NUEVO DISCO

Alonso Díaz, el músico 'indie' que renace tras Napoleón Solo con un disco de influencias mediterráneas

'¿Qué es querer?' es su nuevo trabajo discográfico, con aires de Battiato y en el que se hace acompañar, entre otros, por Lorena Álvarez y Soleá Morente

El músico granadino Alonso publica nuevo disco, '¿Qué es querer?'.

El músico granadino Alonso publica nuevo disco, '¿Qué es querer?'. / Alba Guni

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

"Me hace gracia que con 38 años que tengo esté sacando mi primer disco", dice Alonso (Díaz, que utiliza sólo su nombre de pila como nombre artístico) con una sonrisa. El músico granadino, uno de los protagonistas de la escena independiente de su ciudad natal, está de vuelta tras varios años de silencio. Después de tres discos con su grupo, Napoleón Solo, además de su trabajo como compositor, arreglista y productor de otros músicos como Soleá Morente, Dellafuente, Los Planetas o Lorena Álvarez, ahora presenta el disco ¿Qué es querer? (Casa Maracas), una obra compuesta con calma, durante un año y medio, en la que se mueve con comodidad por la música popular con evocaciones a Franco Battiato y el pop más mediterráneo.

"Es un disco que ha partido de la soledad", explica en una conversación que tiene lugar en Madrid en un viaje relámpago para presentarlo, "pero si pienso demasiado en por qué hacerlo solo, le pierdo el sentido". Dice que el trabajo responde a un momento vital, un momento de crisis o de ruptura, no necesariamente amorosa, que fue plasmando en unas letras que contienen reflexiones filosóficas sobre el amor y la vida. "Siempre voy acumulando residuos de música por ahí y cuando hay letras, se organizan un poco", dice. Soy humano, Ay dios, qué va a ser de mí, Basta ya de drama o Guerrero son algunos de los títulos de unas canciones que, en cualquier caso, admite que también contienen luz y sanación. "Para que haya sanación tiene que haber una ruptura con uno mismo", explica. "Pero hay que estar dispuesto a renacer, a empezar otra vez de cero, y esto está en el disco".

La ruptura, en todo caso, no fue con Napoleón Solo. El grupo, que tomó el nombre prestado del célebre personaje de una serie de televisión estadounidense de los años 60 (El Agente de C.I.P.O.L.), publicó su primer disco en 2010, Napoleón Solo en la ópera (El Volcán), compuesto íntegramente por Alonso y producido por Fino Oyonarte (y con la curiosidad de que les acompañó a la batería Eric Jiménez, de Los Planetas y Lagartija Nick). En 2012 le seguiría con la misma discográfica Chica Disco, producido por Emmanuel del Real, Meme, miembro del grupo mexicano Café Tacvba y, por último, publicarían Máximo Ruíz Ferrer (Ernie Records, 2015). "Yo no sé si hubo un final. Hubo una dejadez hacia 2018, nos despegamos un poco y cada uno empezó a hacer sus cosas", explica Alonso sobre la banda. "Pero nos vemos de vez en cuando, lo que no hacemos es tocar".

Mente inquieta, el músico compagina sus creaciones y el trabajo para otros artistas con una carrera como profesor de Armonía y Análisis musical en el conservatorio aunque, este año, explica, se lo ha tomado libre. "Quería tener tiempo para componer, poder moverme de un sitio a otro y perder un poco el tiempo también", dice, para explicar a continuación que le gusta compaginarlo, pero cada cierto tiempo necesita cambiar de actividad. "Pero para mí la docencia es importante, es algo creativo también, porque suelo improvisar bastante". Su alumnado es bastante avanzado y admite que le gusta conocerles y descubrir su interés, dentro y fuera de la música. "A veces pienso que no sé cómo he acabado componiendo canciones, porque realmente de pequeño yo estaba en el camino de hacer música sinfónica en serio".

Aires mediterráneos

En ¿Qué es querer? no hay obra sinfónica, pero sí música electrónica de sintetizadores a medio tiempo, aires de rumba en la línea de Kiko Veneno, salsa y música griega. Y aunque el disco tiene ese sonido de la música pop italiana capitaneada por Battiato, él dice que no fue una referencia componiendo el disco. "Cuando empecé a escribir estas letras tuve una recaída en la escucha de música clásica: Beethoven, Bach, mucho siglo XIX...", dice y, tras una pausa, añade que también escuchó jazz y música griega tradicional que, quizás, le dé ese aire mediterráneo al disco. "Aunque no estaba en mis planes que tuviese ese aire mediterráneo, en algunas canciones hay bandurrias, laúdes, espineta... Hay instrumentos italianos, es inevitable".

Pese a que ha compuesto un disco personal, no está solo en las canciones. En la grabación también participaron Ezequiel Olmo Zeque, en las percusiones, David Montañés en el piano, Ramón Monchi con la mandola, las voces de Lorena Álvarez y Soleá Morente en varios temas y la Orquesta Ciudad de Granada, que arropan Sueño borracho. "Tenía una grabación de la orquesta de un trabajo como arreglista que había hecho para otro artista", explica. "Había grabado cosas de sobra que no se habían usado para ningún disco, así que se me ocurrió quedármelas para mí después de pedir algún permiso de manera no oficial. Pensé que al final de la canción podía entrar el arreglo de orquesta sin pensarlo mucho".

Lo que empezó como un proyecto personal terminó implicando a muchos músicos. "Pensé que iba a terminarlo yo solo, pero al final ha colaborado más gente", admite. "Hubo una parte del proceso que empecé a mezclarlo con Adan Jodorowsky, pero me hacía yo un lío mezclando a distancia, entre México y España, y lo terminé en Granada con Carlos Díaz".

Ahora prepara la puesta en escena del disco recién salido para volver a la carretera después del verano. "Estoy montando una banda", explica, "pero el planteamiento no es exactamente que suene como el disco, quiero hacer algo menos tranquilo, más funky". Mientras tanto, ya ha iniciado un nuevo proceso de composición. "Estoy haciendo canciones y, bueno, picando muchas cosas", añade. "A mí me gusta tener doscientas cosas, empezarlas y luego ya que se terminen por su cuenta, si es que hay que terminarlas".