Los empresarios pueden recibir una multa de la Seguridad Social de hasta 7.500 euros si hacen esto

Las vacaciones son un periodo esencial para los trabajadores, ya que les permiten desconectar de las preocupaciones laborales. Sin embargo, muchas veces esta desconexión se ve interrumpida por empresarios que conectan a su personal para resolver asuntos urgentes, algo que no debería suceder. Para abordar este problema, la Inspección de Trabajo ha comenzado a imponer multas de hasta 7.500 euros a las empresas que violen el derecho a la desconexión digital de sus empleados.

La desconexión digital como derecho protegido

El descanso y la desconexión digital de los trabajadores están protegidos por varias leyes orgánicas. Estas normativas garantizan que los empleados puedan disfrutar de su tiempo personal sin la interferencia de asuntos laborales, evitando así el estrés relacionado con el trabajo. La Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos y Garantías de los Derechos Digitales establece que "los trabajadores y empleados públicos tienen derecho a la desconexión digital fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, para respetar su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como su intimidad personal y familiar".

Multas por contactar con los trabajadores

Los empleados no están obligados a responder a llamadas o mensajes de sus jefes durante las vacaciones, y no pueden ser sancionados por ello. Si un empleador incumple la norma, el trabajador puede llevar el caso ante el juez y ganar. Las empresas que vulneran este derecho se enfrentan a multas que varían según el grado de la infracción.

• 751 a 1.500 euros para infracciones leves

• 1.501 a 3.750 euros para infracciones medias

• 3.751 a 7.500 euros para infracciones graves

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Cabe recordar que el derecho a la desconexión digital abarca todas las formas de comunicación laboral, incluyendo llamadas, correos electrónicos, mensajes de texto o WhatsApp.

Excepciones del derecho a la desconexión digital

Aunque la desconexión laboral es un derecho protegido por ley, existen excepciones. Las empresas pueden contactar a sus trabajadores en situaciones de fuerza mayor o cuando el empleado tiene información crucial para un proyecto que no puede ser gestionado por otra persona. En estos casos, la comunicación debe limitarse a lo estrictamente necesario para resolver la emergencia. Incluso en estas situaciones, las empresas deben respetar el derecho del trabajador al descanso y a la privacidad, manteniendo la comunicación breve y no intrusiva.