EXPOSICIÓN

Descifrar al Miguel de Unamuno más político: cartas, recortes y fotos para entender su España

Esta faceta del filósofo, novelista y ensayista es el motivo de la nueva muestra de la Biblioteca Nacional que se abre al público en Madrid

Miguel de Unamuno junto a los acompañantes de su viaje al frente italiano, en septiembre de 1917.

Miguel de Unamuno junto a los acompañantes de su viaje al frente italiano, en septiembre de 1917. / CMU | UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

La sala Hipóstila de la Biblioteca Nacional acoge hasta el 8 de diciembre de este año Unamuno y la política. De la pluma a la palabra, exposición que compendia la que se celebró en la Hospedería Fonseca de la Universidad de Salamanca ente octubre de 2021 y marzo de 2022. Entre la abundancia de documentos que se muestran destacan fotografías, cartas, recortes de prensa, objetos personales, la única grabación que se conserva con la voz del escritor bilbaíno —un disco de pizarra grabado el 3 de diciembre de 1931 por el sello Regal en su colección Archivo de la Palabra del Centro de Estudios Históricos— y el primer artículo que publicó en prensa, concretamente en el Noticiario Bilbaíno, cuando todavía era un adolescente.

"Unamuno escribe de política desde los 15 años hasta la sepultura", comentaba esta mañana durante un encuentro con los medios de comunicación Jean-Claude Rabaté, profesor de la Université de la Sorbonne-Nouvelle, Paris III y comisario de la muestra junto a su esposa Colette Rabaté, profesora de la Université François Rabelais de Tours. A lo largo de casi seis décadas Unamuno escribió miles de artículos en periódicos españoles, franceses, argentinos, publicaciones del partido socialista, medios anarquistas, "pero nunca en ABC", puntualizaba Jean-Claude, que destacaba la importante labor de investigación realizada por Colette, no solo a la hora de localizar, clasificar y valorar la importancia de todos esos artículos en la trayectoria vital de Unamuno, sino de dotar a la muestra de cierta narratividad.

Montaje de la exposición 'Unamuno y la política. De la pluma a la palabra'.

Montaje de la exposición 'Unamuno y la política. De la pluma a la palabra'. / ARCHIVO

Organizada en siete capítulos —Aprendiz de político, La forja de un intelectual, Crónica de una destitución anunciada, De la Gran Guerra al destierro, Confinamiento y autoexilio, La experiencia republicana y La salvaje guerra incivil—, Unamuno y la política repasa el estrecho vínculo del escritor con la Historia de España y los países de su entorno, como la Francia asolada por la Gran Guerra, la Italia conmocionada por el auge del fascismo y los países de Latinoamérica. Además de ser un activo divulgador de la literatura argentina en nuestro país, Unamuno defendió establecer una nueva relación con Latinoamérica que abandonase esa fórmula paternal para apostar por una relación fraterna. "Para Unamuno la raza era la lengua, aquello que unía a los hombres, especialmente a los españoles y a los latinoamericanos. Por eso defendió el uso del español hasta el punto de, por ejemplo, afirmar que el idioma vasco debía desaparecer", explicaban los comisarios.

Matrimoniadas

"Unamuno se casó con la historia de España pero es un matrimonio en el que se pasa el tiempo criticando: a Alfonso XIII, al que no le perdona el desastre de Annual de 1921, a Primo de Rivera, incluso al que fuera su amigo, Manuel Azaña. En realidad es un matrimonio que está siempre a punto de divorciarse", bromeaba Jean-Claude Rabaté, que llamaba la atención de la importancia que en su evolución política tiene, además de los libros, artículos y conferencias, su corpus epistolar.

"Unamuno era antibelicista, anticolonialista, estaba en contra de la guerra de Cuba pero como no podía expresarlo directamente en los artículos que escribe, utiliza sus cartas. En una de ellas llega incluso a afirmar 'ojalá perdiéramos Cuba', un comentario que no hubiera podido escribir en los periódicos sin ser censurado o atacado", explica Colette Rabaté, que se muestra muy beligerante contra aquellos que califican al escritor como errático y voluble en lo que se refiere a sus posiciones políticas. "Unamuno se consideraba liberal, entendiendo como tal no un dogma sino un sistema que le permitía pasar por encima de las diferencias para llegar a una síntesis. Además, siempre demostró una gran coherencia en su pensamiento político. Por eso me alzo en contra de aquellos que critican sus paradojas, que no son otra cosa que una forma de combatir contra sí mismo para encontrar las verdades filosóficas. Además, fue una persona que tampoco tuvo problemas en reconocer que, en ocasiones, se había equivocado, como de hecho sucedió con la Guerra Civil y Franco", concluye Colette, cuyas palabras son ratificadas por Jean-Claude: "Para Unamuno, la política era la ética".

Anuncios en 'Le Quotidien', el 16 y 18 de marzo de 1924, y el cartel del mitin organizado por la Liga de los Derechos del Hombre en honor a Unamuno.

Anuncios en 'Le Quotidien', el 16 y 18 de marzo de 1924, y el cartel del mitin organizado por la Liga de los Derechos del Hombre en honor a Unamuno. / ARCHIVO

Como no podía ser de otra manera, en la exposición también se recoge el incidente acaecido el 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, en el que Unamuno tuvo un grave enfrentamiento con el fundador de la Legión, Millán Astray, a costa de José Rizal, escritor filipino autor de, entre otras obras, Noli me tangere, novela crítica con la presencia de la Iglesia española en el archipiélago, y que sería fusilado por las autoridades coloniales después de ser falsamente acusado de sedición.

"Lo que iba a decir Unamuno cuando le interrumpió Millán Astray diciendo '¡Viva la muerte!' era '¡Viva José Rizal!'", recordaba Rabaté quien, al tiempo que mostraba la simpatía de Unamuno por el escritor filipino, destacaba su desprecio por la figura de el Quijote: "Unamuno no era nada patriotero, hasta el punto que llegó a afirmar '¡muera Don Quijote!' porque entendía que mientras que Alonso Quijano era el pueblo español, Don Quijote era España".

La muestra, que finaliza con la muerte de Unamuno —cuyas causas son calificadas por el matrimonio Rabaté como dudosas, aunque no haya pruebas suficientes que permitan ir más allá en esa afirmación—, consta también de un catálogo editado para la ocasión en el que se recogen los materiales expuestos para que, como invitaba Colette Rabaté durante la presentación, "cada uno pueda leerlo en el momento que mejor considere" y profundizar en la vida y pensamiento político del intelectual que, entre sus muchas aportaciones, estuvo la de haber sido el primero en utilizar ese término como sustantivo.