ESTRENO

La 'rompetaquillas' de vida personal desconocida: un documental recupera la figura de Lina Morgan

Israel del Santo dirige 'Lina' para Movistar Plus+, en el que recorre la trayectoria de una cómica que quiso ser 'vedette' y forjó una carrera de éxito que duró cuatro décadas

Lina Morgan en uno de sus mayores éxitos en el cine, 'La tonta del bote', dirigida en 1970 por Juan de Orduña y basada en una obra de teatro de Pilar Millán Astray, hermana del fundador de la Legión.

Lina Morgan en uno de sus mayores éxitos en el cine, 'La tonta del bote', dirigida en 1970 por Juan de Orduña y basada en una obra de teatro de Pilar Millán Astray, hermana del fundador de la Legión. / EFE

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

¿Ha envejecido bien el humor de Lina Morgan o hay que verlo hoy en su contexto temporal? "Bueno, en España tenemos nuestras cosas, puedes pasar de ser la persona con más audiencia de la televisión de la historia a ser considerado caspa en una tarde". Israel del Santo, director y guionista, es el responsable de Lina, una serie documental sobre la figura de la actriz Lina Morgan que este lunes estrena Movistar Plus+. En tres episodios, la serie narra cómo fue la vida, pero sobre todo la carrera, de esta estrella, la primera mujer en comprar un teatro en Europa (el Teatro de La Latina de Madrid, que adquirió en 1984 y del que mantuvo la propiedad hasta 2010), en ganar 192.000 euros por episodio en una serie de televisión (Hostal Royal Manzanares, emitida en TVE en 1996 y cuyo episodio más visto tuvo una audiencia de 8,7 millones de espectadores) o en reunir, frente a la pantalla, a casi veinte millones de espectadores en una sola noche, con la emisión en directo, desde el teatro, de su revista Vaya par de gemelas, en 1983.

Nacida María de los Ángeles López Segovia (1936 - 2015), Lina Morgan, que tomó el apellido del capitán Morgan, un personaje de su infancia, fue la cuarta hija de cinco de un matrimonio compuesto por un oficial de sastre y una ama de casa. Siempre quiso ser artista y desde los once años se formó en danza española para conseguir su sueño. Debutaría en una compañía de talentos infantiles con 13 años (Los chavalillos de España) y desde ahí ya no pararía a trabajar hasta casi su fallecimiento, por una neumonía, en 2015. A lo largo de seis décadas fue actriz, vedette y, sobre todo, la reina de la comedia. A través de sus apariciones en los escenarios, en el cine y sobre todo en la televisión, fue un rostro familiar para varias generaciones de españoles y, sin embargo, buena parte de su vida sigue siendo un misterio.

El nuevo documental narra todo esto a partir de imágenes de archivo (de sus trabajos y sus propias declaraciones) con intervenciones de estudiosos del teatro, su biógrafo, personas que la conocieron y trabajaron con ella y cómicos actuales que ponen en valor su legado. "Sobre todo nos centramos en la parte artística, es bastante irrelevante lo que hacía en su casa o cuando se bajaba del escenario", dice del Santo. "Sé que hay mucho público interesado en esa parte, pero no somos el espacio adecuado. Queríamos mostrar su faceta artística porque su grandeza ocurría encima del escenario, cuando se bajaba era muy tímida y bastante sosa, si la comparas con otras grandes estrellas".

Referente del humor

Con un ritmo ágil y un montaje divertido ("los documentales no tienen por qué dar la turra", dice el director), la serie narra cómo se convirtió en artista desde una primera formación como bailarina y cómo su vis cómica le hizo destacar hasta terminar imponiéndose sobre el resto de facetas. El contexto histórico, su legado y las propias vicisitudes que viven los artistas en el día a día de su trabajo aparecen contados por Jesús García Orts, su biógrafo, Andrés Pérez, del Museo Nacional del Teatro, actores como Manolo Zuazo (que trabajó con ella desde sus inicios en la compañía infantil), José Sacristán, Lolita y una larga lista de cómicos y cómicas. Algunos, incluso, admiten abiertamente que no han visto ninguna de sus películas. ¿Por qué incluirlos entonces? "Todos entendieron un mensaje muy sencillo: Lina Morgan te puede gustar o no, pero todos tienen un poquito de Lina Morgan".

Las personalidades que pasan por la cámara de del Santo enumeran sus elementos de comicidad: el vestuario, la presencia escénica, la improvisación, los elementos propios del clown, pero también la torpeza y caídas accidentales (lo que se conoce en el argot teatral como slapistick)... Eva Soriano, Silvia Abril, Anabel Alonso, Joaquín Reyes, José Mota, Pepe Viyuela, entre otros, pero también Vinila Von Bismarck, Lorena Castell, María León o Ladilla Rusa recrean algunas escenas icónicas de Lina Morgan, llevadas al terreno que ellos eligen. "Que el documental fuese divertido era obligatorio, por esto acudimos a las grandes estrellas del humor y les pedimos que participasen en este experimento". El único que falta y a Ismael del Santo le habría gustado incluir, es Andreu Buenafuente. "Seguramente ese día le pilló grabando", dice sin darle más importancia.

