ENTREVISTA

Juan Sanguino, creador del pódcast ‘Delirios de España’: “Los 90 fueron la adolescencia de nuestro país”

El periodista y escritor ya prepara una nueva tanda de episodios de su pódcast Delirios de España. Las frivolidades que cambiaron un país, una serie que contextualiza, desde el presente, las historias más inexplicables de la década más salvaje de nuestro país

Juan Sanguino, creador de 'Delirios de España'.

Juan Sanguino, creador de 'Delirios de España'. / CEDIDA

Quizá lo recuerden: hace dos o tres años, de la mano del programa Buenismo bien, se viralizó de nuevo el vídeo de Nacho Cano en el concierto de homenaje a Miguel Ángel Blanco. Muchas personas, especialmente las más jóvenes, que no vivieron el momento, se quedaron absolutamente anonadadas al ver la desaforada actuación del excomponente de Mecano, recientemente acusado de, presuntamente, haber contado con 18 bailarines mexicanos en situación irregular para su espectáculo Malinche. También de que, en general, tal concierto se hubiera realizado.

Este hecho no pasó desapercibido al periodista y escritor Juan Sanguino que, a pesar de que cuando se celebró el concierto tuviera solo 13 o 14 años, recordaba nítidamente cómo, dentro del contexto de aquella noche, la actuación de Nacho Cano tenía muchísimo sentido. También era consciente de que, si se tomaban solo unos minutos de la misma y se descontextualizaban, las imágenes eran absolutamente esperpénticas.

Eso le llevó a pensar en que, a lo largo de esa década alocada e impulsada por el pelotazo y el sexo que fueron los años 90, había unos cuantos momentos más, aparentemente frívolos e incomprensibles fuera de contexto, pero que representaban y encapsulaban perfectamente el importante cambio en la sociedad española que se estaba produciendo.

'Delirios de España' está disponible en Podimo y Spotify.

'Delirios de España' está disponible en Podimo y Spotify. / PODIUM PODCAST

Ese fue el origen del pódcast Delirios de España. Las frivolidades que cambiaron un país, producido por Podium Podcast y que acaba de cerrar con gran éxito su segunda temporada. Hasta el momento, la serie se ha ocupado de cuatro personajes o hechos que, de alguna forma, definen la época: el ya citado concierto homenaje a Miguel Ángel Blanco, Jesulín y su corrida de toros solo para mujeres, Marta Sánchez y su concierto a las tropas españolas durante la Guerra del Golfo y Mar Flores y la controvertida portada que la convirtió durante un tiempo en la mujer más famosa de España. El escritor confiesa que ya se encuentra preparando una nueva tanda de episodios que se estrenarán en los próximos meses.

P. ¿Cómo describiría esa España de los 90 en comparación con la actual?

R. La España de los 90 es un país que se estaba asentando todavía, que se estaba descubriendo a sí mismo. Estaba lleno de fervor por modernizarse, pero tampoco podía hacerlo de la noche a la mañana. Tenía prisa por hacerse mayor. Si los 80 fueron la infancia de España, los 90 fueron nuestra adolescencia. Una época muy rebelde, muy provocadora, muy macarra, muy salida, muy irresponsable. España estaba buscando su identidad. Ya tenía cierta libertad, que además le llegó un poco de golpe, pero a veces esa libertad se le iba de las manos. Es una época de diversión, de búsqueda del placer individual y de mucho egoísmo que se acaba trasladando a la cultura popular. Pero, por otra parte, había temas que seguían inamovibles como la clase, la raza, la identidad sexual. España era un país que, como dice Belén Cuesta de la capital en Kiki, el amor se hace de Paco León, “Madrid no es moderna. Madrid es muy moderna para algunas cosas y muy antigua para otras”. España era muy moderna en lo económico, en lo macarra, en lo provocador, pero seguía siendo un país muy católico para temas de sexo, moral o clase social.

