Historia

Adiós al Polo: el icono de Volkswagen Navarra deja de fabricarse en Pamplona

Aquí se hizo superventas. Landaben llegó a ser la única planta que los hacía, y a millones: 8,4 en 40 años. La fábrica deja espacio a los futuros modelos eléctricos.

Los tres primeros por la izquierda: Antonio Rivero, Paco Beorlegui y Luis Rázquin. A la derecha, con chaqueta, José María Jiménez. Y en el extremo, Jesús Unanua. Con batas grises y verdes los técnicos alemanes que llegaron desde la central para asesorar en la fabricación.

Los tres primeros por la izquierda: Antonio Rivero, Paco Beorlegui y Luis Rázquin. A la derecha, con chaqueta, José María Jiménez. Y en el extremo, Jesús Unanua. Con batas grises y verdes los técnicos alemanes que llegaron desde la central para asesorar en la fabricación. / VOLKSWAGEN

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A. Irisarri | NTM

Todavía no ha salido el último de la línea de Volkswagen Navarra –lo hará esta semana– y el Polo ya forma parte de la historia sentimental de toda una generación. Quién más quien menos, en esta tierra mucha gente tiene cerca a alguien que o ha tenido un Polo –de Landaben han salido 8,4 millones de coches en cuarenta años–; o montó partes de un Polo en la cadena –la fábrica da unos 5.000 empleos directos–; o trabajó para una empresa auxiliar que servía piezas para el Polo –la red de proveedores roza los 10.000 empleos–; o visitó de crío el Parque Polo –que en 25 años lo han visitado casi 200.000 escolares–.

Ha sido el coche icono de Volkswagen Navarra, el modelo que puso a la planta en el mapa, el que ha ayudado a capear crisis de mercado y cambios en la movilidad... y el que ahora se va a dejar de fabricar.

Liberar espacio

El cambio de paradigma a favor del eléctrico obliga a liberar espacios en Landaben y el sacrificado va a ser el viejo Polo, el pequeño superventas de la marca, al que el gigante alemán ha sacado ya todo el jugo. Landaben se queda el Taigo y el T-Cross, y a partir de ahora los restos del Polo van a derivarse a Sudáfrica. Pamplona llegó a proveer de polos a todo el mercado en 1992.

Trabajadores de VW Navarra, junto a uno de los Polo, en la salida de la línea de Montaje. /

CEDIDA

Ya no es tan rentable. Pero un día fue el rey y Navarra, su reino. El Polo fue la apuesta de Volkswagen para darle una vuelta al parque de automóviles mundial que en los 80 vivía un momento de efervescencia. El coche ya había llegado a casi todas las familias y las marcas empezaron a competir en precio y prestaciones. Un coche un poquito más pequeño –pertenece al segmento B; el Golf, por ejemplo, es C–, para una movilidad más urbana, pero con la garantía del sello alemán y un precio más asequible que su competidor directo, el Audi 50.

El 20 de marzo de 1984 salía de las líneas de la fábrica de Pamplona, entonces de Seat, el primero de los Polo de segunda generación (A02). La publicidad de la época lo promocionaba como “el más joven de Volkswagen, que responde a las actuales exigencias de precio, tecnología, seguridad, capacidad, prestaciones y confort”.

Fue un superventas desde el primer momento y aquel A02 estuvo haciéndose una década. Desde entonces, Pamplona ha fabricado cinco de los seis rediseños del modelo. Ya no habrá más, y Landaben dirá adiós al Polo esta misma semana.

El primer coche, para la Casa de la Misericordia

Era otro mundo. España vivía los años del primer felipismo y la carrera hacia la UE y la OTAN; el mundo flipaba con Thriller, de Michael JacksonIrak e Irán estaban en guerra; el papa Juan Pablo II excomulgaba a curas nicaragüenses por seguir la teoría de la liberación; un virus llamado VIH empezaba a dar vueltas por el mundo; y una marca con una manzana mordida, Apple, lanzaba el primer ordenador de masas.

En medio de ese jaleo comenzó la historia del Polo en Navarra: el 20 de marzo, un martes, salió de las líneas de Landaben el primer Polo hecho aquí, donde se han fabricado todas las evoluciones del modelo –excepto el inicial A01 de 1975– hasta el actual A07. El balance final de polos fabricados en Pamplona desde entonces va a superar las 8.421.932 unidades.

Ese primer coche fue donado a la Casa de Misericordia de Pamplona, que lo devolvió el 15 de marzo de 2002 para ser expuesto en el museo de la fábrica. El gesto tuvo premio y la fábrica volvió a regalarles un Polo, pero más moderno.