La cómica Eva Soriano junto a Israel del Santo, director de 'Lina', en un momento del rodaje de la serie documental que estrena Movistar Plus+

La cómica Eva Soriano junto a Israel del Santo, director de 'Lina', en un momento del rodaje de la serie documental que estrena Movistar Plus+ / Álex Lomart

El que sí trabajó con Lina Morgan fue el propio director de la serie, "cuando yo era muy jovencito", dice, en La noche de Lina (en 1995). Su madre, añade, fue una de las realizadoras de Hostal Royal Manzanares. ¿Y cómo la recuerda? "Era una mujer muy cariñosa y muy respetuosa, con una forma de trabajar muy cercana, muy de aquella generación en la que todo el mundo se sabía el nombre de todos", responde. "La recuerdo como una muy buena compañera siendo ella una gran figura y nosotros no".

'Españolada' y tendencias políticas

Como hija de su tiempo, Lina Morgan explotó un tipo de humor que, en el cine, se calificaría años después como españolada: comedia de enredo con un galán y mujeres de físico despampanante y pocas luces además del personaje de la graciosa, que era no tan agraciada (o se exageraba) y sí, un poco torpe. El humor explotaba los tópicos para hacer burla (los paletos, los mariquitas, los ignorantes, las personas con defectos físicos o en el habla...) y en medio se desarrollaba un romance y acababa con final feliz (casi siempre, boda). Las que tienen que servir (1967), Los subdesarrollados (1968), Soltera y madre en la vida (1969), La tonta del bote (1970), La descarriada (19792) son algunos de los elocuentes títulos de sus películas.

"Resuélvenos la duda: ¿era facha o no?" Pregunta en el documental Tania Lozano, miembro del grupo musical Ladilla Rusa. Las respuestas se suceden: los participantes afirman "era de derechas", y sus declaraciones se intercalan con otras que dicen: "¿y qué?" o con las de la misma Lina Morgan, que dice que la política le quita muchos amigos y que prefiere dejarla a un lado.

Joaquín Reyes la parafrasea: "Yo el dinero en joyas y lingotes que si no vienen los rojos y me lo quitan". En un plano más adelante, añade: "Se llaman impuestos".

Joaquín Reyes caracterizado como Lina Morgan en la serie documental 'Lina' que dirige Israel del Santo para Movistar Plus+.

Joaquín Reyes caracterizado como Lina Morgan en la serie documental 'Lina' que dirige Israel del Santo para Movistar Plus+. / Álex Lomart

La realidad es que poco se sabe de sus inclinaciones políticas, como las de cualquier otro aspecto de índole personal. La cantidad de rumores en torno a su vida, dice del Santo, tiene mucho que ver con el hecho de que fuese una mujer exitosa. "He visto muchísimos documentales sobre Buster Keaton y ninguno aborda su herencia", protesta el director. "Lina Morgan es una mujer de su época que lleva el pelo corto, viste pantalones, que no forma una familia convencional y tiene un éxito tremendo a nivel empresarial, eso en la época se consideraba sospechoso".

Tampoco entra el documental sobre su supuesta visión conservadora de la sociedad. Su hermano José Luis, que fue su más querido compañero y representante durante la mayor parte de su carrera, hasta su muerte en 1996 era homosexual y murió de sida, algo de lo que ella nunca quiso hablar en público. "A mí me daba vergüenza llamar porque van a pensar cualquier cosa", decía la propia Morgan con la voz entrecortada en una llamada en directo en un especial de televisión para recaudar fondos contra el sida dirigido por Raffaella Carrà. "Esto no es un pecado, es una enfermedad", seguía. Lina Morgan ocultó la enfermedad y muerte de su hermano durante meses, incluso entre las amistades que llamaban por teléfono a su casa pidiendo hablar con él, aunque el documental no profundiza si lo hizo por sus valores conservadores o para proteger su intimidad. "Nadie puede decir que fue al entierro de su hermano", dice del Santo.

La actriz Lina Morgan, en la presentación de una de las últimas series de televisión que grabó para TVE.

La actriz Lina Morgan, en la presentación de una de las últimas series de televisión que grabó para TVE. / EFE/Inma Tapia

Su vida amorosa

La sexualidad no normativa de Lina Morgan fue un rumor nunca confirmado. "Pero de una manera despectiva, porque no se soporta que una mujer tenga éxito", se queja del Santo. "Y sin embargo, no existe una persona que pueda decirte: Yo me acosté con Lina Morgan". Y zanja: "Es que era una señora que cuando salía de trabajar se iba a comer una berza con su hermana, su vida era muy aburrida".

Lina menciona sus principales amores (Manolo Zarzo y José Sacristán admiten un cierto roneo de juventud con ella), algunos con hombres casados ("yo nunca rompí una familia", dice la propia Morgan en una entrevista), pero lo cierto es que nunca abandonó el hogar de su familia y mantuvo poca presencia en fiestas o eventos. Tampoco es tan raro: la artista admitía en una entrevista que pasaba en el teatro entre las cinco de la tarde y las dos de la mañana. Hacía 14 sesiones teatrales a la semana, sin ningún día de descanso. "Hizo un tremendo sacrificio que no sé si estaríamos dispuestos a hacer hoy y que tampoco creo que sea necesario", afirma el director.

El documental cierra con otro de los misterios que se mantienen hasta hoy: a dónde fue a parar la herencia de una mujer que murió sin descendientes y que ganó muchísimo dinero en vida. El director utiliza un guiño para abordar la cuestión sin entrar en ella, de la mano de su heredero universal: su chófer y persona de confianza Daniel Pontes. Pero para averiguar qué dice, mejor será ver el documental hasta el final.