte «innovar más y que el conocimiento acabe siendo más aplicado a la economía en general». Sin embargo, ante este hecho, el alcalde de la ciudad andaluza resaltó que aún «falta una mentalidad en las empresas más abierta a la innovación y una mentalidad en las universidades más abierta al contacto con las empresas».

De la Torre enfatizó frente a este reto que el Mediterráneo es una «magnífica zona para vivir, para atraer y retener talento propio». Y, en esta visión, llamó a la acción de las distintas administraciones para conseguir que «la población encuentre allí la mejor respuesta a sus aspiraciones», ya que en un contexto marcado por el cambio tecnológico que permite trabajar desde cualquier lugar, el Mediterráneo «tiene más fuerza para atraer talento». «Son oportunidades que hay que aprovechar», destacó.

Apuesta por la vivienda

Del mismo modo, durante su intervención, De la Torre también quiso hablar de la vivienda, destacando que cuando la oferta no crece y sí lo hace la demanda, «hay que hacer un esfuerzo para producir más vivienda para la venta, para el alquiler y, sobre todo, de protección oficial». «Todos tenemos que trabajar de una manera muy clara en ese sentido», resaltó el alcalde malagueño, que también llamó a mirar más allá de las ciudades. «Hay que colaborar juntos» -enfatizó- en áreas de gestión supramunicipal como el agua, la movilidad, el suelo para viviendas o los residuos.

En este sentido, tras lamentar la falta de competencias que en las últimas décadas han afrontado las administraciones municipales, insistió en llevar a cabo una «colaboración leal» entre los niveles local, regional y nacional para avanzar. «Esa línea de colaboración institucional es básica que exista, igual que la colaboración público-privada», añadió.

«Un lugar de éxito»

«El espacio del Mediterráneo es un lugar de éxito si hacemos las cosas bien, nos sabemos aliarnos con todas las oportunidades que los avances tecnológicos y científicos nos dan y si sabemos dar respuesta a esos desafíos como el de la vivienda», enfatizó De la Torre, que puso el caso de la propia Málaga como ejemplo de esa conjunción de atractivos entre la ciudad y su parque tecnológico.

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Además, el alcalde pidió que el Mediterráneo «no sea egoísta», ya que su «potencialidad» puede «extenderse hacia el interior». «Estamos encantados de que la potencia que tiene Málaga pueda servir a Córdoba y a las zonas cercanas de Granada», insistió en referencia a preservar los espacios rurales y que «no se vacíen y tengan vida», siendo además favorecidos no solo desde el ámbito tecnológico sino también como «complementos que necesita el desarrollo inmobiliario o la industria». «Necesitamos que en los pueblos haya industria y vivienda, además de la tecnología», afirmó.

Como último punto, De la Torre destacó que el reto de la migración «tiene que tener una respuesta constructiva y humanitaria, que es esa cooperación al desarrollo que Europa no ha sabido hacer en estos años eficazmente». «Hay que hacer mucho más», concluyó, porque el Mediterráneo «es conectividad y frontera y de ahí el reto que tenemos frente a nosotros».