P. ¿Qué fuerzas políticas, económicas y sociales convergen para que todo eso sea posible?

R. Yo creo que los 90 fueron una época de tensiones no explícitas. Los 90 y los 2000 son épocas aparentemente felices, eufóricas, de un entusiasmo colectivo en la sociedad, pero había tensiones. Por ejemplo, las mujeres tenían más libertad, pero seguían siendo cosificadas y discriminadas, seguían siendo explotadas, agredidas y abusadas. La mujer nunca fue tan libre como en los 90 y, sin embargo, pocas veces estuvo tan acosada. El colectivo LGTB igual. Los hombres gays empezaban a salir de la mano por la calle, aparecían en las series y en programas de televisión, había más visibilidad que nunca, pero seguían siendo insultados y ridiculizados por la calle. Seguía habiendo chistes de mariquitas en programas de televisión de máxima audiencia. Estas tensiones y otras como un crecimiento económico descontrolado y cegador, son lo que hacen que sea una época y un país tan interesante a la hora de comentar.

Los hombres gays empezaban a salir de la mano por la calle, aparecían en las series y en programas de televisión, había más visibilidad que nunca, pero seguían siendo insultados y ridiculizados por la calle"

P. Miguel Ángel Blanco, Jesulín, Marta Sánchez, Mar Flores… Quizá el mayor acierto del pódcast es la elección de sus protagonistas.

R. Para elegir a los personajes protagonistas, partí de la base de que quería que cada uno de ellos aportara al programa una serie de tópicos. Por ejemplo, la historia de Mar Flores aportaba el tema del sexo, del dinero, del machismo, de la misoginia o del clasismo, que no habíamos tocado en las anteriores historias. Con el tiempo me di cuenta de que cada uno de los personajes representa un aspecto diferente de la cultura de la celebridad del momento: en el concierto de Miguel Ángel Blanco, el protagonista son los despachos; en el de Jesulín, el público; en el de Marta Sánchez es la estrella, la famosa en sí misma, y en el de Mar Flores es la prensa. Necesitaba que los personajes me apetecieran mucho, ya que tenía que trabajar meses en sus historias y, aparte del concierto de Miguel Ángel Blanco, que estaba clarísimo por la génesis que te contaba al principio, Jesulín, Marta y Mar Flores me obsesionan desde niño. Me parece que los tres, en su momento, fueron las personas más famosas de España, que es un concepto que creo que ya no se puede conseguir debido a que entonces vivíamos en una monocultura: todo el mundo veía las mismas revistas, los mismos programas, la misma radio, los mismos discos y las mismas películas. Me fascina el proceso que puede llevar a un país entero a obsesionarse con una persona y cómo reacciona esta ante esa fama colectiva, absoluta y unánime. Pasa muy pocas veces.

Mar Flores y Cayetano Martínez de Irujo, con el que mantuvo una relación a finales de los 90, en una fotografía publicada por la revista 'Semana.'

Mar Flores y Cayetano Martínez de Irujo, con el que mantuvo una relación a finales de los 90, en una fotografía publicada por la revista 'Semana.' / ARCHIVO

P. Uno de los pensamientos recurrentes que tenía al escuchar el pódcast era: ¿podría pasar esto hoy en día? Quiero creer que muchas cosas no, como por ejemplo lo de Jesulín, pero, ¿cómo ve hoy en día nuestra cultura popular en comparación con entonces?

R. Yo creo que la cultura popular es muy difícil de comparar de una época a otra porque no somos todavía del todo conscientes del impacto que ha tenido en nuestras vidas y en nuestra forma de entender la realidad la llegada de las redes sociales y de internet en general. Evidentemente, se ha avanzado mucho, pero eso se ve de forma retrospectiva. Creo que ahora la gente es más capaz de decir “fuimos muy machistas con Mar Flores en los 90”, porque quizá los que fueron machistas fueron nuestros padres. Sin embargo, si hoy ocurriera algo parecido, no sé si seríamos más benevolentes con ella. Es cierto que se habla mucho de la crueldad de la prensa de los 90, pero ahora la gente en redes sociales es supercruel y son muchas más voces. No es simplemente una columna de Umbral, por mucho que esta se leyera. Entonces yo creo que eso de “no podría pasar hoy”, pues no lo sé, supongo que no, pero ocurren otras cosas que también son delirios de España, lo que pasa es que cuando lo estás viviendo en el presente, no eres tan consciente.

