MÚSICA

El Congreso insta al Gobierno a defender la candidatura de la rumba catalana a la Unesco

El Parlamento aprueba una proposición no de ley instando al Gobierno a promover que este género musical sea reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Peret, en una actuación televisiva

Peret, en una actuación televisiva / Carabutsí

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

Primer avance significativo de la candidatura de la rumba catalana a la Unesco desde que echó a andar en 2022 y se presentó en sociedad el año pasado.

El Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición no de ley que insta al Gobierno español a defender la candidatura de la rumba catalana a Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco y que el género musical sea incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en el plazo máximo de seis meses.

La proposición no de ley, presentada por el Grupo Parlamentario Republicano y aprobada con 34 votos a favor y tres abstenciones, reclama asimismo al Ejecutivo de Pedro Sánchez que colabore con la Conselleria de Cultura de la Generalitat de Cataluña, la Plataforma para la Defensa de la Rumba Catalana, artistas y músicos para promover y proteger esta manifestación cultural.

La Plataforma para la Defensa de la Rumba Catalana está liderada por Rosa Pubill (hija de Pere Pubill Calaf, Peret) y Amadeu Valentí (hijo de Josep Maria Valentí, Chacho).

Revés

El proceso para que la rumba catalana sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco recibió un revés en el verano de 2023 al desaconsejar el Ministerio de Cultura la denominación de origen 'catalana', en aras, alegó, de conseguir el máximo de apoyos la candidatura entre las comunidades autónomas.

Son los estados quienes tramitan las candidaturas y las presentan a la Unesco. En España, el Ministerio de Cultura somete cada propuesta a votación en el Consejo de Patrimonio Histórico, donde están representadas las autonomías. Y es ahí donde se sitúa el obstáculo, vino a decir el ministerio: en la dificultad de que un hecho cultural cuya denominación interpela a una sola comunidad pueda hacerse con los suficientes apoyos.