¿Cuánto dura una prórroga en un partido de baloncesto y cuántas se pueden jugar?

Las prórrogas son el recurso que se aplica en determinados deportes colectivos cada desempatar un partido cuando ha terminado el tiempo reglamentario. A diferencia de en el fútbol, en el baloncesto existen prórrogas en cualquier partido para deshacer un empate, resultado en el que nunca puede acabar un encuentro.

Además de permitir una mayor emoción en el tiempo suplementario, la prórroga en un partido de baloncesto decide la victoria o el pase a una final, como puede ocurrir en unos 'playoffs' o en una 'final four' como la de la Euroliga. Saber que se puede forzar una prórroga provoca partidos más emocionantes. Se fuerza la pizarra hasta el final y un triple puede llevar el partido a un desenlace en el tiempo extra.

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¿Duran lo mismo las prórrogas de la NBA y la FIBA?

Cabe señalar que existen diferencias entre los tiempos de los partidos de la NBA, que se juegan en EEUU, y la FIBA, que rige el baloncesto europeo. En un partido FIBA cada prórroga dura cinco minutos, coincide la duración con el sistema NBA, pero no ocurre lo mismo con el tiempo total del partido.

Los encuentros de baloncesto se dividen en cuatro cuartos. En la NBA, cada cuarto consta de 12 minutos, lo que eleva el tiempo de un partido a 48 minutos. Por el contrario, en las competiciones europeas de FIBA, el tiempo de juego es de 40 minutos, con 10 para cada cuarto. Por tanto, en el formato norteamericano se explotan más las audiencias.

¿Cuántas prórrogas se pueden jugar en un partido de baloncesto?

No hay límite de prórrogas en baloncesto, debido a que no puede existir un empate final en el resultado. Por tanto, se jugarán tantas prórrogas de cinco minutos como sean necesarias hasta que uno de los equipos finalice el tiempo con una ventaja en el marcador.

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¿Cuál es el partido en el que más prórrogas se han jugado?

En la Euroliga, el partido con más prórrogas fue un Real Madrid - Anadolu Efes que se jugó en enero de este año. Al 130-126 final se llegó después de cuatro prórrogas. En ninguno de los más de 5.700 partidos anteriores jugados desde los 2000 se habían superado los dos tiempos extra. Por tanto, fue el primero con tres y cuatro prórrogas jugadas. Ni siquiera en la época de la Copa de Europa se registró un partido que alcanzara los 60 minutos de juego.

En la NBA se registró el partido de baloncesto que más ha durado de la historia. Fue el 6 de enero de 1951, cuando los Indianapolis Olympians derrotaron a domicilio a los Rochester Royals por 73-75 tras disputar seis prórrogas y acumular un total de 78 minutos de partido. Con un resultado tan justo después de tanto tiempo jugado no es de extrañar que las crónicas de la época destacasen lo tedioso del duelo.