Creo que ahora la gente es más capaz de decir 'fuimos muy machistas con Mar Flores en los 90', porque quizá los que fueron machistas fueron nuestros padres"

P. ¿Qué similitudes ve entre la cultura mediática de los años 90 y la actual en cuanto al tratamiento de las figuras públicas, especialmente de las mujeres?

R. Creo que ahora hay más voces diversas opinando, tanto en redes sociales, como en prensa. Creo que hay más cuidado a la hora de hacer según qué juicios de valor acerca de una mujer, pero creo que se sigue tratando de manera diferente a las mujeres y creo, fíjate lo que te voy a decir, que los medios son mucho más benevolentes que la gente. O sea, si hoy en día Mar Flores recibe insultos, estoy seguro de que no le vienen de la prensa, sino de comentarios en Instagram, y lo mismo con todas las mujeres famosas. Toda la caña que le dieron a Letizia, por ejemplo, que también fue una mujer de clase obrera que de repente fue la mujer más famosa de España, como Mar, podría ser un buen Delirio de España. De momento no lo va a ser porque además Martín Bianchi acaba de escribir el fantástico libro Letizia en Vetusta y yo lo que no voy a hacer es coger ese libro y fusilarlo, porque es lo que tendría que hacer. A Letizia se la insultó mucho en la prensa y, sin embargo, el pueblo siempre la defendió, pero ahora es al revés, hay más gente criticándola en redes que en la prensa. Ahora la maldad viene de la gente.

P. ¿El pódcast va a continuar? ¿Tiene ya decididos de qué otros personajes hablará?

R. La idea es continuar, sí, y yo estoy feliz porque es el trabajo que más me gusta hacer y que más me representa. La idea es contar otras cuatro historias que toquen los mismos temas que las cuatro que ya hemos publicado. Por ejemplo, tomaremos otro momento vinculado de alguna manera con la política y el espectáculo que acabe siendo esperpéntico para que dialogue con el capítulo del concierto de Miguel Ángel Blanco. U otro momento en el que la televisión construye un personaje mediático y España se vuelve loca, como pasó con Jesulín.

Tomaremos otro momento vinculado de alguna manera con la política y el espectáculo que acabe siendo esperpéntico para que dialogue con el capítulo del concierto de Miguel Ángel Blanco"

P. ¿Qué nos pueden enseñar las frivolidades de la televisión de los años 90 sobre la sociedad española actual?

R. Nos pueden enseñar que somos el mismo país, que mucha gente que fue a tirarle bragas a Jesulín sigue estando viva, que los que fueron crueles, machistas o injustos con Mar Flores desde las columnas de opinión, desde los salones de casa y desde los programas de televisión, siguen estando vivos. Muchos siguen trabajando como periodistas y tienen más poder del que tenían entonces. España no ha cambiado tanto. Tampoco quiero que la gente se quede con la sensación de que España en los 90 era Las Hurdes [en el sentido del célebre documental de Buñuel], que era una cosa barbárica y que ahora ya está todo bien. Me gustaría que, hoy en día, cuando nosotros mismos juzguemos, por ejemplo a una mujer, por tener una vida sentimental o sexual que nos parezca inapropiada, pensemos “claro, es que vengo de donde vengo, vengo del país que condenó a Mar Flores colectivamente por ser una mujer libre”. Seguimos teniendo esos prejuicios y esos machismos y esas homofobias y esos racismos interiorizados, incluso las propias mujeres y los propios gays. Yo mismo, que soy gay, reconozco en mí comportamientos homofóbicos, pero es que a mí me han criado en la homofobia. Creo que la reflexión a la que invitaría cuando se escuche este pódcast, más allá del entretenimiento, es que pensemos en cómo estamos y de lo mucho que tenemos que recuperarnos. Porque además, todo eso que cuento allí, estos delirios, ocurrieron en clave de comedia. Ni siquiera eran una cosa seria, eran lo normal.