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Subrogación hipotecaria: qué es y cuándo conviene hacerla

Aunque esta operación tiene muchas ventajas, deberás tener en cuenta los gastos que acarrea ejecutarla

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Aunque esta operación tiene muchas ventajas, deberás tener en cuenta los gastos que acarrea ejecutarla.

Aunque esta operación tiene muchas ventajas, deberás tener en cuenta los gastos que acarrea ejecutarla.

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Redacción

Imagina que ya tienes una hipoteca contratada, pero que, por cualquier razón, necesitas modificar alguna de las partes que se incluyen en la misma. En ese caso, deberás completar una subrogación del préstamo hipotecario. Aunque es una operación que puede proporcionar ventajas para el deudor, también conlleva ciertos gastos que deberá afrontar a la hora de ejecutar la operación. En este artículo te explicamos exactamente qué es una subrogación de hipoteca, qué tipos hay y cuándo conviene hacerla para mejorar tu situación con el banco.

Qué es la subrogación de hipoteca

Una subrogación de hipoteca es una modificación de alguna o más partes que forman parte del contrato del préstamo hipotecario. Por lo general, las hipotecas se caracterizan por tener plazos de amortización muy largos y durante ese período temporal pueden cambiar aspectos de tu vida e incluso la situación económica mundial. Para estos casos, existe esta opción de alterar el contrato inicial.

Hay dos opciones: la primera de ellas, conocida como novación hipotecaria, es renegociar con el mismo cambia esas condiciones. La segunda es la subrogación hipotecaria, que se distingue de la anterior opción en que se cambia de entidad bancaria.

Qué tipos existen de subrogación de hipoteca

En un contrato de una hipoteca hay dos partes, el deudor o la entidad financiera. Por esta razón, y según las modificaciones que se quieren realizar en el préstamo hipotecario, la subrogación de hipoteca será de uno u otro tipo. Son los siguientes:

  • Subrogación de acreedor: en esta operación se cambia la hipoteca de un banco a otro

  • Subrogación de deudor: se produce cuando se cambia la titularidad del préstamo hipotecario y deberá ser aceptada por el banco

Cuándo conviene hacer una subrogación de hipoteca

Existen varios escenarios en los que una subrogación de hipoteca es interesante para el deudor. La razón más habitual suele ser mejorar el tipo de interés del préstamo, ya que, con el tiempo, la situación macroeconómica o individual puede cambiar. Modificar el contrato actual puede liberarte de otros productos contratados, como seguros o planes de pensiones, que encarecen la hipoteca desde el momento en que firmaste por ella y también puede librarte de pagar más comisiones de la cuenta, como las relativas a la realización de amortizaciones parciales.

Hay otros casos en los que esta operación puede ser beneficiosa para el usuario. Por ejemplo, que desee acortar el plazo de devolución del préstamo o reducir el importe de la cuota mensual. Y si tienes pensado comprar una cosa con una hipoteca en vigor, la subrogación a la hipoteca del vendedor puede suponer un ahorro de costes en gastos y comisiones.

Cómo hacer una subrogación hipotecaria

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Antes de empezar con el proceso de subrogación de la hipoteca, deberás comprobar las condiciones que ofrecen otros bancos de préstamos hipotecarios. Si encontramos una con mejores condiciones, el interesado deberá solicitar la subrogación a esta nueva entidad. Tras analizar tu perfil para confirmar que la operación es viable, este banco te hará llegar una oferta con las condiciones del préstamo y se las comunicará a tu entidad bancaria actual para que le entregue el certificado de la deuda pendiente del préstamo en un plazo de una semana.

El banco con el que mantiene actualmente la hipoteca dispondrá de un plazo de dos semanas para presentar una contraoferta que iguale o mejore las condiciones que te ofrece la nueva entidad. Eso sí, es necesario subrayar que no es obligatorio aceptar esta oferta. En el caso de que sí se acepte la contraoferta, el siguiente paso será completar una novación con las nuevas condiciones del préstamo en el banco actual. Y si al final decide trasladarse al segundo banco, deberá firmar la escritura de subrogación con esta nueva entidad. Este último proceso es muy similar al de firmar una nueva hipoteca.