Empleo

José Cristóbal García, vicepresidente de los empresarios canarios: "Las medidas del ministerio ayudan a no trabajar, no persiguen crear empleo"

El secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) advierte de la desconfianza que genera la toma de decisiones unilateral por parte del Ministerio de Trabajo. Contribuye, a su juicio, a la retracción de la inversión que reflejan los datos

El vicepresidente ejecutivo de la patronal de Las Palmas, en su despacho, donde tuvo lugar la entrevista.

El vicepresidente ejecutivo de la patronal de Las Palmas, en su despacho, donde tuvo lugar la entrevista. / José Carlos Guerra

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El año pasado hubo crecimiento económico y este parece que vamos por el mismo camino, pero las patronales no ahorran en advertencias sobre un futuro gris. ¿Por qué?

Hemos crecido y hemos creado empleo, cierto, pero cuando a las empresas se les ponen dificultades, no hay inversión.

¿No se invierte?

Es el único componente del PIB que presenta cifras negativas. No es tan alarmante, pero sí denota falta de confianza. Cuando hablas con las pymes, la detectas, todo son trabas, inseguridad jurídica, exceso de legislación... Lo que ocurre en el ámbito nacional llega al tejido productivo canario.

¿A qué se refiere?

A que sin existir un acuerdo te cambian las normas laborales. Tenemos 26 decretos, órdenes y leyes que han salido de esa manera. Hemos creado un foro laboral, creo que vamos ya por el décimo, para explicar cómo pueden aplicarse los cambios que se introducen cada día. Es que realmente te ves con un lío jurídico encima y que, además, llega sin diálogo social. ¿Crecemos? Vale, pero el clima de insatisfacción que genera esta manera de operar está ahí.

Debo entender que esto para una gran empresa, con sus departamentos creados para atender situaciones como la que describe, no es un problema.

Esa es la cuestión, que se adoptan decisiones que afectan a todas cuando no todas son iguales. El problema es que aquí la inmensa mayoría son pequeñas y microempresas, con dos trabajadores como máximo. Llama la atención que la última Encuesta de Población Activa (EPA) revele que se han destruido autónomos que generaban empleo y han crecido los que trabajan en solitario. No es de extrañar, porque todo son dificultades cuando se trata de mantener los puestos de trabajo. Y a eso se unen los problemas de productividad que tenemos.

"La inversión cerró el año pasado en negativo y eso denota falta de confianza empresarial"

¿En qué medida tiene que ver en eso la propia estructura económica, tan de servicios?

No es una cuestión que abordemos a la ligera. Somos muy conscientes de que en una economía diferente el mismo trabajador canario que aquí reporta una productividad equis puede multiplicarla por varias veces simplemente por el cambio de función. La productividad no depende solo de las capacidades de quien trabaja, sino también de la tecnología, de la innovación, de muchas cosas. Y si alguna de estas que enumero tiene una presencia elevada en el proceso, la productividad va a verse afectada.

¿También en negativo? ¿Influye el absentismo? ¿Cómo?

Vamos a partir de qué es productividad. Hace poco más de una semana, el Gobierno de Canarias presentó un informe en el que la definía como la cantidad de trabajo que incorporas a una unidad final de producto. Es decir, cuánto me cuesta el trabajo en relación con el valor del bien producido o el servicio prestado. No me escapo, voy al absentismo. Si tengo cuatro trabajadores y uno no viene durante muchos días... 

Puede estar enfermo

Desde luego, quiero decir que no viene por la circunstancia que sea, no salgan diciendo que no queremos que la gente esté de baja cuando está enferma; lógicamente quienes no están en condiciones de trabajar no podrán hacerlo, faltaría más. El ejemplo no es para valorar ninguna otra cuestión, que si quiere ahora abordamos, es tan solo para que se entienda cómo afectan las horas no trabajadas a la productividad. Le digo, si tengo cuatro y uno va a faltar durante bastante tiempo, tengo que cubrir ese hueco para que el nivel de producción se mantenga y pueda atender los compromisos y contratos alcanzados con los clientes. Hay que pagar a la nueva incorporación y sigo pagando por el trabajador que está de baja. Los costes se elevan, esa es la relación entre absentismo y tener una baja productividad. Fíjese que no estoy diciendo que los trabajadores sean menos productivos, sino que la productividad baja. Lo que sí apuntamos en el informe del año pasado es que Canarias, por ejemplo, fue la comunidad autónoma en la que más trabajadores –56.710– no acudieron un solo día del año a sus puestos. Y que esa cantidad supera en un 20% a la del año anterior mientras en el conjunto de España el incremento fue de poco más del 6%; algo está ocurriendo, es evidente. ¿Decimos que esos más de 56.000 no van a trabajar porque no quieren? Por supuesto que no lo decimos.

