Presentación de 'activos' en Mallorca

Reynés (Naturgy): "El sistema no está preparado para que todos los coches sean eléctricos"

El presidente de la energética ha subrayado la importancia de mantener una estructura accionarial eficiente para que las empresas "pervivan a largo plazo"

El CEO de Naturgy, Francisco Reynés, en la presentación de activos en Mallorca

El CEO de Naturgy, Francisco Reynés, en la presentación de activos en Mallorca / Ramon Bartolomé

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Si todos los propietarios de coches en España enchufaran sus vehículos a la red eléctrica de recarga, ¿el sistema colapsaría? Es la pregunta que le ha planteado el director de Información Económica de Prensa Ibérica, Martí Saballs, al presidente de Naturgy, Francisco Reynés, quien, con toda seguridad, ha respondido que sí. "El sistema no está preparado para que todos los coches sean eléctricos", ha sentenciado. El gran reto de la electrificación de los vehículos es la distribución, que pasa por instalar una suficiente capacidad de recarga. Es una de las reflexiones que ha compartido el presidente de la energética este lunes en el auditorio del diario de Mallorca en la presentación de 'activos', el suplemento económico de Prensa Ibérica.

"Con Iberdrola y Endesa hemos acordado la necesidad de reforzar la inversión en redes", para lo que deben aumentarse las estaciones de recarga. Pero hay un inconveniente. "El negocio de distribución está regulado. Una empresa solo puede invertir lo que le dejan". Reynés ha explicado que las empresas tienen limitada su capacidad de inversión al 0,13% del PIB nacional. Si invierten más, esa cantidad no se les retribuye. "Y no conozco a ningún empresario en el mundo que invierta para no ser retribuido", ha dicho. El máximo representante de Naturgy ha reconocido que, por eso, tiene un coche híbrido.

Preguntado por cuál podría ser la estructura accionarial ideal para una energética, Reynés ha contestado que "en cualquier compañía, lo que tiene que haber es una confluencia de intereses entre el objetivo del empresario, el de la empresa y la factibilidad del sector". Hay que buscar "una rentabilidad razonable y esperar que se consiga en un plazo razonable", ha asegurado. "El día que este equilibrio no se consigue y que, o bien se espera demasiado, o bien se hace demasiado pronto, entonces pueden surgir tensiones", ha advertido. Tanto el propietario como el empleado deben apostar por "la pervivencia de la empresa a largo plazo", ha defendido.

Descarbonización, sí, pero asequible

Durante la entrevista, Reynés también ha hablado sobre el imprescindible proceso de descarbonización de un sector, el energético, que registra el 40% de las emisiones de CO2 a nivel mundial. Es un sector en auge, porque la demanda de energía va en aumento de la mano de unas necesidades poblacionales que crecen paulatinamente. "A más habitantes, más necesidad de energía", ha resumido. En este contexto, hay que garantizar que la energía que se produce sea "cada vez más limpia, descarbonizada". Pero ha puntualizado: "Es importante que esto lo hagamos sin poner en riesgo el suministro energético y a precios asequibles".

Por otra parte, Reynés ha señalado que aunque todos los países van hacia la descarbonización, "no todos pueden ir a la misma velocidad". Algunos "priorizan la calidad de vida y otros su propia calidad de vida". Ha puesto el ejemplo de Asia, que "pone por delante la necesidad tener energíay no se preocupa tanto por cómo tenerla".

Sin materias primas en Europa

Reynés ha abordado la problemática de la dependencia del gas ruso. Ha afirmado que el autoconsumo es "muy difícil en Europa, porque tiene poca materia prima si se compara con la cantidad de energía que necesita". A pesar de ello, el territorio está en el camino de disminuir su dependencia de terceros, buscando otras fuentes de energía, principalemnte provinientes del viento y del sol. "Hemos corrido durante dos años buscando alternativas para mantener el suministro energético. No esperábamos un impacto tan importante del encarecimiento del gas sobre la electricidad", ha recordado. "Los mercados energéticos han sufrido una volatilidad que no habían sufrido en los últimos treinta".

"Creemos que hay que utilizar ya el biometano, que puede sustituir perfectamente el metano de origen fósil". Porque el hidrógeno "tiene un grandísimo problema: para sintetizarlo se necesitan cantidades ingentes de energía eléctrica", ha reflexionado Reynés. "El hidrógeno es una fuente de energía potente, pero hay que sintentizarlo de forma competitiva. Nadie va a sustituir una fuente de energía por otra si le cuesta el triple", ha sostenido.

Medio Este: el gran inversor

Con la mirada puesta en las grandes oportunidades de inversión, Reynés ha explicado que el capital para invertir masivamente está concentrado en muy pocas partes del mundo: Estados Unidos, Medio Este y China. "El problema del capital chino es que está bastante poco aceptado y no muy bien recibido", y el americano "invierte casi siempre solo en su país de origen". Es el Medio Este el que tiene capacidad para invertir fuera. En España, por otra parte, "hay muy poco equity", ha defendido.

Y ha señalado que el principal reto que tiene por delante Europa es sostener su moneda. "La habíamos considerado muy potente, pero la política la puede hacer tambalear". También hay un problema de sobrerregulación. "Lo que tiene que hacer la política es facilitar al máximo interviniendo lo mínimo. Tenemos un sistema excesivamente burocrático en Europa y Estados Unidos tiene las de ganar".

"España cree poco en España"

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Por último, Reynés ha lamentado que "España cree poco en España" y aquellos que tienen dinero lo invierten fuera. Esto "pasa también en otros países de Europa y esta tendencia no va a cambiar". Por eso, Europa tiene que ir avanzando para estar más unida. "Con una moneda no es suficiente", ha dicho. Las tendencias socioeconómicas apuntan hacia una menor globalización y un mayor nacionalismo. Ese mercado tan inmenso que suponía la globalización, de 300 millones de personas, se está fragmentando, y hay que adaptarse.

Mallorquín de nacimiento, Reynés ha sido interpelado también por el futuro de su tierra. "Baleares no se vende mal. Puede que se venda demasiado, porque está lleno", ha ironizado. "Sería bastante inconsciente si el territorio no pretendiera ser una potencia turística, porque lo tiene todo para ello", ha proseguido. "Otra cosa es que intente gestionar mejor la demanda y la oferta", ha concluido.