CONTENIDO OFRECIDO POR LA EMBAJADA DE CHINA EN ESPAÑA

El desarrollo de nuevas fuerzas productivas de calidad de China ayudará a la construcción de un mundo verde, limpio y hermoso

Yao Jing, embajador de la República Popular China en España.

Yao Jing, embajador de la República Popular China en España. / Embajada China en España

Desde hace algún tiempo, ciertos políticos y medios de comunicación internacionales vienen haciendo ruido sobre la exportación de sobreproducción y las subvenciones de China, en un intento de atribuir los problemas que han surgido en el desarrollo de sus propias industrias de nuevas energías al floreciente desarrollo de la industria de nuevas energías de China, reclamando la construcción de una ‘muralla de cobre y hierro’ contra China.

Estos argumentos van en contra de la tendencia de nuestra era de la apertura y la cooperación beneficiosa para todos, y no ayudan a la comunidad internacional a aunar esfuerzos para hacer frente a los retos mundiales. En consecuencia, irán en detrimento de los intereses comunes de todos los países. China siempre ha insistido en promover la modernización al estilo chino mediante el desarrollo de nuevas fuerzas productivas de calidad, lo que ofrece nuevas oportunidades de desarrollo a todos los países del mundo, incluida España.

La industria de las nuevas energías es un importante reflejo del desarrollo de las nuevas fuerzas productivas de calidad de China. En realidad, la industria china de las nuevas energías no solo no tiene la llamada sobreproducción, sino que contribuye eficazmente a acelerar la transición energética y hacer frente al cambio climático a nivel global.

La industria de las nuevas energías de China se basa principalmente en múltiples ventajas como la tecnología, el mercado y la cadena industrial, etc., en vez de subsidios públicos o competencia desleal.

En primer lugar, dicha industria china tiene la ventaja de ser la pionera, ya que China se ha adelantado al desarrollo industrial y ha invertido a largo plazo en I+D, lo que le ha proporcionado una gran ventaja tecnológica.

En segundo lugar, la mencionada industria tiene la ventaja de la amplia gama de industrias de apoyo. La cadena de suministro y de industria de China es completa, con fuertes ventajas de apoyo industrial, que reducen significativamente los costes de adquisición de las empresas.

La tercera es la ventaja de mercado. China posee un gran mercado e insiste en promover el uso de productos relacionados con las nuevas energías, lo que reduce el coste en el desarrollo e investigación tecnológica y en la producción.

La cuarta se basa en la ventaja de recursos humanos. Los empresarios chinos se caracterizan por su espíritu trabajador y competitivo. La mano de obra china es muy trabajadora y su calidad va en aumento.

China no tiene las subvenciones prohibidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Si algunos países aumentan las subvenciones a las industrias relacionadas con las nuevas energías y, al mismo tiempo, acusan a China de conceder subvenciones masivas que conducen a la sobreproducción, lo que constituye un doble rasero. Además, el Gobierno chino no tiene intención ni ha exportado la llamada sobreproducción.

Al contrario, aquellos productos de las nuevas energías de China han contribuido notablemente a la lucha mundial contra la inflación y el cambio climático. Estos productos se consumen principalmente dentro del país en vez de exportarse al extranjero a gran escala. Por ejemplo, en el caso de los vehículos de nueva energía, el volumen de producción y ventas de China en 2023 es de 9.587.000 y 9.495.000 respectivamente, entre los cuales las ventas nacionales representan el 87,3% y las exportaciones al extranjero sólo representan el 12,7%. El precio medio de venta de los vehículos eléctricos chinos en Europa en 2023 es más de 31.000 euros, superior al precio de venta en China. En este sentido, no existen ni la exportación de sobreproducción ni la distorsión de precios.

En la práctica, las exportaciones chinas de productos relacionados con la nueva energía han ayudado a los países europeos a luchar contra la crisis energética, han reducido la inflación y han apoyado la transición ecológica con bajas emisiones de carbono. Suprimir y frenar el desarrollo de las industrias pertinentes de China no fomentará el desarrollo de sus propias industrias, sino que aumentará el coste del consumo para los ciudadanos y para el desarrollo verde.

En la actualidad, España aboga por el desarrollo verde y promueve activamente la "reindustrialización", mientras que China impulsa la modernización al estilo chino con el desarrollo de nuevas fuerzas productivas de calidad. Los dos países comparten un gran potencial para la articulación de estrategias de desarrollo y una fuerte complementariedad industrial.

En abril de este año, la empresa china Chery y la española Ebro establecieron en Barcelona una empresa conjunta para desarrollar vehículos eléctricos, con la que se espera ampliar la capacidad de producción a 150.000 unidades en los próximos cinco años y crear miles de puestos de trabajo locales directos.

De cara al futuro, China está dispuesta a reforzar la articulación industrial con España, trabajar juntos para profundizar la cooperación práctica en los campos de desarrollo verde y digital para que los frutos de la cooperación sigan beneficiando a los pueblos de ambos países, y realizando nuevas y mayores contribuciones a la causa global de la transformación verde y la lucha contra el cambio climático.