MÚSICA

The Lemon Twigs: "Preferimos dar a los fans canciones nuevas que colgar fotos en las redes sociales"

El grupo de los hermanos D'Addario presenta su aclamado último álbum, 'A dream is all we know' en una minigira española que concluirá en el Primavera Sound

The Lemon Twigs: Brian (izquierda) y Michael D'Addario

The Lemon Twigs: Brian (izquierda) y Michael D'Addario / Stephanie Pia

Brian y Michael D’Addario tenían 17 y 15 años respectivamente cuando compusieron las canciones que en 2016 formarían parte del primer elepé de The Lemon Twigs, ‘Do Hollywood’. En ese disco, Brian tocaba la guitarra, el bajo, el piano, los teclados, el violín, el chelo y la trompeta, además de cantar y firmar los arreglos orquestales. Michael ‘se limitaba’ a cantar y tocar la guitarra, el bajo, el piano, los teclados, la batería y la percusión. Un alarde de precocidad y competencia instrumental que los hermanos D’Addario ponían al servicio de unas canciones de apabullante exuberancia en las que la pareja exhibía todos sus gustos musicales sin guardarse nada. No eran, precisamente los gustos musicales que uno podía esperar de unos chavales crecidos en la primera década del siglo XXI.

“Por influencia de nuestros padres, crecimos viendo vídeos de los Beatles, los Monkees y los Dave Clark Five y escuchando a los Beach Boys -explica Michael desde el estudio que el dúo tiene en Brooklyn-. En lugar de jugar a videojuegos o practicar deportes, pasábamos el tiempo aprendiendo a tocar instrumentos y a escribir canciones, así que no teníamos casi nada en común con los chicos de nuestra edad”. Los padres de Brian y Michael son Ronnie D’Addario, un músico neoyorquino que en los años 70 y 80 facturó un puñado de estupendas canciones de pop atemporal con escasa repercusión, y Susan Hall, una psicóloga apasionada por el mundo del espectáculo que desde muy temprano guio a sus hijos hacia la interpretación y alentó su carrera como actores infantiles (entre otros trabajos, Michael interpretó al hijo de Ethan Hawke en la espeluznante ‘Sinister’ de Scott Derrickson).

Que unos chicos tan jóvenes debutaran con un álbum tan ambicioso y, a la vez, tan desconectado de su época (en ‘Do Hollywood’ es fácil rastrear las huellas de los Beatles, los Beach Boys, los Kinks, Todd Rundgren, Sparks, Queen y la ELO, entre otros) llamó la atención de la crítica, que, sin embargo, prefirió mirar hacia otro lado cuando The Lemon Twigs publicaron su segundo elepé, ‘Go to school’ (2018), un disco conceptual sobre un chimpancé que recibe la misma educación que un humano y llega a ir al instituto (la cosa no acaba bien). “Éramos todavía muy ingenuos, pero al menos ese álbum nos sirvió para probar cosas diferentes y para demostrar que el grupo no era un pasatiempo, sino algo que nos tomábamos muy en serio”, apunta Brian.

Cambio de enfoque

La fase de experimentar con géneros diversos en busca de una personalidad propia se prolongó con ‘Songs for the general public’ (2020), un disco lastrado por el exceso de ideas (algunas, brillantes; otras, no tanto). “Llegó un momento en el que nuestros discos resultaban muy dispersos y vimos que el público no estaba respondiendo -admite Michael-, así que cambiamos de enfoque. Y como Brian estaba convencido de que sus mejores canciones eran las baladas acústicas, decidimos hacer un elepé centrado en eso”.

El resultado, ‘Everything harmony’ (2023), dio un nuevo impulso a la carrera de The Lemon Twigs y ellos lo aprovecharon para… grabar otro disco casi inmediatamente. “Estamos muy orgullosos de ‘Everything harmony’, pero sabíamos que no íbamos a poder tocar algunas de esas canciones mucho en directo porque no encajan con la idea que tenemos de lo que debe ser un ‘show’ de rock’n’roll divertido. Necesitábamos canciones nuevas”, señala Brian, antes de ser interrumpido por su hermano menor: “Con la estructura actual del negocio discográfico, puede llevar mucho tiempo publicar un álbum, pero nosotros no queremos eso. Queremos sacar discos todo el tiempo. Preferimos relacionarnos con nuestros fans dándoles canciones nuevas que colgando fotos en las redes sociales o algo así”.

Adalides del 'merseybeach'

Entre la aparición de ‘Everything harmony’ y la de el magnífico ‘A dream is all we know’, publicado el pasado 5 de mayo, transcurrieron 12 meses exactos. Un periodo muy corto para los estándares de hoy en día pero poco impresionante si se compara con la época en la que los Beatles y los Beach Boys lanzaban dos y hasta tres elepés cada año. Esos dos grupos son precisamente los pilares del universo pop en el que habitan los hermanos D’Addario, hasta el punto que estos han acuñado el término ‘merseybeach’ para referirse a su propia música. “Decir que nuestro sonido es una combinación de los Beatles y los Beach Boys es una gran simplificación, pero sirve para definir un territorio en el que caben muchas otras cosas”, sostiene Brian.

Entre esas muchas otras cosas hay un montón de bandas de la segunda mitad de los años 60, algunas de ellas francamente oscuras (en la conversación surgen nombres como The Byrds, The Zombies, The Left Banke, The Move, Honeybus, The Millennium, Van Dyke Parks, The Mirage, The Flying Machine, los suecos Tages y unos cuantos más). “No tratamos de copiar a esos grupos de manera consciente, pero está claro que los hemos escuchado -dice Michael-. En lo que se refiere a la producción, para nosotros el periodo comprendido entre 1966 y 1973 representa la cima más alta de la música pop”. “En esos años, la gente era realmente buena a la hora de grabar instrumentos acústicos y eléctricos juntos, que es algo que nos atrae mucho”, completa Brian.

En el estudio, los dos hermanos se reparten casi todo el peso de la grabación (analógica, por supuesto), con la presencia esporádica de algún músico invitado (Sean Lennon coproduce y toca el bajo en una de las canciones de ‘A dream is all we know’). En directo, sin embargo, The Lemon Twigs se convierten en un cuarteto, con el añadido de Danny Ayala (bajo, teclados y voz) y Reza Matin (batería). Una alineación que potencia la faceta más power-pop del grupo y que paseará esta semana por varias ciudades españolas (Madrid, Bilbao y Zaragoza) antes de recalar en el festival Primavera Sound, donde The Lemon Twigs tiene doble comparecencia: el sábado, en el Parc del Fòrum y el domingo, en la sala Apolo.