RESULTADOS

El calor, la subida de precios y los nuevos clientes disparan las cifras de Helados Alacant

La compañía con sede en San Vicente, que se encuentra en plena negociación para su venta al fondo Investindustrial, gana más de 16 millones de euros en su último ejercicio

Una de las gama de Helados Alacant en un establecimiento de Alicante.

Una de las gama de Helados Alacant en un establecimiento de Alicante. / PILAR CORTÉS

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Año de récord para Grupo Alacant, el principal proveedor de helados de Mercadona y uno de los mayores fabricantes de este producto en España. La compañía con sede en San Vicente del Raspeig volvió a superar durante el pasado ejercicio fiscal todos sus registros al alcanzar una facturación de más de 226 millones de euros, un 28% más que el año anterior gracias a la entrada de nuevos clientes, al impulso que recibieron las ventas como consecuencia de las sucesivas olas de calor que se produjeron durante el pasado verano y a la subida de los precios que aplicó a sus productos, para trasladar el aumento de costes.

Así lo señala la propia compañía en las últimas cuentas consolidadas que ha depositado en el Registro Mercantil y que, como es habitual, la firma cierra a 31 de octubre, cuando finaliza la temporada alta de venta de helados. Unas cuentas que, además, también recogen un considerable aumento de la rentabilidad del grupo y que se conocen cuando sus propietarios se encuentran en plena negociación para la posible venta del conglomerado al fondo Investindustrial.

En concreto, el fuerte incremento de facturación –de casi 50 millones de euros- fue muy superior al crecimiento de gastos, lo que disparó el beneficio consolidado de Grupo Alacant hasta los 16 millones de euros frente a los escasos 179.000 euros del ejercicio precedente. De esta forma, la compañía parece haber rentabilizado la compra de su competidor Crestas la Galeta (Royne), que realizó a finales de 2021. Una operación que ya permitió que en 2022 sus ingresos crecieran de 102 a 176 millones de euros y que ahora, además, también ha contribuido a mejorar sus ganancias.

A pesar de que uno de los objetivos de esta adquisición era diversificar su cartera de clientes, gracias a los acuerdos que los propietarios de Royne mantenían con diferentes cadenas de distribución, lo cierto es que la compañía incrementó el año pasado su dependencia de Mercadona, que representó el 63% de su negocio, frente al 59% de 2022, según reconocen los gestores de la firma en sus propios balances donde, eso sí, no citan por su nombre a la cadena de supermercados presidida por Juan Roig.

Por otro lado, Grupo Alacant consiguió incrementar su cifra de exportación por encima de los 21 millones de euros, aunque al crecer en la misma medida que el conjunto de ventas su participación en la cifra final de facturación se mantuvo alrededor del 9,6%.

El crecimiento de la actividad de la compañía también se tradujo en un aumento de la plantilla, que pasó de una media de 557 trabajadores a 698, según la información contenida en las cuentas auditadas de la firma.

Previsiones

Por lo que respecta a este ejercicio, el CEO de Grupo Alacant, Joaquín Lancis, reconoce que "este año no está siendo especialmente bueno. Nos comparamos con un año con crecimientos importantes en ventas y el clima no está siendo tan caluroso como otros años". Sin embargo, asegura que continúan con su plan de expansión, por lo que son "optimistas" y confían en mantener las cifras.

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Al respecto, Lancis destaca el proyecto que han puesto en marcha para especializar cada una de las cuatro plantas del grupo –la de San Vicente, la de Murcia y las dos que se quedó al comprar Royne- con el objetivo de mejorar su eficiencia y productividad. Unas inversiones con las que también aumentarán su capacidad de producción "para poder abastecer los nuevos mercados", además de desarrollar nuevas gamas de producto para ampliar su portfolio.

De lo que declinan hablar desde la compañía es de la negociación que mantienen con Invesindustrial para la posible venta del grupo. Una negociación que se produce después de que se rompieran las conversaciones que mantenían anteriormente con la turca Afendis, para lo que los socios de la firma llegaron a autorizar la venta e incluso se pidió y se obtuvo el permiso de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.