El Sabadell planta cara a la opa con un beneficio de récord y afea a BBVA la falta de transparencia

Desde el momento en que BBVA transformó su propuesta de fusión en una opa hostil los responsables del Sabadell tuvieron claro que el éxito o fracaso de la operación dependerá de lo que sus accionistas consideren más beneficioso para sus propios intereses. O, en otras palabras, de lo que les resulte más rentable. En las últimas semanas, los ejecutivos del banco con sede en Alicante no se han cansado de repetir que su capacidad de generar beneficios es mucho mayor en solitario y, por eso, los mercados esperaban con expectación la presentación de resultados semestral de la entidad de este martes, en la que el CEO del Sabadell, César González-Bueno, y el director Financiero, Leopoldo Alvear, no han dudado en desplegar toda la artillería posible para repeler la propuesta de su rival.

Y lo han hecho, para empezar, con unos beneficios de récord de 791 millones de euros en el primer semestre, un 40,3% más que en el mismo periodo de 2023, y dejando claro que las ganancias del banco todavía "no han tocado techo". González-Bueno se han encargado de destacar que el equipo del Sabadell ha logrado mejorar todas las previsiones, con un aumento del margen de interés que ahora prevén que rondará el 5% frente al 3% de sus anteriores estimaciones, una caída de las comisiones por debajo de lo calculado y un incremento de los gastos contenido en el 2,5%.

Una situación a la que también ha ayudado el aumento de la demanda de financiación –la nueva producción de crédito a empresas mejora un 35% interanual, hasta los 8.674 millones, y el crédito al consumo sube un 17%, hasta los 1.194 millones- o, por ejemplo, la rebaja en la estimación del coste de la nueva normativa de Basilea IV.

Una situación que les ha permitido actualizar también su compromiso de retribución a los accionistas desde los 2.400 millones de euros en dos años que argumentaron para rechazar la propuesta de fusión de BBVA el pasado mes de mayo, hasta los 2.900 millones (250 millones adicionales por Basilea y otros 250 millones por el programa de recompra de acciones que ha quedado en suspenso con la presentación de la opa hostil).

En total, una retribución de 53 céntimos por acción, de los que los primeros ocho céntimos se pagarán en efectivo en octubre como dividendo a cuenta.

Un banco "simple"

El CEO del Sabadell se ha esforzado, además, en definir a la entidad como "un banco simple", que opera en mercados estables y que es fácil de entender para los accionistas, en clara contraposición con la mayor exposición de BBVA a mercados emergentes. Eso sí, a pesar de que todo estaba claramente pensado para defenderse de la opa, el ejecutivo no ha querido responder a ninguna pregunta directa sobre la operación. Se ha limitado a repetir los mismos argumentos que utilizó el presidente del banco, Josep Oliu, en la carta que envió a los accionistas el pasado 5 de julio.

"Lo más importante en estos procesos es la transparencia y hay un montón de cuestiones (en la opa) que no están nada claras y convendría que se aclarasen a medida que avanza el proceso para que los accionistas pudieran decidir con plena información", ha asegurado.

Eso sí, se ha mostrado comprensivo ante el interés del BBVA por la entidad. "La gente intenta comprar lo que considera que está infravalorado", ha razonado, dejando claro el motivo del rechazo del consejo de administración del Sabadell a la propuesta del equipo de Carlos Torres. Y es que, aunque en lo que va de año los títulos del banco han avanzado un 83% y su valor se ha multiplicado por seis en los últimos tres años, González-Bueno aún le ve recorrido. "Toca crecer, el banco está preparado", ha insistido.

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A este respecto, el directivo ha señalado en varias ocasiones que la mejora de su propuesta de retribución a los accionistas no responde a la opa, sino que se produce "automáticamente" como consecuencia de una evolución mejor de lo prevista y del compromiso de distribuir todo el excedente de capital que haya por encima del 13%.

Y, por si alguien albergaba alguna duda, César González-Bueno ha sido tajante al responder con un "no" ante la pregunta habitual de si la entidad mantiene algún tipo de conversación para un posible traslado de la sede desde Alicante a Cataluña.