Aquel coche montaba motores de cuatro cilindros de 1.272 cm³, desarrollaba una potencia máxima de 55 CV a 5.200 revoluciones por minuto, incorporaba una caja de cambios de cinco velocidades y alcanzaba una velocidad máxima de 154 km/h; los anuncios de la época lo ofrecían desde 547.700 pesetas. Al cambio, hoy, 3.291 euros. 

Polo A02. /

VW

Polo A02 (1984-1994) | Un 'superventas' en Landaben

Aterriza el Polo. El Polo A02 estaba equipado con motores de cuatro cilindros y alcanzaba una velocidad máxima de 154 kilómetros/hora. Los anuncios de la época lo ofrecían desde 547.700 pesetas -3.291 euros de hoy- bajo el lema El Volkswagen Polo ya es español: dale marcha. Se le calificaba en publicidad como “el más joven de Volkswagen, que responde a las actuales exigencias de precio, tecnología, seguridad, capacidad, prestaciones y confort”. Estuvo una década saliendo de la fábrica y supuso el arranque sólido que necesitaba la planta.

Polo Arlequín (1994) /

VW

Polo Arlequín (1994) | El 'todo a color' de los noventa

3.800 unidades. Años 90. Videoclips, todo a color -este periódico, también en el 94, nació con la portada a color, una novedad-, la estética grunge, rompedora. El futuro estaba a la vuelta de la esquina y Volkswagen lanzó el Polo Arlequín, con las diferentes partes de la carrocería pintadas de distintos colores. “El espíritu de los 90s”, decía la publicidad de entonces. Era una versión limitada de la gama alta del Polo de la que se iban a producir solo 1.000 unidades, pero fueron 3.800 hasta 1998. Hasta hace pocos años todavía había alguno dando vueltas por Pamplona.

Polo A03 (1994-2001) /

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Polo A03 (1994-2001) | El pequeño se hace mayor

El primero con cuatro puertas. El A02 fue un fenómeno y la marca dio un paso adelante. Lanzó el A03, de los que casi dos millones se hicieron en Pamplona entre 1994 y 2001. El coche, más aerodinámico y con una gama de colores más amplia, por primera vez estaba disponible con cuatro puertas. Volkswagen acompasaba todos los coches de la marca con un corte de carrocería similar. Son buenos años para la planta, que en 1999 inaugura, con los reyes de España, el Parque Polo, por donde han pasado casi 200.000 escolares para recibir formación en seguridad vial.

Polo A04 (2001-2009) /

VW

Polo A04 (2001-2009) | Hacia el modelo del futuro

Más largo y sofisticado. El 13 de octubre de 2001 salía por la línea de montaje el último Polo A03, al que alguien colocó una escoba a modo de fin de modelo. Le sustituyó el modelo A04, un coche completamente nuevo, más largo y sofisticado, el primero que va pareciéndose cada vez más al Golf. Este modelo continuó siendo el puntal de Volkswagen Navarra, donde en septiembre de 2004 se fabricó el Polo 4 millones. En enero de 2008, Landaben asumió en exclusiva una nueva variante de este modelo, el Polo Cross, antesala del A05 que rompió las marcas.

Polo A05 (2009-2017) /

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Polo A05 (2009-2017) | Coche del año y récord en 2011

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356.356 coches. En marzo de 2009 se lanzó el Polo A05, una versión de 3,91 metros de largo que fue un boom en muchos sentidos. En 2010 gana el coche europeo del año. Y al año siguiente, Landaben rompe números con él: 356.356 unidades, la cifra más alta. En marzo de 2012 se fabricó el Polo 6 millones, en marzo de 2015 este modelo cumplió 40 años y en agosto se produjo en Pamplona el Polo 7 millones, un año antes de que en 2017 llegara el A07. Ese mismo año, por cierto, queda inaugurada la última chapistería, que costó 17 millones de euros.

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VW

Polo A07 (2017-2024) | La despedida de un icono

Tiene que ‘dejar paso’. Un coche como el de la miniatura cerrará la exitosa historia del Polo un día de esta semana. Firmará un número por encima de los 8,4 millones de ejemplares. El A07 supone el declive de un modelo que ya no puede competir en un segmento donde otras marcas han cogido la delantera, con una propuesta distinta, sobre todo mucho más económica -ahí está el franco-rumano Dacia Sandero, coche más vendido en España el año pasado-. En la fábrica, tiene que dejar espacio al T-Cross, el Taigo y los futuros modelos eléctricos.