Masorange y Vodafone unen sus redes de fibra en una filial conjunta y maniobran ya para vender una parte

Masorange y la nueva Vodafone, controlada por el grupo británico Zegona, ultiman una alianza para unir fuerzas y compartir sus redes de fibra óptica en España. Las dos telecos han firmado una carta de intenciones confidencial, a modo de preacuerdo y que de momento no es vinculante, como primer paso para la creación de una sociedad conjunta de red de banda ancha en busca de ahorros de costes, de eficiencia y para contener las inversiones en nuevos despliegues.

Tras meses de negociaciones, Masorange -el gigante resultante de la fusión de MásMóvil y Orange España- y Vodafone España -la antigua filial nacional de Vodafone y que ahora está controlada por Zegona- han sentado las bases para lanzar una compañía de fibra compartida que daría cobertura aproximadamente a 11,5 millones de unidades inmobiliarias en el mercado español y que daría acceso a la red de banda ancha a ambas telecos.

Pero las dos operadoras buscan, además, hacer caja y reforzar la futura sociedad con la incorporación de un tercer inversor. Los planes pasan por sumar un nuevo socio financiero con la venta de una participación del operador de fibra (fiberco) de nueva creación y se busca cerrar la operación en el primer semestre de 2025. La intención es que Masorange controle el 50% de la sociedad (al aportar en torno a 9 millones de accesos de su red) y que Vodafone España acabe quedándose con cerca del 10% de la nueva empresa. Según informó Expansión, la intención de Masorange y Vodafone es colocar un 40% de la compañía a un nuevo socio, en una operación valorada entre 1.500 y 2.000 millones de euros.

“La nueva sociedad beneficiará a los clientes de Masorange y Vodafone España, así como al mercado español en general, al garantizar el acceso a la red de fibra óptica más avanzada, ofreciendo la mejor calidad, y permitiendo la rápida adopción de nuevas tecnologías, al tiempo que estimulará la inversión y la innovación”, subrayan ambas operadoras. Esta red se convertirá en un referente para el desarrollo sostenible, cumpliendo con altos estándares ESG, gracias al ahorro de energía. Toda la operación depende de que las partes alcancen un acuerdo final al que aún no han llegado y a las autorizaciones regulatorias preceptivas.  

El consejero delegado de Masorange, Meinrad Spenger, ha apuntado que el grupo no planea un "despliegue significativo de fibra en España actualmente" a través de esta nueva sociedad conjunta con Vodafone España. "España es un mercado muy competitivo, no solo en el mercado comercial, sino también en las redes. Tenemos muchas redes de fibra y en Masorange queremos estar al frente de una posible consolidación en este mercado, así que jugamos un papel activo", ha subrayado Spenger según ha destacado en un encuentro con analistas con motivo de la presentación de resultados semestrales de Masorange.

Las cuentas de la nueva Masorange

Tras la fusión de Orange y MásMóvil, cerrada oficialmente el pasado abril, la nueva Masorange se estrena con la presentación de sus primeros resultados financieros conjuntos. La compañía consiguió durante el primer semestre del año una facturación de 3.609 millones de euros, con lo que se mantienen en los niveles del pasado año con un ligero incremento del 0,11% en relación a las cuentas entonces por separado de las dos telecos fusionadas. La nueva operadora consiguió ingresos de 2.887 millones de euros por servicios minoristas de telecomunicaciones al cliente final, lo que representa un incremento interanual del 1,1%.

La unión de las dos compañías consigue mejorar su rentabilidad, con un resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado de de 1.307 millones de euros, un 6,69% más que los 1.225 millones de euros que entre enero y junio del curso anterior. El ebitda reportado fue de 1.244 millones de euros, un 3,15% más en comparación con los 1.206 millones de euros del mismo periodo de 2023. "La compañía mantiene un buen ritmo de crecimiento comercial y un sólido desempeño financiero, a pesar de las difíciles condiciones del mercado", ha destacado Masorange.

Asimismo, ha resaltado que en el segundo trimestre del año se han conseguido las primeras sinergias derivadas de la fusión, sobre todo en eficiencia de las redes y en el acceso a fibra, lo cual ya ha supuesto unos ahorros de unos 50 millones de euros. "Estamos muy satisfechos del desempeño alcanzado durante el primer semestre del año de la nueva Masorange, en el que crecemos en los principales parámetros financieros. Además, mantenemos un buen ritmo de captación comercial gracias a seguir liderando la satisfacción de los clientes en España", ha destacado el consejero delegado de Masorange.

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En el primer semestre del año la teleco sumó 341.000 clientes entre fibra óptica (136.000) y pospago móvil (205.000), por lo que al cierre de junio contaba con 33,1 millones de líneas totales. De ellas, 25,8 millones son de móvil (en torno a 21,4 millones pertenecen al segmento de postpago y 4,4 millones a prepago) y alrededor de 7,3 millones son de banda ancha fija, de las cuales, cerca de 7 millones son de fibra óptica. "Masorange mantiene el foco en la generación de valor y ha aumentado el ARPU (precio medio que pagan los usuarios) de sus clientes convergentes hasta los 52,1 euros, un 0,8% más que hace un año", ha añadido la empresa.

Masorange ha resaltado que continuará con la extensión de su red 5G en 2024 con el objetivo de dar cobertura al 100% de los municipios españoles de más de 10.000 habitantes. "Según los planes de la compañía, su red 5G llegará a casi 3.700 municipios a finales de este año (casi 1.000 más que en la actualidad). (...) Masorange cubre más del 85% de la población española con su red 5G", ha destacado.