Me he confundido al hacer la Declaración de la Renta: ¿qué multas pueden imponerme?

Cientos de casillas, lenguaje muy complicado y abstracto... Realizar la Declaración de la Renta es una tarea difícil, por eso no es tan raro que los contribuyentes que deban presentar este documento a la Agencia Tributaria cometan errores. Y aunque el organismo público lo tiene en cuenta, todo dependerá de la gravedad del error que aparezca en la declaración. Según este factor, las sanciones podrían ascender desde los 100 euros a los 30.000 euros. En este artículo te contamos las distintas multas que existen.

Sansiones por no indicar el NIF correctamente

La omisión y incluir un Número de Identificación Fiscal (NIF) erróneo en la Declaración de la Renta puede conllevar distintas sanciones. La cantidad de la multa varía según la gravedad del error. Si la Agencia Tributaria considera que es una infracción leve, la sanción será de 150 euros.

Si es considerada como grave, la sanción consistirá en una multa pecuniaria proporcional al 5% de la cantidad relacionada con la incorrecta indicación del NIF. En este caso, el mínimo se establece en los 1.000 euros, es decir, la penalización puede superar este límite si la proporción resulta ser mayor. Por último, para infracciones catalogadas como muy graves, la Agencia Tributaria impondrá una multa pecuniaria fija de 30.000 euros.

Otras multas por errores en la Declaración de la Renta

Existen otros casos en los que el contribuyente puede ser sancionado. Un dato incorrecto en el documento que se pueda interpretar como fraude fiscal puede ser multado con 100 euros, mientras que las erratas o la falta de ciertos datos conlleva una sanción económica de hasta 150 euros. Si la Declaración de la Renta sale a devolver o da cero y el usuario informa de este fallo a Hacienda, se le ingresará la cantidad que le corresponde a cambio de una sanción de 100 euros. Sin embargo, si es la Agencia Tributaria quien se da cuenta del error, le devolverá el dinero con una sanción de 200 euros.

Las deducciones erróneas, algo muy común en las Declaraciones de la Renta, suponen una multa del 15% de la cantidad que reciba el contribuyente. Por otro lado, la información falsa o la omisión de datos muy importantes puede acarrear multas de hasta 300 euros. En el primer caso, además, si se han utilizado documentos, como facturas o justificantes falsos, y la declaración es favorable en más de 3.000 euros, el usuario será sancionado con entre el 50% y el 100% del importe.

Por último, si además ha utilizado métodos ilegales, la multa podrá ascender hasta el 150%, un porcentaje que fluctúa según el perjuicio que haya causado a Hacienda. Y si el fraude es millonario, la multa puede ser de entre 30.000 y 300.000 euros en función de la gravedad.

Qué hacer si se ha confundido mi gestor

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Muchas personas prefieren que sea una gestoría quien se encargue de presentar la Declaración de la Renta para evitar errores, pero es posible que sean ellos quienes se confundan. En ese caso, es necesario destacar que la responsabilidad principal siempre recaerá sobre el contribuyente, que es quien presenta el documento en última instancia. Aun así, hay excepciones. Por ejemplo, si el contribuyente designó a una tercera persona como responsable, será esta quien deba responder ante la sanción y corregir los errores.

En casos más graves, el interesado puede presentar una reclamación para demostrar que la gestoría ha sido la culpable del error. Es decir, puede ser demandada para responder por los daños ocasionados al contribuyente, aunque finalmente no asuma la responsabilidad de la multa. Si el gestor ha cometido un delito o fraude fiscal realizando la Declaración de la Renta, se puede explorar la vía de la responsabilidad penal que puede llevar a penas de prisión.