'STREAMING' ALTERNATIVO

Otros hacen un podcast, ellos una emisora: Radio Relativa, el proyecto de unos amigos que transmite música y cultura desde Usera al mundo

Seis años después de nacer, la radio 'online' madrileña cuenta con una amplia programación en la que conviven la música y otras disciplinas creativas, el talento local y una vocación internacional

Pablo Losa (izda.) y Guillermo Blasco, dos de los fundadores de Radio Relativa, en su estudio en Madrid.

Pablo Losa (izda.) y Guillermo Blasco, dos de los fundadores de Radio Relativa, en su estudio en Madrid. / ALBA VIGARAY

Jacobo de Arce

Jacobo de Arce

Es el mediodía de un viernes cualquiera y la web de Radio Relativa se abre con un amplio espacio en blanco en el que se puede hacer un dibujo con el cursor y después archivarlo en una galería de imágenes que cualquiera que acceda podrá ver. Más allá de los inevitables monigotes de guasa, en algunas se hace evidente que su audiencia es una comunidad eminentemente creativa. El directo de esta emisora online que se presenta como ‘Madrid Experimental Radio’ ofrece Friday Funday, el programa de precalentamiento para el fin de semana que conducen Alex Cosmos y Beatriz G. Aranda. Hoy tienen como invitado a Josephine Soundscapes, agitador cultural y un clásico de la escena electrónica madrileña. Finally, aquel himno dance que cantaba CeCe Peniston a principios de los 90, cierra el programa y deja a los oyentes con el humor adecuado para ir pensando en cervezas, terrazas y clubes.

La creación más underground, la participación y el mero disfrute son desde sus orígenes los ingredientes esenciales de Radio Relativa, que nació hace seis años a raíz de las fiestas que organizaban sus fundadores para pinchar la música que les gustaba. Hoy se podría decir que siguen haciendo algo parecido, porque la suya sigue siendo una propuesta cultural esencialmente lúdica. Nadie puede vivir por ahora de este proyecto que se mantiene por el esfuerzo gratuito y el amor al arte, nunca mejor dicho, de quienes llevan sus riendas, además de por la generosidad de esa miríada de colaboradores (músicos, djs, especialistas en distintas disciplinas del saber) que regalan su contenido y su conocimiento a los oyentes. Como otras de su tipo en diferentes ciudades del mundo, es lo que se llama una emisora comunitaria, aunque esa comunidad, en tiempos de internet, sea en realidad una audiencia global.

Guillermo Blasco es uno de sus fundadores. Arquitecto en ejercicio, tiene su estudio en el mismo espacio del distrito de Usera, a poca distancia de Matadero, en el que se encuentra el estudio de la radio, una nave de dimensiones medianas que se divide en tres partes. En la entrada se abre un amplio espacio diáfano a modo de atrio que acoge eventos puntuales, desde presentaciones a exposiciones. Al fondo, una mezanine divide la otra mitad del local en dos áreas diferentes. Abajo hay una especie de coworking en el que trabajan una impresora que se dedica a la risografía, un informático, un diseñador y el propio Blasco. Los tres últimos son también quienes llevan el día a día de la radio con otro compañero que trabaja fuera. En la parte superior de la estructura es donde se sitúa el estudio de radio, una especie de cápsula recubierta de material para amortiguar el sonido y con un gran ventanal redondo desde el que, como si fuera un ojo, se domina buena parte de la nave.

Las instalaciones de Radio Relativa en el distrito de Usera. El estudio de grabación está en la parte superior.

Las instalaciones de Radio Relativa en el distrito de Usera. El estudio de grabación está en la parte superior. / ALBA VIGARAY

