VIOLENCIA MACHISTA

Fiscalía denuncia que Ramón Paso sometió a sus víctimas "con violencia e intimidación directa" y a pesar de "su oposición o desagrado”

El ministerio público denuncia los abusos sobre al menos 13 mujeres de su compañía de teatro, a las que sometía "para garantizarse la satisfacción de sus deseos sexuales mediante prevalimiento, violencia, intimidación y/o abuso de confianza”

Algunas de sus víctimas habían sufrido situaciones traumáticas con anterioridad, como ser víctimas de abusos sexuales en su infancia, y Paso se aprovechaba de estas circunstancias

Ramón Paso, dramaturgo denunciado por la Fiscalía por abusos a las actrices de su compañía, en una imagen de archivo

Ramón Paso, dramaturgo denunciado por la Fiscalía por abusos a las actrices de su compañía, en una imagen de archivo / EPE

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El dramaturgo Ramón Paso, denunciado por la Fiscalía Provincial de Madrid por presuntos delitos sexuales contra 14 mujeres, captaba mujeres jóvenes, procedentes de lugares lejanos a Madrid o con familias desestructuradas y en situación económica precaria, "sin apenas experiencia profesional ni sexual y con la ilusión y el sueño de ser actrices”. Las sometía "para garantizarse la satisfacción de sus deseos sexuales mediante prevalimiento, violencia, intimidación y/o abuso de confianza según los casos, convirtiéndolas en objetos de su placer sexual”. Paso, de 48 años, accedía a sus víctimas a través de las pruebas de selección de sus trabajos teatrales, con un “objetivo” que respondía “a otro interés” diferente al teatral. Es el relato que recoge el texto de denuncia, al que ha tenido acceso el diario El País.

La denuncia se conoció el pasado mes de abril, después de que algunas de las mujeres que sufrieron los abusos decidieran hacerlos públicos, representadas por la abogada Luisa Estévez Martínez. Fue Estévez quien puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Madrid. El Ministerio Público le tomó declaración a la letrada como testigo y luego recabó las testificales de 14 mujeres que ratificaron la denuncia.

En su escrito, la Fiscalía sostiene que los delitos de los que se acusa a Paso se cometieron sobre al menos 13 mujeres “de edades comprendidas entre los 18 y 28 años de edad, durante los años 2019 y hasta abril de 2023″. Además, habría que añadir un caso en 2014 y una denuncia "por hechos ocurridos cuando era menor de edad” que no ha podido ser ratificada por estar la víctima fuera de Madrid.

Los hechos denunciados se habrían producido siempre a propósito de la actividad teatral de Paso, que es nieto del dramaturgo Alfonso Paso y bisnieto del escritor Enrique Jardiel Poncela. El escrito del Ministerio público relata “relaciones sexuales vaginales, anales y bucales, sin contar con el consentimiento libre emitido por las jóvenes, que rechazaban los encuentros sexuales, si bien en ocasiones se sentían constreñidas a realizarlos, sometiéndose en ocasiones a ellos sin consentirlos, conociendo el denunciado su oposición o desagrado”. Además, la denuncia añade que en algunos casos “las sometió con violencia e intimidación directa para lograrlo. Hasta el punto de ocasionar a una víctima desgarros anales y a otra una infección vaginal”.

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La Fiscalía relata como Paso se aprovechaba de su posición como director de la compañía teatral Paso-Azorín para “acceder a determinadas mujeres para embaucarlas y aprovecharse sexualmente de ellas”. En ocasiones Paso publicaba pruebas específicas de selección en la web Solo Actores. Los requisitos para acceder a ella eran únicamente que se tratase de "mujeres jóvenes, de aspecto aniñado, para realizar varios papeles en los que generalmente se destacaba el carácter alocado, sexy, atrevido, pícaro o desinhibido del papel”. Su único objetivo, dice la Fiscalía, era "conseguir disfrutar sexualmente de las jóvenes, aunque ello supusiera destrozarlas psicológicamente y el fin de su inicial carrera teatral”.

El contexto de los abusos incluía, de acuerdo a la querella, el consumo de alcohol y abrazos o besos no solicitados. También, situaciones de intimidación como llamar “zorritas” a las mujeres de la compañía con las que había tenido relaciones o ponerle la mano “sobre la pierna y en la entrepierna cuando estaban viendo los ensayos”. Además controlaba circunstancias como la atención ginecológica de algunas de las víctimas a través de conocidos suyos, o instarlas a tomar "la pastilla del día después, por imposición de él, porque nunca usaba preservativo”.

Algunas de sus víctimas habían sufrido situaciones traumáticas con anterioridad, como ser víctimas de abusos sexuales en su infancia, y Paso aprovechaba su conocimiento de estas circunstancias para provocar “un gran daño psicológico del que Ramón era consciente”, con situaciones como imponerles representar una violación o enfrentar a sus abusadores en el teatro.

Paso mantenía además presión sobre las víctimas para que mantuvieran los abusos en secreto y para continuarlas en el tiempo, excluyéndolas de los ensayos o perjudicando sus carreras profesionales si decidían dejar de hacerlo, para “crearles inseguridad, inestabilidad emocional y mandarles un mensaje muy claro: quién era el que mandaba”. La querella recoge, además, que las víctimas presentan “daños psicológicos, mostrando estrés postraumático y niveles altos, moderados y leves de ansiedad, que han requerido en todo caso, terapia psicológica”.