Nuevo libro

Pablo Simón: "Hemos normalizado llamar facha a lo que no nos gusta"

El politólogo presenta su último libro en La Misericòrdia ante una cincuentena de personas y da una clase magistral sobre el auge de la derecha radical

El politólogo Pablo Simón ayer en el salón de actos de La Misericòrdia.

El politólogo Pablo Simón ayer en el salón de actos de La Misericòrdia. / B. RAMON

Gabriel Crespí

El politólogo Pablo Simón es uno de los habituales en las tertulias radiofónicas y televisivas de ámbito nacional. Ya sea en La Ser o en La Sexta detesta la palabra 'tertuliano' u 'opinador' y se define como politólogo "por tener un criterio y una metodología". Valor añadido en cada intervención. Ayer, a modo de profesor universitario, prefirió ofrecer una clase magistral explicando el auge de la derecha radical frente a una cincuentena de personas antes que presentar su tercera y última publicación: Entender la política: Una guía para novatos.

"Las presentaciones de libros son aburridas. El libro está bien, así que compradlo", comenzaba bromeando en el inicio de su monólogo. Simón, colaborador desde hace algunas ediciones del Atlàntida Mallorca Film Fest, aprovechó sus "pseudovacaciones" en Mallorca para encender el proyector, mostrar el logo de la Universidad Carlos III de Madrid, donde ejerce como investigador y docente, y vislumbrar los ejes principales sobre los que se sostiene la política nacional e internacional.

El politólogo se encargó de responder a la pregunta "¿Qué diantres está ocurriendo aquí?". Desde un principio, quiso resaltar la necesidad de precisar las diferentes formaciones dentro de la derecha con una perspectiva europea. Aprovechando, así, los últimos comicios legislativos en Francia y las Elecciones Europeasdel anterior junio. "Hemos normalizado llamar facha a los que no nos gusta y es necesario entender en qué consiste el espacio de la derecha", subrayaba. En su powerpoint, como si estuviera frente a un aula de alumnos universitarios, apareció una diapositiva muy esclarecedora. Por una parte, la derecha tradicional, compuesta por democristianos, liberales y conservadores. Mientras que en el lado opuesto aparecía la derecha radical escindida en derecha radical populista y extrema derecha. "La extrema derecha serían partidos como la Falange o el Fascismo clásico. Por otro lado, la derecha radical populista compra parte del consenso democrático", desarrollaba.

Un espacio no unitario

Simón se esforzaba en destacar que, pese a formar parte de una denominación aparentemente similar, "no significa que no tengan diferencias entre ellos". "No todos son centralistas o europeístas y no todos repudian el feminismo o el colectivo LGTBI", sostenía. En este sentido, explicaba que la principal característica de la derecha radical populista es su estrategia electoral: "Distinguen entre una élite y un pueblo y se proclaman como la verdadera voz del pueblo". Asimismo, lamentaba que "las autocracias de cada vez son más fuertes" y denunciaba "las campañas de desinformación y financiación de la derecha radical" por parte de Vladímir Putin y Xi Jinping para desestabilizar el continente europeo. Cerraba la clase expresando que la derecha radical "recurre a un pasado que nunca existió". "Mientras nos cueste imaginar un futuro mejor, los que sigan apelando a esta nostalgia seguirán ganando la partida", concluía Simón.