PÓDCAST DE 'LA BATALLA DE FLORENCIA: EL FÚTBOL ERA EL ARMA'

El 'robo' a España en el Mundial de 1934: "Fueron dos arbitrajes que cambiaron el resultado"

El colegiado español Pedro Escartín plasmó en un libro su opinión sobre los colegiados de 'La Batalla de Florencia': "Lo que se había visto en el 'Estadio Berta' era triste y nada ejemplar. A partir de esa fecha varios árbitros nos quitamos de la solapa el distintivo que nos acreditaba como jueces de la competición"

Los árbitros Baert y Mercet

Los árbitros Baert y Mercet / Nacho García

Tono Calleja Flórez

Tono Calleja Flórez

En 1934 toda la prensa mundial -excepto la italiana, que estaba gobernada por el dictador fascista Benito Mussolini-, llegó a la conclusión unánime de que los cuartos de final que jugaron España e Italia del Mundial, que fueron bautizados periodísticamente como 'La Batalla de Florencia', habían sido un robo en favor de los transalpinos. El primer encuentro, que acabó con empate a uno, tuvo lugar el 31 de mayo y fue arbitrado por el belga Louis André Baert, que invalidó un tanto español. El partido de desempate, que se disputó 24 horas después en la misma ciudad de Florencia, fue dirigido por el colegiado suizo René Mercet, que anuló dos goles a la selección republicana.

El entonces vicepresidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) y presidente del Athletic Club de Bilbao, Ricardo Irezábal, que había presenciado los dos encuentros, fue muy elocuente al juzgar la conducta de ambos árbitros con estas palabras: "Lo cierto es que nosotros hemos hecho cuatro goles, y solamente nos ha valido uno; ellos no hicieron ninguno legal, y les han contado dos”.

"Es indispensable que en la designación de árbitros no tenga vinculación alguna el país organizador", escribió el colegiado español Pedro Escartín (Madrid, 8 de agosto de 1902 - Majadahonda, 21 de mayo de 1998) en su libro ‘Los mundiales que he vivido, en el que denunciaba que en el Mundial de Italia "se produjeron graves irregularidades, de las que España fue la primera víctima, y luego Checoslovaquia en la Final. Por eso en la siguiente “Copa del Mundo” los nombramientos estuvieron a cargo de la Comisión de árbitros de la FIFA".

Golpe a Ricardo Zamora

Golpe a Ricardo Zamora / Cinecittá

"El anormal desarrollo deportivo de la competición tuvo ásperos comentarios adversos de la crítica del mundo entero", prosigue el colegiado español, que destaca que los "checos, vencidos en la final de Roma por Italia, fueron recibidos en Praga de forma apoteósica, y otro tanto ocurrió con los jugadores españoles al regresar a España, después de los dos partidos contra Italia en el 'Estadio Berta' de Florencia. Personalmente, como árbitro, volví desilusionado por cuanto había visto. Dos años más tarde se produjo la cruel guerra civil española y la paralización absoluta de las actividades deportivas", zanjaba este árbitro español.

"Nos quitamos el distintivo"

De hecho, la noche de la eliminación de España "un pequeño grupo de árbitros del torneo, entre ellos Jhon Langenus", cenaron juntos, "y los comentarios fueron coincidentes: lo que se había visto en el 'Estadio Berta' era triste y nada ejemplar. A partir de esa fecha, varios árbitros nos quitamos de la solapa el distintivo que nos acreditaba como jueces de la competición", dice el libro.

Escartín no fue simplemente árbitro a lo largo de su carrera. El director del pódcast de fútbol antiguo Golstalgia, Josep Joan Vives, le califica como el "Leonardo Da Vinci del fútbol", ya que en este deporte no sólo fue colegiado, sino que también se desempeñó como jugador; seleccionador español en dos etapas, cronista deportivo y directivo de la FIFA. Según decía él mismo, haciendo gala de su socarronería, en el fútbol había sido “de todo, excepto balón”.

El árbitro español Pedro Escartín

El árbitro español Pedro Escartín / AHORA / Biblioteca Nacional

Escartín, autor de varios manuales sobre arbitraje, plasmó sus recuerdos del Mundial de 1934 en su libro, que publicó en la víspera del celebrado en España en 1982. A la competición acudió después de que la Federación Española de Fútbol ofreciera a la FIFA la posibilidad de que dos árbitros españoles participaran en el evento. Sin embargo, el comité organizador decidió contar sólo con Escartín, renunciando a incorporar a Ramón Melcón, otro colegiado de gran prestigio.