Como arquitecto, Blasco trabaja en la reforma de espacios comerciales y de hostelería, diseña exposiciones y también hace algunas piezas de mobiliario. De todo eso vive. Pero siempre tiene un oído pendiente de su radio. Aquí, en lugar de un control de continuidad con un técnico que se ocupe de vigilar si todo sale al aire como tiene que salir, como se haría en una radio convencional, esa labor se realiza con un software que controla la emisión y que se puede utilizar en cualquier ordenador, desde cualquier parte. “Siempre tenemos la radio puesta con alguno de nosotros pendiente, y si hay algún problema, vamos al software y vemos qué pasa”, explica. Un tercio de su programación, que ocupa las 24 horas del día, siete días a la semana, se realiza en directo en el estudio. El resto son programas grabados previamente, algunos en el mismo estudio, otros en las casas o los espacios de trabajo de músicos y djs en diferentes rincones del mundo: los hay que llegan desde Japón, Brasil o México. La clave para que puedan poner la música que quieran sin tener que pagar derechos es que sus emisiones se alojan en la plataforma Mixcloud, que es la que se encarga de costearlos para todos sus usuarios.

Aunque la música manda en su programación, no es el único contenido de Radio Relativa. Tienen o han tenido espacios sobre materias como urbanismo, cine, ecología o salud mental. A veces sacan sus micros al exterior y emiten "conferencias desde la Escuela de Arquitectura de la UPM o programas especiales como los que hemos hecho desde la feria Libros Mutantes de La Casa Encendida", cuenta Blasco. Bajo el nombre artístico de Williwilli, él es uno de los presentadores (le toca normalmente los jueves) de Hi How Are You? , el show matinal diario y de contenido musical más popular de su escaleta. Un programa pensado para que lo escuchen “tu abuela y tu primo, sin dejar a nadie fuera, porque queremos que todo el mundo lo pueda disfrutar. Se trata de descubrir a la gente algunas perlas de aquí o de allí sin meterse en mucho más lío ni dar demasiado la chapa", dice con humor, aunque eso no significa que lo que suena sea precisamente lo que lo haría en una radiofórmula. También ha hecho puntualmente programas temáticos y más de nicho, tanto musicales (a él le gustan particularmente el hip hop y todos los derivados del dub, el género de la electrónica que deriva del reggae) como de otros temas: la arquitectura, por supuesto, es uno de ellos.

Unos sillones diseñados por Guillermo Blasco, en el espacio de Radio Relativa.

Unos sillones diseñados por Guillermo Blasco, en el espacio de Radio Relativa. / ALBA VIGARAY

Del garaje al club y de ahí a la radio

Aunque estudió Administración de empresas, Pablo Losa ejerce como informático, pero el teletrabajo le permite pasar la mayor parte de la semana en la nave donde tiene su sede Radio Relativa, de la que es otro de sus fundadores. Como Blasco, intercala las calls de trabajo y la asistencia en remoto a sus clientes con sus propios programas, que presenta como DJ Feet. También vigila la buena marcha de la emisión. Amante de la música electrónica desde muy joven, recuerda los orígenes remotos de todo esto. "Yo empecé pinchando con mis amigos del cole de toda la vida. Teníamos una mesa de mezclas e íbamos a fiestas de otros colegas a poner música. Hacia 2011 formamos un colectivo que se llamaba Undermad, y nos pusimos a organizar fiestas itinerantes y muchas veces ilegales. Un día podíamos pinchar en un garaje y otro en La Tabacalera. Acabábamos de empezar, no teníamos acceso a clubs y lo hacíamos un poco donde nos daba la gana”.

Undermad se cruzó entonces con otro colectivo, Monstruo Humano, que también hacía fiestas de electrónica. En ese militaba Guillermo Blasco. La sintonía estética era evidente y los grupos se acabaron uniendo. En 2014 se hicieron con una residencia los jueves en Charada, un club al lado de la plaza de Santo Domingo que tuvo su breve momento de gloria dentro de la noche madrileña. La bautizaron Limbo. Una de sus primeras fiestas tuvo como invitados a Agorazein, el colectivo de raperos en el que militaba C. Tangana.

El veterano dj Chema AMA, durante la emisión en directo de su programa 'Going Back To My Roots'.