¿Dónde estriba el problema?

En el proceso, que debe ser mejorado. Si trabajo en la ópera y estoy afónico, no hace falta explicar mucho. Ahora, si tengo médicos que me dan de baja corriendo y cuando se ponen los medios para que yo me pueda recuperar pronto, el alta no llega... Estamos hablando de 18 inspectores para 1.500 médicos de atención primaria, poco resultado puede dar eso. Hay mucho que puede hacerse y vamos a conseguir mejorar muchísimo. Crecen los costes cuando la productividad baja, que en momentos en que las cosas van muy bien da igual, entre comillas, porque los consumidores tienen dinero para asumirlo; ahora, cuando lleguen momentos complicados veremos qué pasa.

"El número de trabajadores que no fue un solo día a su puesto aumentó un 20% el año pasado"

Se lo preguntaba antes de otra manera. ¿Cómo incide depender tanto de un sector como el turismo que demanda tanta mano de obra?

Y que no falte esa demanda. Ya le digo que tener que dedicar un alto volumen de empleo en comparación con el sector industrial es determinante, pero es que esa comparación no cabe. Con lo que debemos comparar la productividad canaria, del sector turístico ya que me pregunta por ello, es con la del sector alojativo de Baleares o Cataluña. Ni siquiera dentro del Archipiélago existen resultados homogéneos. El convenio del sector en esta provincia recoge salarios un 20% más altos que en la de Santa Cruz de Tenerife.

Defienden la entrada de las mutuas como agentes autorizados para firmar altas. ¿En qué medida entiende que solucionaría el problema que describe?

Entendemos que en parte, sí. Es una propuesta más de las muchas que hemos hecho, porque lo que no vamos a hacer es quedarnos de brazos cruzados. De lo contrario, nos vamos a encontrar con que nadie contrata. Si tienes un régimen laboral que no te permite ser flexible y se admiten bajas que ahora ni siquiera tienes que comunicar, hay que pensarse mucho crear un puesto de trabajo. Nos hemos encontrado con personas de baja ya en el periodo de prueba. La cultura del esfuerzo se va perdiendo, no existe esa dedicación al trabajo, hay mucho que hacer y no podemos negar que algo está ocurriendo. Esto no se soluciona con un ministerio del subsidio como el que tenemos.

¿Se refiere al de Trabajo?

Yo todavía no he encontrado ninguna medida del Ministerio de Trabajo orientada a la creación de empleo, todas son para ayudar a no trabajar. Para nosotros, dedicados a promover el autoempleo y la generación de empresas, es difícil entender esa política.

Cuando hay crisis no se van a bajar los impuestos porque la propia destrucción de empresas y empleo lo desaconsejan. Ahora tenemos récords de recaudación y una promesa electoral del Gobierno (CC y PP) y tampoco sucede. ¿Por qué?

Parece que no tienen mucha presión tampoco. No tengo dudas sobre que el dinero está mejor en las cuentas de las empresas y los bolsillos de las personas. Me consolaré pensando en que ojalá se destinen esos recursos a, por ejemplo, mejorar nuestras infraestructuras turísticas, a apoyar el desarrollo del sector de una forma sostenible.

"No nos quejaríamos de los impuestos si viéramos un buen resultados de cómo se invierte"

El turismo parece que no está de moda. El rechazo ha sido evidente en las calles. ¿Inquietos?

El rechazo ha sido mayor en unos lugares que en otros. Desde luego debemos pensar en cómo mantener en el futuro determinados niveles de riqueza y empleo si queremos que nuestros hijos se queden aquí. Eso pasa por el aprovechamiento de la tecnología para garantizar la sostenibilidad, que es algo innegociable. Le digo esto porque si algo le ha faltado al turismo, ha sido apoyo desde los poderes públicos. Por eso le decía que ojalá se dediquen esos récords de recaudación a la mejora del turismo.

El paisaje del destino depende en buena medida de la agricultura, de no tener suelo abandonado. ¿Tiene alguna razón hoy un joven para querer ser agricultor o ganadero?

