Las 9 canciones que tienes que escuchar este fin de semana

Sería maravilloso que en lugar del machacón 'Aquí no hay playa' la canción que mejor representa a Madrid en verano, la que a todo el mundo se le viniera a la cabeza sin pestañear, fuese este temazo de las Ginebras. Pop descarado, con infinidad de influencias que van desde The Beatles al funk pasando por el ska, grandes armonías vocales, personalidad arrolladora, melodías pegadizas fantásticas para bailar en los conciertos o verbenas de verano y unas letras sencillas sobre las que pararse a pensar. Las Ginebras lo tienen todo para triunfar y merecen hacerlo: no te las pierdas este verano si tocan cerca de tu casa.

Lawrence: dos hermanos con mucho soul, mucho ritmo (mucho compás, se diría en mi tierra) y ganas de pasárselo bien sin renunciar a la buena música. Este rompepistas suena a verano muy en la línea que ha puesto en la estratosfera a Bruno Mars. Voces con personalidad y derroche de facultades, funk, acompañamiento de metales, una producción cuidada y muchas ganas de comerse el verano. Los neoyorkinos están de gira por Europa, acaban de pasar por el Mad Cool y aún se le podrá ver en algunas citas más este verano antes de regresar a su país en septiembre, poniendo a los asistentes a saltar con alegría.

El disco que Kevin Johansen publicó el pasado febrero con el mismo título que este tema es otra colección de canciones con el sello del estadounidense con acento argentino: letras con grandes reflexiones, preciosas melodías, arreglos delicados y ritmos que oscilan entre las tradiciones rioplatenses y las que va encontrando en el camino. En esta ocasión, la rumba la pone el grupo que capitanea la guitarrista Marta Robles, en un tema fresco con una importante reflexión ahora que la vida impone un ritmo en el que persiste el miedo a perdérselo todo y querer estar en todas partes. El viernes actúa en España en Las Noches del Botánico compartiendo cartel con la mexicana Julieta Venegas, quién sabe si con estas invitadas especiales en escena.

Toca este viernes en las Noches del Botánico y, por más que lo intente, hasta que no acabe el concierto no sabrá qué Julieta Venegas se encontrará. Pues en ella habitan tantas versiones de sí misma, a cada cual más interesante, que resulta harto complejo definirla. Ha pasado por el rock, el pop, el folk y el indie con tanta soltura (y éxito) que de nada sirve intentar clasificarla. Lo mejor es dejarse llevar… Con ella siempre funciona. Para muestra, este Amor platónico.  

El universo soul de Lotta Lindgren está fuertemente influenciado por Amy Winehouse, Janis Joplin, Sam Cooke y Stevie Wonder. Por lo que, entre tanta estima, al menos, ya se verá, sale bien parada. Su particular voz, grave y rasgada, es el hilo conductor de un cancionero que ha ido ganando puntos con el paso del tiempo. Desde Suecia, poco a poco, ha ido asentando una propuesta que alcanza en You And I su mayor exponente. Una delicia retro-pop.  

Pocas entienden la industria actual como Camila Cabello. Que sí, que hay perfiles tan rompedores (o incluso más) como el suyo, pero hay que reconocerle el mérito de diferenciarse en cada proyecto que arranca. En C, XOXO, su cuarta incursión, demuestra que, aunque poco novedad, tiene muy claro cuál es su público. Y, por tanto, les da justo aquello que quiere. Divertido y desprejuiciado, destaca Dream Girl, un tema sin riesgos, pero sumamente efectivo.  

Como este fin de semana el que esto escribe estará exiliado en el BBK Live de Bilbao para dar cuenta de lo que allí suceda, las tres canciones de esta semana son de artistas que actuarán en el célebre monte Kobeta donde se celebra el festival. La primera es de Khruangbin, multicultural banda texana de psicodelia cuyo nombre, en tailandés, significa avión. Esta May Ninth, que tiene mucho de viaje nostálgico a un lugar de confort en el espacio o en el tiempo, es una de las joyas de su último disco, A LA SALA. 

Icono de la cultura disco y de los años 70 y 80, cuando fue una celebrada modelo, actriz y cantante, Grace Jones puede tener algo de fantasma de las navidades pasadas, pero si uno recuerda su carisma arrollador y esa voz grave que parecía venir de algún lugar desconocido, las ganas de verla en directo se disparan. Libertango, una composición del genio Astor Piazolla que ella recondujo en 1981 hacia el reggae y la electrónica con la ayuda de Barry Reynolds para su álbum Nightclubbing, fue el tema principal de Frenético, un excelente thriller de Roman Polanski protagonizado por Harrison Ford que merece la pena volver a ver. 

Maestro de una electrónica en la que arte y hedonismo van de la mano, Sam Shepherd, más conocido como Floating Points, es un tipo capaz de firmar álbumes como Promises, en el que casi reinventaba el jazz de la mano de Pharoah Sanders, y luego facturar piezas directamente pensadas para la pista como esta Del oro, inspirada por la artista japonesa Akiko Nakayama y pensada para acompañar sus sesiones de pintura en vivo.