El veterano dj Chema AMA, durante la emisión en directo de su programa 'Going Back To My Roots'. / ALBA VIGARAY

De Charada, la sesión Limbo saltó a la Sala El Sol, y de ahí a Siroco. Su misión era básicamente traer a Madrid djs y productores de la escena internacional. Jayda G, Man Power o Axel Boman pasaron por sus cabinas. Los miembros del colectivo también pinchaban, casi siempre para ir calentando la noche antes de que le llegase el turno al artista principal. La cosa funcionaba, pero a medias. “Aquello era lo comido por lo servido. Nunca sacábamos dinero, e incluso acabamos palmando pasta. Había jueves que se llenaba solo con los djs residentes, y luego llegaba un aniversario, traíamos a Jack J de Vancouver y a Max D del sello Future Times, dos djs de la escena internacional super reconocidos, y no venía mucha gente. Así que dijimos: igual no tiene mucho sentido”. En 2017 Limbo llegó a su fin. Se iban haciendo mayores, empezaban a tener sus primeros trabajos serios y no les venía mal lo de ir rebajando la vida nocturna. Fue entonces cuando empezaron a pensar en "montar una radio online como las que veíamos fuera, como [la francesa] LYL o [la londinense] NTS”.

La primera sede de Radio Relativa, un nombre que salió de un brainstorming en el que se propusieron varios (otro fue Radio Vecina, por ejemplo), fue en un espacio detrás del Reina Sofía que compartían con el estudio de arquitectura que tenía Guillermo con otros dos socios. Montaron una cabina rudimentaria y hacían uno o dos programas en directo al día. Pero lo de estar pinchando tecno o electrónica experimental en un espacio pequeño mientras otros dibujaban alzados se acabó haciendo imposible. Se trasladaron entonces a Marqués de Vadillo, al local donde han estado hasta hace un par de meses. Lanzaron una convocatoria abierta para que la gente propusiera shows y así se fue alimentando su programación. La pandemia, aquel periodo de enclaustramiento colectivo en el que el consumo de contenidos online explotó, les dio un importante empujón de audiencia. La radio fue creciendo en alcance, hasta convertirse en lo que es ahora.

El día de la visita de El Periódico de España, Chema AMA pinchaba solo discos de vinilo de 10 pulgadas, el formato menos habitual.

El día de la visita de El Periódico de España, Chema AMA pinchaba solo discos de vinilo de 10 pulgadas, el formato menos habitual. / ALBA VIGARAY

Hoy por hoy Radio Relativa es un proyecto consolidado, en el que caben espacios como Fetén, del veterano dj Javi Bayo, especializado en electrónica gourmet y música negra;Tourmix, que conduce la editora y gestora cultural Teresa Rodríguez y en el que cada mes explora la música de un país concreto, o Trapitos, especializado en moda. La percusionista e investigadora sonora Valentina Magaletti o el guitarrista flamenco Raúl Cantizano han tenido sus propios programas sobre música de vanguardia. En sus archivos se puede encontrar una entrevista con Susana Estrada, actriz del destape que tuvo su momento como diva disco a finales de los 70, o el proyecto de investigación sobre urbanismo y sonido que la arquitecta Andrea González empaquetó en el programa Curva Ras. Todo los estilos musicales imaginables tienen cabida en su programación, del death metal al krautrock o la clásica. Además, en Siroco siguen organizando sus fiestas: el último sábado de cada mes se ocupan de la sesión Home Club, que se nutre de talento local, y periódicamente organizan Radio Patio, que acoge a djs foráneos.

Pero a pesar de ese rico bagaje y de que son un proyecto bastante único en España (en Barcelona hay uno más veterano y con una filosofía muy parecida, Dublab, aunque es filial de una matriz de Los Ángeles), Radio Relativa, una asociación sin ánimo de lucro, también se enfrenta al reto de hacerse sostenible a largo plazo. Sus fundadores dedicarán la vuelta del verano a pensar en formas de financiar la emisora que permitan que no todo se haga por ese amor al arte antes mencionado: que quienes crean los programas reciban algo a cambio y que ellos mismos, la estructura de la radio, también puedan tener algunos ingresos, porque las horas que dedican son demasiadas y no todo se puede hacer en los ratos que van quedando libres. Cuentan con una ventaja, subraya Losa: "radios como esta, en inglés, hay muchas y muy consolidadas. Pero en español [la lengua del 70% de su programación] no tantas". Una llave poderosa, la del idioma, para que la sombra de esta radio con sede en Usera se vaya haciendo cada vez más alargada.