Morosidad

Las empresas españolas acumulan más de 1,3 billones de euros en facturas pendientes de cobro

El 81% de las empresas en España tiene deudas pendientes de cobro, superando el promedio europeo del 79%

La morosidad, en casi todas sus versiones, sigue al alza.

La morosidad, en casi todas sus versiones, sigue al alza.

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P. G.

En 2023, la economía española mostró un notable dinamismo, con un aumento del PIB del 2,5%, en comparación con el 0,4% registrado en la eurozona. A pesar de que las perspectivas para 2024 son moderadas, siguen siendo favorables, con una previsión de crecimiento del 2,3%, según el Banco de España. Sin embargo, los impagos siguen siendo un desafío persistente para la estabilidad financiera de las empresas.

Estas conclusiones se reflejan en la nueva edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum, que analiza la salud financiera y las tendencias de pago de empresas en 25 países europeos. Según el informe, las compañías españolas tienen más de 1,3 billones de euros en pagos o préstamos pendientes de cobro, mientras que el total en los mercados europeos alcanza los 10,5 billones de euros.

El informe revela que el 81% de las empresas en España tiene deudas pendientes de cobro, superando ligeramente el promedio europeo del 79%. Esto sitúa a España como el décimo país con mayor proporción de empresas en esta situación, compartiendo posición con Austria, Croacia, Reino Unido y Francia, y superando a Noruega (79%) e Italia (78%). Los mayores porcentajes se registran en República Checa (89%), Alemania, Serbia y Suiza (83%), mientras que Irlanda (75%) y Bélgica (74%) tienen las cifras más bajas.

Esta acumulación de deudas pendientes refleja las dificultades de muchas empresas para gestionar sus finanzas. Según el informe, el 38% de las entidades en España ha tenido que cancelar deudas incobrables utilizando parte de sus ingresos. Además, el 48% lamenta no haber mejorado sus prácticas de cobro en el último año fiscal, el 29% cree que debería haber prestado más atención a los retrasos tempranos y el 28% quisiera haber realizado una mejor evaluación del riesgo crediticio. Estas cifras subrayan la importancia de ajustar las estrategias financieras y de cobro para mitigar el riesgo de impagos.

La preocupación de las empresas españolas por la capacidad de pago de sus clientes ha aumentado, con un 67% de compañías expresando esta inquietud, frente al 65% en 2023 y el 64% en 2022. Sin embargo, la proporción de empresas que prevé un aumento en el riesgo de retrasos o impagos ha disminuido del 67% al 60%, indicando una ligera mejora en las expectativas empresariales. No obstante, esta cifra sigue siendo elevada, superando la media europea (58%) y a países como Italia (57%), Francia (56%) y Alemania (55%).

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Los principales desafíos identificados para la capacidad de pago de los clientes en el próximo año incluyen la amenaza al flujo de caja por la dificultad financiera de sus propios deudores (63%), los elevados tipos de interés (59%), los problemas de abastecimiento en la cadena de suministro (59%), la regulación y el compliance (55%) y la alta inflación (54%).

Estas cifras reflejan un entorno complejo para las empresas españolas, que deben reconocer su papel en el flujo de pagos y entender que sus propios retrasos pueden agravar el problema.