A esto me refiero también. Si hay que preservar el paisaje, habrá que destinar los impuestos a que haya reemplazo en el sector primario. El tomate se acabó en Tenerife y ese cultivo llegó a ser una fuente de ingresos brutal para la economía canaria. Queda el plátano, con el apoyo de la Unión Europea. Poco más, porque el terreno es pequeño, se hace imposible generar economías de escala y alcanzar niveles de competitividad. Los ciudadanos no nos quejaríamos de lo que se recauda si viéramos el resultado de la inversión que se hace de los recursos. Dicho esto, insisto en que defiendo una bajada de impuestos, no hay mejor lugar para el dinero que el bolsillo de los ciudadanos.

¿Qué pasa con esos fondos europeos para salir de la pandemia? ¿Llegan o no llegan?

No se sabe con certeza. Si conseguimos que se inviertan en innovación tecnológica, en renovables, superaríamos el mal momento de la inversión que atravesamos ahora. Que ese dinero se quede solo en la administración pública me parece un error.

"Se declaran emergencias por todo para sortear en parte la burocracia que ellos crean"

¿Qué motiva que no salgan hacia el sector privado?

Los mecanismos para todo lo que se pretende hacer son engorrosos, poco funcionales; la burocracia se vuelve insufrible en no pocos casos. Por eso hasta ellos mismos prefieren autoadjudicarse los fondos y gestionarlos desde allí. Están tan maniatados por la propia burocracia que ha creado la clase política que en Canarias estamos en emergencia para todo: hídrica, energética, habitacional. Declaran esa emergencia porque eso les permite acortar los plazos que están reglados para cada paso.

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Se habló de las aspiraciones canarias para conseguir volúmenes de fondos interesante. ¿Los damos por perdidos?

Sí, aquello de los chips, por ejemplo. Yo veo difícil que ese nivel de inversión se pueda ejecutar en Canarias. No solo en eso que menciono, hay muchísimos nichos para la inversión. El dinero está tardando mucho en llegar, pero no perdamos la esperanza; ojalá que llegue.

¿Por qué va bien la economía? Los datos lo confirman pero no faltan voces avisando desde hace años de que no hay mimbres para tanta felicidad.

Hay un clima de desconfianza en el medio plazo, unos clientes con dudas y un entorno gubernamental nacional que no ayuda. Se crea empleo porque tras la pandemia decidimos salir todos a la calle, pero ya estamos en una tendencia a la exageración. En el caso particular de Canarias, el turismo ha bebido de esas ganas de disfrutar de la gente.

¿Hay futuro sin turismo?

Una gran parte de población recibe un salario, y no todos son bajos, en este sector. Le pongo un ejemplo reciente. Las islas que menos sufrieron por la pandemia fueron aquellas en las que el peso del sector público es mayor. Por contra, Lanzarote y Fuerteventura, donde el peso del turismo es protagonista, resultaron muy perjudicadas. Cuando terminaron las restricciones ocurrió justo al contrario, estas dos últimas islas fueron las que recogieron un crecimiento más intenso.

¿Le pregunto lo contrario? ¿Hay futuro con turismo? ¿Podemos soportar la carga?

Yo no hablaría de carga, sino de aforo. El rechazo frontal no tiene ningún sentido, pero hablar de delimitar con qué recursos contamos y hasta dónde se puede llegar, sí lo tiene. Tenemos que ver qué aporta el turismo y cómo lo ayudamos a crecer en un entorno de sostenibilidad social y ambiental que de verdad nos genere confianza. Hay que explicar mejor lo que nos aporta mediante el pago de impuestos que permiten recibir, por ejemplo, servicios sanitarios. Quizá hay que conseguir que el discurso de la carga se cambie por el de determinar qué niveles son sostenibles socialmente, porque las movilizaciones que ha habido no tienen solo al turismo como motivo de queja. Estamos hablando de una actividad de la que depende el empleo del 40% de los ciudadanos del Archipiélago. No creo que la gente tire piedras contra su tejado. Aquí no puede haber fobia al turismo.

¿Qué otro motivos existen para las quejas?

Atascos o falta de vivienda, por nombrar otros dos. Pero es que el turismo no es responsable de esas cuestiones. Habrá que preguntar por qué crece la población y no se construyen viviendas, incluidas las que se pongan a disposición de los trabajadores del turismo, que de tener donde vivir cerca del centro de trabajo ya no contribuirían a la generación de los atascos. De todos modos, los motivos y la intensidad de las protestas no son homogéneas en toda la comunidad autónoma y existe un porqué: Tenerife tiene ya dos millones de turistas anuales más que Gran Canaria.