TENIS | ROLAND GARROS

Rafa Nadal, un viacrucis de dos años para un solo partido en Roland Garros: "Si fue la última vez, lo disfruté"

El tenista balear, que recibió un improvisado homenaje de la Philippe Chatrier, aseguró que volverá a París en los Juegos y no cerró la puerta a jugar de nuevo el torneo en 2025: “No siento que haya estado muy lejos de hacer algo importante”

Rafael Nadal se despide de la Philippe Chatrier tras perder ante Zverev

Rafael Nadal se despide de la Philippe Chatrier tras perder ante Zverev / Thibault Camus

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

Era el Día D. Quien más quien menos se podía hacer a la idea de que era el de este lunes, y no otro, el momento marcado en rojo en el calendario de Rafael Nadal. Poder jugar de nuevo en Barcelona fue especial, Madrid le permitió volverse a sentir tenista y darse un homenaje con su gente, pero todo eso formaba parte de un plan mucho más ambicioso que nunca escondió y que desembocaba en París, en Roland Garros, en esa pista fetiche que le ha visto ganar 14 veces, convirtiéndole en una leyenda viva del deporte.

Tantos recuerdos, demasiados días de gloria como para presentarse en la Philippe Chatrier simplemente "por estar". En ella no había lugar para otra opción que no fuera la de sentirse capaz de competir. Y lo hizo, se dio sus oportunidades, pero la tozuda realidad y la lógica se se impusieron, haciéndole hincar rodilla en una primera ronda que era todo un rubicón, ante uno de los grandes favoritos a hacerse con el trono, Alexander Zverev.

Nadal se presentó en París sin ser cabeza de serie, sin apenas ritmo de competición y tras un largo periodo de baja por lesión durante el que llegó a meditar profundamente la opción de retirarse. Problemas que no le impidieron luchar hasta la extenuación, su marca de la casa, para defender su historia y su legado.

"No era la primera ronda ideal, desde luego,pero estar aquí ha sido un sueño. No siento que haya estado muy lejos de darme opciones reales de hacer algo importante. Fui competitivo y tuve mis oportunidades, pero no fue suficiente", reconoció tras ser rendido por el alemán, en la que fue su cuarta derrota en su torneo fetiche tras la sufrida ante el sueco Robin Soderling en 2009 y las dos veces que cayó frente a Novak Djokovic, en 2015 y 2021.

Dos años casi parado

Casi dos años de sufrimiento y de sinsabores a costa de un cuerpo convertido "en una jungla en los últimos años" solo merecían la pena así, pudiendo mirar cara a cara a uno de los capos del circuito, fuera cual fuera el resultado final. Porque solo con ese objetivo fue viable el viacrucis que se autonflingió Nadal para volver. Ese que empezó con la rotura de siete milímetros en el abdomen que le dejó fuera de las semifinales de Wimbledon en 2022 y le puso en jaque en el US Open del mismo año. Meses después, en enero, su psoas dijó basta en Australia. Desde ahí, fundido a negro y reset hasta 2024, cuando quiso darse la oportunidad de volver a sentirse tenista.

Paris (France), 27/05/2024.- Rafael Nadal of Spain in action during his Men's Singles 1st round match against Alexander Zverev of Germany during the French Open Grand Slam tennis tournament at Roland Garros in Paris, France, 27 May 2024. (Tenis, Abierto, Francia, Alemania, España) EFE/EPA/YOAN VALAT

Paris (France), 27/05/2024.- Rafael Nadal of Spain in action during his Men's Singles 1st round match against Alexander Zverev of Germany during the French Open Grand Slam tennis tournament at Roland Garros in Paris, France, 27 May 2024. (Tenis, Abierto, Francia, Alemania, España) EFE/EPA/YOAN VALAT / YOAN VALAT

Así fue quemando etapas, no sin dudas, en la gira de tierra hasta llegar a París, donde la suerte le fue esquiva de primeras. Frente a Zverev, campeón del Masters 1.000 de Roma y cuatro del mundo, la primera ronda más exigente de su vida en su torneo, en el que no jugaba desde que fue campeón hace casi dos años, en junio de 2022, en la final contra el noruego Casper Ruud. Máxima exigencia, a cinco sets por primera vez en mucho tiempo. Todo en contra, demasiado hasta para alguien que hace no tanto parecía no conocer los imposibles.

Una final en primera ronda, y el final, al menos por este año. Porque Nadal no quiso cerrar la puerta a volver a París. “Hay un gran porcentaje de que no vuelva a jugar aquí, pero no el cien por cien. Estoy jugando mejor que hace dos meses y mi cuerpo va mejorando, así que no puedo asegurar que vaya a ser mi último partido aquí en Roland Garros", concedió, asegurando que sí estará en los Juegos Olímpicos "dentro de dos meses para recibir de nuevo todo este apoyo".

¿Última vez en París?: "No puedo asegurarlo"

Como si fuera un francés más, París se olvidó de rivalidades patrióticas habituales en otros tiempos y se rindió a su hijo predilecto al grito de "Rafa, Rafa". Le arropó cuando sufría, celebró cuando por momentos pareció que sí, que podía fabricar otro de sus milagros, y le rindió pleitesia al ser derrocado.

“Si es la última vez, la he disfrutado. Estoy en paz", reconoció el balear, que se resigna a decir adiós al lugar que le encumbró en 14 ocasiones. “Probablemente sea la última vez”, concedió, “pero insisto en que no puedo asegurarlo”.

Paris (France), 27/05/2024.- Rafael Nadal of Spain (R) reacts with Alexander Zverev of Germany after losing their Men's Singles 1st round match during the French Open Grand Slam tennis tournament at Roland Garros in Paris, France, 27 May 2024. (Tenis, Abierto, Francia, Alemania, España) EFE/EPA/MOHAMMED BADRA

Alexander Zverev se saluda con Rafael Nadal tras derrotarle en primera ronda de Roland Garros. / EFE

"Soy un tipo normal que disfruta con lo que hace. Me apasiona el deporte, la competición, me gusta entrenar y jugar a tenis. Lo paso bien viajando con mi mujer y mi hijo, por lo que si siento que soy competitivo y estoy sano como para divertirme, continuaré durante un tiempo. Tengo que comprobar si mi nivel de juego va subiendo. Hoy no es el momento para analizar estas cosas, sino para aceptar lo que me toca ahora mismo", declaró Nadal.

Aún así, por si las moscas, París le dijo adiós en pie en un improvisado homenaje que le rindió la Chatrier tras ser consultado por Amelie Mauresmo, directoria del torneo, y del que también fueron partícipes Djokovic, su gran némesis todo este tiempo, y su heredero Carlos Alcaraz, ambos presentes en la grada.

"La gente ha sido increíble durante toda la semana de preparación y hoy las sensaciones que he tenido son difíciles de explicar. Es especial sentir el amor detodos ellos en el sitio que más quiero", concluyó el héroe, que se marchó, quien sabe si por última vez, sabedor del cariño que le tiene París. Porque, al contrario de lo que suele decirse, Nadal sí es profeta en su tierra.