ENTREVISTA

La intrahistoria de 'Potra salvaje', el grito indomable de Isabel Aaiún: "Mi aspiración no es hacerme rica, sino ser feliz"

Jinete y cetrera de profesión, dio el salto a la música en 2022 con la publicación de la canción que ahora corona las listas de éxitos en España: desde Segovia, desmenuza los secretos de su tema estrella

Isabel Aaiún es la artista detrás de 'Potra salvaje'.

Isabel Aaiún es la artista detrás de 'Potra salvaje'. / ARCHIVO

Pedro del Corral

Pedro del Corral

Hija, nieta y bisnieta de zapateros, el sueño de Isabel Aaiún era ser jinete. Quería montar a caballo como fuera, aunque para ello tuviera que sacrificar la tradición familiar. A los 10 años lo hizo por primera vez y, desde entonces, se buscó la vida para hacer de su ilusión un trabajo. Así que empezó a limpiar cuadras a cambio de clases, la única forma de entrar en un universo que aún no ha abandonado. “Sin saberlo me estaba convirtiendo en una niña capaz de desbravar potros”, dice. De aquella experiencia nació el tema que lleva semanas coronando las listas de éxitos: dos años después de su publicación, Potra salvaje acumula 12 millones de reproducciones gracias al remix makinero del DJ Fernando Moreno. Es la segunda canción más viral del mundo a día de hoy.

“En mi familia nadie tenía caballos. Es una pasión que no sé de dónde viene en realidad. Solía pedirle a mi madre que me llevara a la hípica, pero nunca lo hice hasta que una amiga me lo propuso. De repente, descubrí un sitio muy cerquita al que podía ir andando. Así que, después del instituto, cada tarde, me iba para allá. Ayudaba a los dueños a cambio de que me enseñaran. Cuando quise darme cuenta, era toda una jinete”, recuerda Aaiún a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA desde su Segovia natal. Se le nota entusiasmada, está en un momento dulce de su incipiente carrera. De hecho, habla con tanto fervor que las ideas se le acumulan en la boca. No quiere dejarse nada dentro.

Isabel Aaiún, en una imagen promocional.

Isabel Aaiún, en una imagen promocional. / ARCHIVO

Aquella niña no cejó en su empeño y, con 16 primaveras, se metió de lleno en la profesión. Un oficio que ha mantenido, en la práctica, hasta que decidió dar el salto a la música en 2022. Hoy, ya con 37, compagina ambas esferas con la calma que da la madurez. De ahí que esté saboreando lentamente cada triunfo. “Ahora no tengo demasiado tiempo para los caballos, pero no los abandono. De lo contrario, me moriría. Son parte de mí”, relata. El arte está ocupando casi todo en su presente. Una conexión que surgió bien pronto, ya que en casa no había quien no tocase un instrumento. Curtida en un ambiente artístico, se inició en la composición de casualidad. Y del ejercicio más honesto posible nació Potra salvaje.

“A raíz de una colaboración con Lagarto Amarillo que tuvo su repercusión, Pablo Mora, su cantante, me propuso escribir algo juntos. No teníamos ninguna pretensión, sólo queríamos ver qué pasaba. La fuimos haciendo a ratitos, bastante rápido”, explica. La letra es autobiográfica, como todas las que conforman el álbum que editó a principios de año. Es su particular manera de gestionar tantas emociones acumuladas: “No sabría ponerle sentimientos a una historia inventada. Cuando habla el corazón todo es más sencillo. En este caso, reflexiona sobre la necesidad de perdonar y avanzar. Jamás me ha gustado hacerme pequeña frente al resto. Es un modo de decirme que yo también puedo tirar hacia adelante”.

¿Canción del verano?

Precisamente, por ello, tanta gente ha empatizado con ella. A diario, recibe decenas de mensajes que trata de responder con el mismo cariño: “Muchos se sienten identificados conmigo. Y es fácil que la canción se les quede dentro. Este éxito es de todos. Lo vivo así”. No obstante, a pesar del brillo, ella ha optado por mantener la rutina de siempre. Sin estridencias ni sabotajes. “Mi aspiración no es hacerme rica y famosa, sino ser feliz. Ya sea con mis animales o mis temas. Lo más bonito que me ha ocurrido es que alguien, tras descubrirme, haya decidido quedarse a mi lado. No está de paso. Y eso es precioso. Así que no tengo miedo. Quiero mantenerme con los pies en la tierra… me da respeto cruzar una línea y que no me guste lo que encuentre detrás”.

Aunque curtida en las tablas de Segovia, le toca arrancar una gira por España que comienza el 26 de octubre en la LaSala del WiZink Center de Madrid: “En noviembre tuve que escoger y decidí darle una oportunidad a la música. Si no funciona, pues nada. Soy feliz montando a caballo. Sobre todo, deseo vivir tranquila. Y poner cara a tantas personas que me están apoyando. Mis padres están orgullosísimos de todo lo que me está sucediendo. A quién no le gusta celebrar los logros de sus seres queridos”, concluye risueña. Antes de colgar, una última pregunta: ¿será el himno del verano? “Me pones en un compromiso. No te voy a responder, sólo diré que me encantaría. Que pase lo que tenga que pasar”.