MERCADOS

Los cotizadas activan recompras de acciones por 12.000 millones hasta marzo, casi la misma cifra que en todo 2023

Las compañías españolas buscan incrementar el valor de sus títulos y remunerar a los accionistas de forma indirecta

Paneles del Ibex 35, en el Palacio de la Bolsa de Madrid, a 7 de junio de 2024, en Madrid (España).

Paneles del Ibex 35, en el Palacio de la Bolsa de Madrid, a 7 de junio de 2024, en Madrid (España). / Europa Press

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Las empresas cotizadas españolas se ha abonado en este 2024 a la recompra de acciones, una fórmula con la que incrementan el valor de los títulos en manos de accionistas. Entre enero y marzo de este año, las cotizadas mantienen planes activos de recompra por valor de 12.000 millones, según los últimos datos disponibles, casi la misma cantidad que en todo 2023, cuando realizaron programas similares por valor de 13.100 millones, según los datos de BME. Las compañías españolas buscan incrementar el valor de sus títulos y remunerar a los accionistas de forma indirecta. En concreto, la banca es uno de los sectores que más ha tirado de esta práctica con el objetivo de seducir a sus accionistas. Un ejemplo reciente de ello fue la recompra de 430 millones de euros que Banco Sabadell en plena OPA hostil del BBVA al Banco Sabadell, aunque la operación había sido notificada con antelación. La Comisión Nacional del Mercado de Valores solicitó al banco catalán paralizar este movimiento para poder mantener la "neutralidad del mercado" y no quedarse con un 4% del capital para evitar que la entidad favorezca la retribución al accionista en la operación de compra.

El caso es que la notificación de nuevos programas de recompra al regulador de España son constantes en 2024 y cada vez más habituales. "Este tipo de operaciones generan gran fascinación entre los inversores institucionales y minoristas, ya que en el mercado se ha extendido y consolidado la idea de que es un buen sistema de retribución al accionista", explica Antonio Castelo, analista de iBroker. Una recompra de acciones, tal y como indica su propio nombre, implica que las empresas acudan al mercado a adquirir títulos del propio grupo, de esta forma retiran participaciones del mercado, las amortizan y las que queda en manos de los accionistas incrementan su valor.

A este tipo de operaciones dedican una parte de sus beneficios o emplean parte de la liquidez para realizar la operación. Esta práctica, que se empezó a realizar en los años 80 en Estados Unidos y llegó a Europa en los 90, ha ganado protagonismo en el mercado español en los últimos ejercicios. "Empresas como Repsol, Ferrovial, ArcelorMittal, Ercros, Rovi e incluso otros grupos más pequeños como Grenergy y Fluidra han multiplicado exponencialmente la carrera de la recompra de acciones para su posterior amortización", señala Antonio Castelo, analsita de iBroker. "Es una práctica que cada vez se está extendiendo más, sobre todo cuando las empresas están muy capitalizadas y no encuentran proyectos de inversión que renten por encima de sus actuales negocios", Juan José Fernández-Figares, analista de Link Securities.

En el último año, la banca ha sido uno de los sectores que más se ha preocupado por incrementar el dividendo y ampliar los programas de recompra de acciones. Las entidades afirman que el objetivo es hacer partícipes a los accionistas de los beneficios históricos del sector. Pero en este caso en concreto, hay que tener en cuenta que durante la última década las valoraciones del sector en Bolsa han sufrido por la persistecia de unos tipos de interés muy bajos, lo que ha provocado que el valor en libros de estas empresas se sitúe aún por encima de su valor bursátil. "En este sector, tiene sentido que los bancos realicen programas de recompra de acciones, puesto que el mercado valora a estas empresas por debajo de lo que reflejan sus libros. Además, es una forma de recompensar al accionista que se ha quedado en el capital", señala el analista Joan Bellobí, socio de RSM.

"El sector bancario es uno de los que más está utilizando la práctica de la recompra de acciones. La subida de los tipos de interés le ha permitido incrementar sus ganancias pese a la dificultad de crecer orgánicamente. La mayor parte de las entidades ha optado por dar valor a los accionistas a través del pago de dividiendo o de programas de recompra de acciones como forma de cerrar brecha entre el valor contable y el bursátil", señala el analista de XTB Joaquín Robles, que también apunta a que aunque en el corto plazo la recompra es positiva para la compañía, también es una señal de la dificultad para seguir creciendo. "Cuando empiecen a caer los tipos y los márgenes de interés vuelvan a estrecharse, será difícil que los bancos vuelvan a obtener los actuales niveles de beneficios, ya que no invirtieron el exceso de ganancias en seguir creciendo en otras áreas o países ante la consolidación y competencia", explica Robles.

Amantes y detractores de la recompra

Los analistas consultados afirman que la recompra de acciones es una forma de reforzar la acción de las empresas en momentos en los que la acción de las compañías cotiza a un precio bajo. "Además, manda un mensaje positivo al mercado al indicar que la empresa considera que sus títulos están baratos. Pero hay que tener en cuenta que estas operaciones favorecen especialmente a los accionistas de control, puesto que les ayuda a blindar su poder dentro de la compañía", explica Antonio Castelo, analista de iBroker.

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El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, pidió el pasado octubre que las recompras de acciones no se presenten como remuneración al accionista en genérico, puesto que solo benefician a una parte de ellos. Si la compañía acierta y su valor está infravalorado por el mercado, saldrán perdiendo los accionistas que vendieron y ganarán los que no vendieron. Y si es al revés, beneficiará a los que vendieron sus títulos. "No es razonable que este tipo de operaciones se presenten como una remuneración al accionista en genérico, porque no benefician a todos por igual", esgrime la CNMV.

Sin embargo, Manuel Romera, director de Sector Financiero de IE University, sí que lo etiqueta como una "buena forma" de remunerar al accionista que, además, le permite ahorrarse algo de impuestos. "Su acción gana valor y no tendrá que hacer frente al pago del IRFP hasta que no la venda. Considero que es una buena política hacia los accionistas", asegura. El Instituto Español de Analistas respaldó en un informe la práctica de la recompra de acciones como una herramienta para "generar valor en la coyuntura actual" ante el exceso de liquidez acumulado en la pandemia, el rápido incremento de los tipos de interés, la presión macroeconómica y la infravaloración bursátil de determinados sectores y compañías.