La inflación se suaviza en julio hasta el 2,8% por la electricidad y los alimentos

La vida se ha encarecido un 2,8% este julio en España, en relación a lo que costaban la alimentación, la vivienda, los suministros, el transporte o la ropa hace justo un año. Así lo muestra la estimación que mensualmente publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de un dato avanzado que tendrá que confirmar en unos días, pero, por ahora, este organismo calcula que el Índice de Precios de Consumo (IPC) se ha situado en ese 2,8% este mes.

Esto significaría suavizar 6 décimas de golpe una inflación que empezó a ir a la baja en junio, tras tres meses consecutivos de subidas. Y situarla en la cota más baja del año, la misma que se registró en febrero.

Si bien es cierto que, a partir de ese momento, la cifra volvió a escalar, en este caso, la comparación mensual invita al optimismo: de acuerdo con este adelanto, los precios se habrían abaratado un 0,5% en julio en relación con lo que ocurría en junio. Es la primera vez este año que aparece una reducción en este balance, y se trata de la mayor bajada de las tres que ha habido desde enero del año pasado. Hay que remontarse a septiembre de 2022 para encontrar un descenso más acusado.

El INE vincula este cuadro general, considerablemente positivo para el consumidor, con el descenso de los precios de la electricidad (más grande que el que se daba hace justo un año), con la bajada de los precios de la alimentación (que, en julio del año pasado, estaban disparados) y también, aunque en menor medida, con los precios del ocio y la cultura, que suben, pero menos que en julio de 2023.

La inflación subyacente, el indicador que refleja la evolución del coste de la vida sin tener en cuenta el precio de los alimentos o los productos energéticos (elementos que pueden distorsionar mucho los datos) también disminuye dos décimas, y se sitúa en ese mismo 2,8%.

Aumenta el consumo privado

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El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, actualmente pilotado por Carlos Cuerpo, ha sumado estos datos a los que se han publicado también este martes acerca del PIB del segundo trimestre del año (que crece) para celebrar "el fuerte dinamismo de la economía española". El tirón se debe, en parte, a que el consumo privado aumenta un 2,3% en el último año, una tasa que tendría que ir a más a medida que la inflación se vaya estabilizando.

Sobre todo teniendo en cuenta que esta inflación del 2,8% de julio -de confirmarse y mantenerse en agosto esta tendencia a la baja- supone acercarse a la tasa de subida de precios que se asume como aceptable desde el punto de vista macroeconómico (un 2%). Con todo, no hay que perder de vista que esta moderación de la velocidad a la que se encarece la vida, no implica que se esté abaratando. El dato del IPC de julio de 2024 es una comparación con lo que ocurría en julio de 2023, cuando los precios subieron un 2,3%. Esta cifra era, a su vez, un rebote sobre el 10,8% que se registraba en julio de 2022. Lo que, a la postre, se traduce en que la vida está en torno a un 15% más cara ahora, que hace tres años.