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La Policía impide colgar la bandera LGTBI en el Ayuntamiento de Valencia

El grupo municipal de Compromís responde la alcaldesa por negarse a colgar símbolos y exhibirlos, a cambio, en mupis electrónicos

La alcaldesa Catalá explica que "en ninguno de mis escenarios mentales quise comparar al colectivo LGTBI con una enfermedad”, tras equiparar el día Orgullo a otros días internacionales como el de la ELA o el alzhéimer

La Policía impide colgar la bandera LGTBI en el Ayuntamiento de Valencia

Raquel Serrano (Vídeo)

Claudio Moreno

Compromís per Valencia ha protagonizado este jueves una acción reivindicativa y de protesta tras la agria polémica por las declaraciones de María José Catalá en las que explicaba que no cuelga la bandera del Orgullo del Ayuntamiento como tampoco exhibe las banderas del día del ELA, el alzhéimer o el cáncer. A modo de respuesta y desafiando a la Policía Local, la portavoz valencianista Papi Robles ha afirmado: "Si Catalá la quita, Compromís la pone".

En este sentido, Robles ha destacado que la bandera del Orgullo en el balcón del Ayuntamiento de Valencia ha sido un símbolo para el colectivo LGTBI durante la última década. Por eso, “como el PP y Vox se niegan a hacerlo, Compromís hemos desplegado la bandera para que, aunque fuera por unos minutos, volviera a lucir en el balcón. Desgraciadamente, la alcaldesa ha enviado a la Policía que no ha permitido que la bandera ondeara ni un segundo, arrancándola de nuestras manos, recordándonos que los derechos deben defenderse cada día y que volver atrás, con este gobierno y con Catalá, es posible”.

Robles lamenta que el Orgullo se ha visto ensuciado por distintos sucesos y "regresiones graves desde la llegada del gobierno del PP y Vox a las instituciones valencianas". La portavoz valencianista en el Ayuntamiento recuerda que “Valencia ha sido en los últimos años una ciudad referente en el logro de derechos LGTBI, en la colaboración entre instituciones y movimientos por los derechos civiles y en la protección y fomento de la diversidad sin complejos. Hoy es protagonista de escándalos liderados por los gobiernos de ultra derecha que quieren hacernos retroceder”.

Papi Robles pone como ejemplo de estos retrocesos “la expulsión de las organizaciones LGTBI de la organización de los Gay Games 2026, haciendo partidismo de lo que debería ser un evento de promoción de la igualdad y la diversidad en el deporte. También el intento de politización del Orgullo LGTBI en la ciudad, rompiendo por primera vez después de 9 años la colaboración entre el Ayuntamiento y los movimientos sociales (Lambda, Avegal y FELGTBI+) para la celebración de este día y organizando una fiesta sin el apoyo de los movimientos sociales. Unos hechos que han escondido la LGTBIfobia del PP que ayer se destapó claramente con las declaraciones de la propia alcaldesa de Valencia, Maria José Catalá, equiparando al colectivo LGBTI con enfermedades como la ELA, el cáncer o el alzhéimer, a las que se sumó las del director general de Diversidad de la Generalitat amenazando a Lambda con afirmaciones como ‘quien paga manda’, ‘quien no esté que se olvide de subvenciones’ o ‘que se busque la vida a partir de ahora, pero ya. De la Generalitat que no esperan nada’.”

Moción de urgencia

En una moción urgente que presentará Compromís este viernes al Pleno municipal, se insta a Catalá a pedir perdón por las manifestaciones que han desatado la polémica de calado nacional. También exige a la alcaldesa que se reúna con las principales asociaciones LGTBI de la ciudad para enderezar la situación. Además propone que el Pleno acuerde colgar la bandera LGTBI del balcón del Ayuntamiento, como símbolo de la lucha histórica y de los derechos conseguidos por parte de las personas LGTBI.

Además, reclama al presidente de la Generalidad que destituya al director general de Diversidad por la grave pretensión de "prevaricar" en la adjudicación de ayudas públicas. Y que el gobierno municipal devuelva el liderazgo organizativo de los Gay Games 2026 a las entidades LGTBI que trabajan en la ciudad de Valencia.

Por au parte, la alcaldesa María José Catalá ha vuelto a explicar sus palabras sobre la bandera arcoíris y una relación de días internacionales vinculados a enfermedades como el ELA, el alzhéimer o el cáncer. Lo dijo el miércoles y ha insistido este jueves: “En ningún momento hice una comparación del colectivo LGTBI con ninguna enfermedad”. 

La polémica viene precedida de la acción del Grupo Socialista de colocar una bandera arcoíris de 60 metros abrazando los balcones de sus despachos municipales. El miércoles se le preguntó a la alcaldesa si el gobierno municipal pondría la bandera LGTBI en el balcón del ayuntamiento y Catalá expuso el motivo por el que no se pondrá la bandera en el balcón consistorial. Desde noviembre, cualquier tipo de símbolo se exhibe en unos mupis electrónicos instalados a varios metros de la fachada consistorial. 

En la misma comparecencia ante medios –de dos minutos– la alcaldesa argumentó: “La diversidad es ya una bandera social, no es una bandera política. La diversidad y la libertad para amar no corresponde a nadie y hacemos mal los políticos cuando queremos patrimonializar banderas que ya no son de la política, son de la sociedad, con independencia de la persona a quién vote. Si estamos defendiendo la libertad para que la persona ame a quien quiera, que también vote a quien quiera con independencia de los logros sociales que hemos conseguido entre todos”. 

A continuación, Catalá expuso la citada relación de días internacionales –mezclando el Orgullo con otros dedicados a enfermedades– y añadió: “Yo respeto mucho la libertad de la oposición de poner en sus despachos lo que consideren, pero yo si pongo la bandera del Orgullo también pongo la del ELA, la del alzhéimer, la del cáncer y todas las banderas y necesidades sociales que tiene esta ciudad. Esto se busca con un afán de protagonismo que no tiene sentido, es una conquista social”, defendió. 

Ya por la tarde, cuando habían arreciado las críticas desde partidos de la oposición y colectivos sociales, la alcaldesa precisó que la comparación era de días internacionales. Y ayer redundó en ese razonamiento al ser preguntada por sus palabras: “Estaba lejos de mi intención hacer una comparación o decir que las personas LGTBI son enfermas. Es una malinterpretación. En ningún caso, en ningún momento, en ninguno de mis escenarios mentales quise comparar al colectivo LGTBI con una enfermedad. Me limité a hacer una relación de días internacionales que se celebran con la colocación de pancartas en el Ayuntamiento de València tradicionalmente, y que ahora se celebran con la ubicación de unos mupis electrónicos en los laterales”. 

En este sentido, contrariada tras el revuelo, la primera edil ha pedido profesionalidad en la transmisión de información, pues el vídeo viralizado en medios y redes sociales es un corte de 15 segundos extraído de los mencionados dos minutos. Justo el momento en que enumera los días internacionales. “De una intervención mía de dos minutos se cogió un vídeo de 15 segundos. Y voy a ser muy corta para que nadie tenga que recortar estas declaraciones”, ha ironizado sobre el uso informativo de su aparición del miércoles.