LA OPINIÓN DE MÁLAGA

Málaga sondea ya convertir a la Rosaleda en un estadio "Arena" para fútbol y conciertos

Sale a concurso un contrato para estudiar dos alternativas de desarrollo y explotación del recinto, limitándose a los requisitos de la FIFA para el Mundial o ampliando la inversión para darle un uso cultural

Recreación de la futura Rosaleda.

Recreación de la futura Rosaleda. / LOM

Ana l. Montañez

Ya en la recta final para confirmar la incursión de la Rosaleda como uno de los estadios que acogerán los partidos del Mundial 2030, el Ayuntamiento de Málaga empieza a poner en marcha la maquinaria para el desarrollo y ampliación del estadio de Martiricos.

Promálaga ha sacado a concurso un contrato de consultoría para estudiar dos alternativas de desarrollo y posterior explotación del nuevo estadio, un trabajo para el que dan un plazo de cuatro meses y un presupuesto de 300.300,15 euros.

Entre esas dos alternativas se plantea, primero, optar por el modelo «base», que supondría limitarse a cumplir con los requisitos de la FIFA para la celebración del Mundial. Esto es, la ampliación del estadio de fútbol hasta unos 45.000 espectadores, además de construir un aparcamiento, la urbanización del entorno y otras infraestructuras de acceso y evacuación, según se recoge en el pliego de condiciones al que ha tenido acceso a este periódico.

«Es un modelo de estadio de gama alta, que debe cumplir los máximos estándares FIFA para un estadio de esta capacidad», se detalla.

Por otro lado, se plantea ir más allá y aprovechar la intervención para convertir a la Rosaleda en un estadio «Arena», un espacio polivalente que no solo se dedique a la actividad futbolística y deportiva sino que permita también un uso cultural, dispuesto por ejemplo, para la celebración de conciertos y convenciones.

«Podría llegar a disponer de un sistema de césped deslizante y cubierta retráctil, entre otras prestaciones más avanzadas», añade el documento. Esta opción es la que ya puso sobre la mesa el propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que manifestó que la «ambición» del consistorio es tener una infraestructura similar a la del estadio del Santiago Bernabéu.

Además de la intervención en la Rosaleda, esta segunda vía de desarrollo contempla también una «regeneración urbana del entorno más próximo, mediante la creación de una nueva centralidad urbana apartir de un elemento transformador y generador de valores, con amplias posibilidades de usos ciudadanos».

Los pliegos técnicos de este contrato que licita ahora Promálaga ya advierten que esta segunda opción, más ambiciosa, «implica elevar el coste de la inversión significativamente», que hasta ahora se ha cifrado en unos 120 millones de euros.

Eso sí, decantarse por este modelo de estadio híbrido podría resultar «más interesante para operadores privados que el modelo anterior, habida cuenta de su mayor potencialidad de uso los 365 días del año».

Se insiste en que existen «diversas experiencias conocidas» que demuestran que «la operación y explotación del recinto, una vez transformado, podría ser asumida por operadores privados del sector».

No obstante, añade que antes de decantarse por una opción u otra es necesario «profundizar en la viabilidad técnica, económica y financiera, posibles demandas, y potenciales usos, tanto en el estadio como en el entorno más próximo».

Ese estudio deberá dilucidar también qué «posibilidades hay de amortizar, total o parcialmente, la inversión inicial que ha de asumir la Propiedad actual del Estadio de La Rosaleda», que está en manos del Ayuntamiento de Málaga, la Diputación de Málaga y la Junta de Andalucía.

Dos fases

Para ello, se dividirán los trabajos en dos fases. En la primera se deberá estudiar la viabilidad de los dos modelos de transformación del equipamiento planteados, para lo que se trabajará con dos escenarios temporales a 10 y 20 años en cuanto a la determinación de los resultados económicos esperados, entre otras tareas.

En la segunda fase, se abrirá un proceso de contactos e incorporación de agentes y socios privados, así como la determinación de una hoja de ruta a seguir. La idea es que se identifiquen «posibles inversores, operadores y/o explotadores privados en el ámbito nacional e internacional» que pudieran estar interesados en sumarse al proyecto, además de coordinar un proceso de selección de estos perfiles.

En los requisitos para la adjudicación de este trabajo de consultoría, Promálaga exige que la empresa cuente en sus filas con profesionales específicos como un coordinador/a especialista en Consultoría Estratégica, un consultor/a senior especialista en desarrollo de estudios de viabilidad de proyectos deportivos, un consultor/a senior especialista en desarrollo de estudios de viabilidad de proyectos deportivo y un especialista técnico en la ejecución de grandes recintos deportivos. Para todos los puestos se pide una experiencia mínima de 10 años.

Déficit de espacio

Hay que tener en cuenta que la capital está muy limitada en cuanto a espacios para celebrar grandes conciertos o espectáculos cultural que busquen contar con un gran aforo.

Hasta ahora, este tipo de eventos se desarrollan en el Martín Carpena, un estadio con un calendario más que superado por la gran demanda que hay frente a la poca disponibilidad, teniendo en cuenta también la necesidad de contar con este espacio en su faceta deportiva, no solo con el baloncesto sino también con otras competiciones que ya han llegado a laciudad, como puede ser la Copa Davis.

De hecho, en el anterior mandato, la que fue concejala de Cultura y Deportes además de socia de Gobierno, Noelia Losada (Cs), anunció la intención de desarrollar una parcela cercana al Palacio de Ferias y Congresos (Fycma) para construir un segundo estadio, para lo que ya había habido contactos con los gestores del WiZink Center de Madrid. Un proyecto que venía a aliviar esa falta de espacio para grandes eventos en la capital, pero del que hasta la fecha no se han conocido más novedades.