PELÍCULA SOBRE EL ATLÉTICO

Dani Rovira: "Hay cierta pornografía económica en el mundo del fútbol"

El actor protagoniza en Netflix, junto a Marcel Serrano, la película de Carlos Therón 'El campeón'

Dani Rovira, en un fotograma de 'El campeón'

Dani Rovira, en un fotograma de 'El campeón' / MANOLO PAVÓN / NETFLIX

Aprovechando el tirón de la Eurocopa de fútbol, justo cuando España va a jugar la final frente a InglaterraNetflix estrena una película ambientada en el mundo del balón, El campeón. Más concretamente, en el Atlético de Madrid. Dirigida por Carlos Therón (Operación Camarón, Es por tu bien), la cinta pone a un apocado profesor de Psicología (Dani Rovira) en el brete de intentar reconducir a una temperamental joven promesa del club (Marcel Serrano, también conocido como rapero como Swit Eme). El padre del futbolista (Pablo Chiapella) no resultará de gran apoyo.

P. Es una película sobre el fútbol, ¿pero no solo para la gente que le guste el fútbol?

M. S. El fútbol solo es una parte de la trama, pero no está enfocada en el fútbol.

D. R. El fútbol es un complemento, el contexto sobre el que se cuenta una historia de dos personas que se ayudan a superar varios traumas y se enseñan el uno al otro. Hay una historia intergeneracional muy bonita.

P. Rodaron en las instalaciones del Atlético de Madrid. ¿Tuvieron contacto con los jugadores del club?

M. S. Un día vino Gabi al rodaje, el antiguo capitán del Atlético, a hacerme entrega de una camiseta. También se pasó por ahí alguno más en algún momento.

P. Sus personajes son ficticios, pero los comparan con el Profe Ortega, el expreparador físico del Atlético, en el caso del de Dani, y con Fernando Torres o Joao Félix, en el de Marcel. ¿Los han tenido en mente?

D. R. No, es la primera vez que escucho hablar del Profe Ortega. Yo a mi personaje me lo llevé totalmente fuera del mundo del fútbol, también porque no lo conozco mucho.

M. S. Supongo que es normal que pase esto, tratándose del fútbol. Yo no he cogido a ningún futbolista en particular para crear el personaje, sino que lo identifico con muchos jugadores. Llevo el número 7 como uno del Madrid, llego a ser el mejor futbolista del mundo como uno que estaba en el Barça, el personaje se llama Diego como Maradona...

P. ¿Entienden las pasiones que levanta el fútbol?

M. S. ¡Y tanto! A los dos, en cierta manera, nos han representado ciertos equipos a lo largo de nuestra vida. En mi caso, el Barça. Lo más grande que tiene este deporte es la unión que crea.

D. R. Puedo llegar a entender perfectamente la pasión que despierta el fútbol, sin justificar algunos excesos. Siempre desde el punto de vista saludable. Hay una cara oscura del fútbol y en todas las pasiones que se exceden. Cuando se convierte en una obsesión, en un axioma, a mí eso ya no me mola. También creo que la gente a la que le gusta el fútbol debería entender que hay otros a los que no le apasione.

P. ¿No se endiosa a ciertos futbolistas?

M. S. Claro. Pero eso es trabajo de la sociedad también. Tiene que haber un trabajo de educación social que nos permita poder ver a las personas sin endiosarlas.

D. R. Algo no funciona muy bien en la sociedad cuando es más conocido un jugador que una persona que está investigando contra el cáncer. Hay cierta obscenidad, cierta pornografía económica, en el mundo del fútbol. A mí el fútbol que me gusta es el de las bases, el de los clubs de barrio, me gusta cómo se vive el deporte cuando eres pequeño. El fútbol de élite se me escapa un poco porque me parece obsceno que se estén manejando tales cantidades de dinero. Pero es la sociedad la que lo genera. Al final, si tú compras una camiseta de Messi, si contratas el paquete de fútbol de tal plataforma, si inviertes parte de tu dinero en alimentar todo eso, está bien, pero formas parte de ello. A mí me parece estupendo que cada uno viva sus pasiones, pero si luego te molesta o crees que es desproporcionado que cobren tanto dinero, tienes que pensar cómo colaboras tú.

P. Los futbolistas son, además, referente para mucha gente.

D. R. Si eres futbolista, abres la boca y te ponen 5.000 micrófonos delante. Aunque no lo hayas pedido, tienes una responsabilidad como personaje que miran muchos niños, que es referente para mucha gente, y debes tener un mínimo de ejemplaridad. Y para eso tienes que estar rodeado de gente que te diga: a ver qué sueltas. Es lo mismo que nos pasa a los actores, pero a menor escala.

P. ¿Alguna vez soñaron de niños con ser futbolistas?

M. S. A mí me gustaba mucho el fútbol cuando era pequeño, sobre todo el Barça. Pero jugar al fútbol no era una de mis pasiones. Me imaginaba más cantando.

D. R. Yo nunca soñé con ser futbolista. Estudié una carrera, INEF, para que mis padres se quedaran tranquilos. Al principio me molaba mucho la posibilidad de dedicarme al deporte preparando a los demás, pero luego el timón dio varios giros. De niño no sabía qué hacer, pero Emilio Aragón fue mi primer referente: no era un cómico como tal, pero era un payaso; presentaba programas, pero también era músico; se metió a actor... A mí esa figura 360º, que lo era todo pero no era nada, me contagió.

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