"La voluntad italiana"

El Comité de Designaciones, “en el que dominaba la voluntad italiana, nombró árbitro para el crucial Italia-España en Florencia al belga Louis André Baert, que tuvo graves errores, todos desfavorables para el equipo español que a los treinta minutos conseguía un espléndido gol marcado por Luis Regueiro de un tiro fantástico”. Pero un minuto antes del descanso, Zamora, “que había estado segurísimo", fue “arrollado por dos o tres contrarios, impidiéndole llegar al balón, que Ferrari lleva al fondo de la red. Y se concede…”, lamenta. En la segunda parte, que según este colegiado se disputó “con violencia”, Baert anuló un gol al delantero del Athletic Club de Bilbao Ramón Lafuente.

En la prórroga, el juego fue tan duro que al día siguiente resultaron lesionados Zamora, Ciriaco, ‘Fede’, Lafuente, Iraragorri, Lángara y Gorostiza. Italia también relevó a cuatro jugadores. “En cuartos de final, la actuación del suizo Mercet, en el famoso partido Italia-España, fue tan parcial, que la Federación Suiza, al acabar el torneo, le abrió un expediente por el que fue expulsado de la organización”, concluyó Escartín en su libro.

La actuación del suizo Mercet fue tan parcial que la Federación Suiza, al acabar el torneo, le abrió un expediente por el que fue expulsado de la organización

Pedro Escartín

— Árbitro español en el Mundial de 1934

El también belga Jhon Langenus, considerado por Escartín como un "As europeo del arbitraje", publicó días después de 'La Batalla de Florencia' un artículo en el diario 'L’Independence Belge' en el que pese a defender a su compatriota Baert, reconocía que Italia había logrado el empate "en virtud de un tanto marcado a Zamora que no fue legal". El guardameta sufrió una carga de un italiano, momento que aprovechó "otro azzurri" para marcar. "Baert tenía en este instante la vista de la línea de gol oculta por un muro de jugadores. El juez de línea declaró el tanto válido, y nada pudo hacer", defendió Langenus.

En el segundo partido España tenía siete bajas y los italianos cuatro. Formaron Nogués-Zabalo-Quincoces en la defensa, Cilaurren-Muguerza-Lecue en la media y como atacantes Vantolrá-Luis Regueiro-Campanal-Chacho y Bosch.

"Cambiaron el resultado"

A los once minutos el italoargentino Orsi sacó un córner, que el portero español Nogués intentó despejar. Sin embargo, "es arrollado ilegalmente por Meazza", que marca gol, censura Escartín. En el segundo tiempo, España comenzó dominando el balón hasta marcar "un gran gol", que fue anulado por Mercet. "No hubo absolutamente nada ilegal". Los españoles protestaron "inútilmente" y el partido terminó uno a cero, recuerda el colegiado español, que concluye: "Fueron dos arbitrajes que cambiaron el resultado. Italia tenía un formidable equipo, no precisaba esta clase de favores".

Pedro Escartín

Pedro Escartín / EPE / Biblioteca Nacional

Escartín, que tiene un busto muy cerca del estadio Santiago Bernabéu, definió el Mundial de 1934 como “el más politizado, ya que gobernaba Mussolini", en un periodo de tiempo en el que "ya se apreciaba un clima de guerra”. Y "el primer error” de la organización, rememoraba en su libro, fue "crear un comité especial para designar a los árbitros de cada partido", que estaba "formado por un italiano, un alemán y un austriaco, que siempre votaba con Italia”. Incluso, en algún acto oficial llegó a intervenir "el general Vaccaro, presidente de la Federación Italiana. Esto en realidad era inevitable, porque Europa vivía ya el clima de la desdichada Guerra Mundial que había de estallar a finales de 1939", recordaba triste Escartín.

Zamora pierde su gorra tras un golpe de un jugador italiano

Zamora pierde su gorra tras un golpe de un jugador italiano / Cinecittá

Tras eliminar a España, Italia disputó la semifinal en Milán frente al 'Wunderteam' austriaco, que pocos años después fue disuelto por la Alemania nazi. El árbitro sueco Ecklind "tampoco salió bien parado", destaca Escartín, que considera que este colegiado fue "caprichoso en sus decisiones, no siempre justas, ya que casi siempre eran favorables a Italia".

El árbitro de la final

Y en la final, que jugaron los locales contra Checoslovaquia, también surgió un problema en la designación del árbitro: "Los italianos propusieron al belga Baert y al sueco Ecklind, los checos al belga Langenus y a quien esto firma [Escartín]. De primeras quedaron eliminados Baert y Langenus, tachados por Checoslovaquia e Italia, respectivamente. Para la decisión final yo no tenía menos esperanza, y el Comité de Designaciones estaba formado por Italia, el austríaco Hugo Meils, que siempre votó con Italia, y Bauwens, por Alemania. Tuve uno voto frente a dos, por lo que el escandinavo pitó la final", lamenta el prestigioso árbitro y ex seleccionador español, que entre otros jugadores entrenó a Alfredo Di Stéfano.

Los árbitros de la final del Mundial de 1934 hicieron el saludo fascista

Los árbitros de la final del Mundial de 1934 hicieron el saludo fascista / EPE / Biblioteca Nacional

"El sueco Ecklind llevó el partido con habilidad, pero muy condescendiente con la defensa italiana en sus entradas sobre [los jugadores checoslovacos] Puc, Svoboda y Sobotka, mientras que en el centro del campo, lejos de las áreas, no permitía nada ilegal a unos ni otros. Una entrada violentísima en el área de Monzeglio a Puc, la pasó por alto. Al conseguir Italia el tanto que les hacía Campeones del Mundo, Mussolini, vehemente, rompió todo protocolo y se puso en pie aplaudiendo, al tiempo que gritaba entusiasmado. Los checos encajaron mal la derrota, que atribuyeron en parte al arbitraje, lo que no era del todo justo", explica el libro del colegiado español, cuya participación en el Mundial fue anecdótica. Tras ser vetado para pitar la final, solo logró ser designado como juez de línea en el partido inaugural de Roma, que enfrentó a la anfitriona contra Estados Unidos: el encuentro que acabó con una paliza de los italianos (7-1).

Para Escartín, el Mundial de Italia advirtió al mundo del fútbol de "la imperiosa necesidad de evitar que el fútbol pudiera ser utilizado como palanca política y enfrentamiento de países. Aunque no ocurrió nada grave, fue un aviso que sirvió de mucho". Tras finalizar el campeonato, el diario republicano español 'Luz' publicaba una información en la que anunciaba que Mussolini había condecorado con la medalla de oro del valor atlético, instituida por el Partido Fascista, a los jugadores del equipo italiano que habían ganado el Campeonato del Mundo. Al final de la nota, apostillaba de forma sarcástica: "El telegrama no aclara sí es una medalla o varias. Tampoco dice si el homenaje se hará extensivo a Baert, Marcet y Ecklind", los tres árbitros acusados de favorecer a la Squadra azzurra.

PÓDCAST 'LA BATALLA DE FLORENCIA: EL FÚTBOL ERA EL ARMA'

'LA BATALLA DE FLORENCIA: EL FÚTBOL ERA EL ARMA' es un pódcast de Tono Calleja Flórez, producido por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA y PI STUDIO. Con dirección y guion de Álvaro Martín.

La producción ejecutiva corre a cargo de Adriano Morán; el diseño sonoro es de Javi Álvarez; la edición de Aitor Urbaneja, la grabación de Pedro Rufete y Raquel Arroyo; y la producción de Txema Gutiérrez. En todos los episodios se han reproducido fragmentos literales de crónicas de las publicaciones periódicas españolas de la época: Ahora, La Luz, La Libertad, El Heraldo, La Nación, La Tierra, El Imparcial, El Sol, El Liberal, La Voz, Ondas. Estampa, El Siglo Futuro, La Época, Mundo Gráfico y el Semanario AS; pero también de los diarios franceses L'Autó-Vélo y Le Journal.

Han sido entrevistados para el podcast el redactor de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Fermín de la Calle, el escritor mexicano Juan Villoro; la hija del jugador del Real Madrid Luis Regueiro, Maite Regueiro; los historiadores Frichu Yustas (España) y Felipe Pigna (Argentina); el historiador del club argentino San Lorenzo de Almagro Adolfo Res; el presidente de Honor del diario As, Alfredo Relaño; el autor del podcast de fútbol antiguo Golstalgia, Josep Joan Vives; la profesora de Historia del Periodismo de la Universidad de Sevilla María José Ruiz Acosta; y la profesora de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo Carmen García García.