LA VELADA DEL AÑO 4

Un Bernabéu a reventar y un nuevo récord en Twitch coronan (otra vez, y van unas cuantas) a Ibai

Creadores de contenido y artistas de renombre internacional se han reunido este sábado en Madrid en el evento más importante del mundo del 'streaming', congregando a 3,8 millones de espectadores en Twitch y batiendo el récord de la plataforma

Ibai Llanos, este sábado en la IV Velada del Año-

Ibai Llanos, este sábado en la IV Velada del Año- / Raquel Alvarado

En los días previos, Ibai Llanos aseguraba que poco menos que era imposible. Que los 3.449.999 dispositivos registrados en Twitch hace ahora un año, en el Metropolitano, eran "inalcanzables" en esta ocasión. Si el año pasado ese, y no otro, era el objetivo indudable, en esta cuarta edición de La Velada del Año el creador de contenido se mostraba más comedido. "Yo creo que no se va a superar por el momento actual de Twitch y porque la cifra es insuperable", aseguraba, a medio camino entre la resignación y la modestia.

Nunca se sabrá a ciencia cierta si fue más de una, o de la otra, pero lo cierto es que el récord volvió a caer. Casi sin quererlo, ha convertido Ibai en una rutina lo que para cualquiera es un imposible. Reventar los récords de su oficio como si no costara, como si fuera un hábito. Sin llamar a ello, sin forzarlo, su poder de atracción sigue vigente, quizás más que nunca. El rey, hacedor de récords en las redes sociales, sigue siendo el rey. Y tiene pinta que por mucho tiempo.

Del Pabellón Olímpico de Badalona al Cívitas Metropolitano y ahora el Santiago Bernabéu. No le hizo falta inventar mucho esta vez para lograrlo. La fórmula, en grandes rasgos, era de sobra conocida. Ya había funcionado dos veces y lo volvió a hacer una tercera, aún más si cabe. Ocho horas de evento y unos fans entregados como base. Y estrellas, muchas estrellas, del mundo del streamig; pero también de fuera de él, como protagonistas.

De Vinicius a María Patiño, de David Bisbal a Will Smith, pasando por Bizarrap, la velada volvió a congregar junto a personalidades de todos los ámbitos a los creadores de contenido de habla hispana más conocidos, a miles (80.000) en las gradas y a millones (3.7 millones en el pico y una media de 3,1) tras la pantalla con la combinación combates de boxeo amateur entre creadores de contenido con actuaciones musicales en directo. Todo ello emitido en directo, gratis, a través de Twitch.

Un Bernebéu a rebosar

Entre la alfombra roja, algo más deslucida este año, y la sucesión de combates, como siempre más impetuosos y voluntarios que académicos, pasaron algo más de ocho horas. Una jornada laboral en cuanto al tiempo, pero que para los que allí se congregaron fue de todo menos aburrida.

David Bisbal en La Belada del Año 4

David Bisbal en La Belada del Año 4 / La Velada del Año 4

Al grito de "ruidooo" (ese que no le gustará para nada a la plataforma @RuidoBernabeu) del speaker Misionero, el peaker argentino del evento, arrancó un show que se alargó hasta entrada la medianoche pero que tuvo su punto álgido al poco de empezar. Apenas había transcurrido un combate, el que le ganó Agustín 51 a Carrera, cuando cayó el récord. No hubo suspense, no hubo tensión. Por no haber, no hubo ni sensación de sorpresa.

En plena presentación del combate entre Guanyar y La Cobra, el segundo de la noche, y todavía con más de cinco horas de evento por delante, se superó una marca que siguió creciendo durante la noche hasta alcanzar los 3,8 millones de dispositivos conectados en el punto más álgido, el combate de Viruzz contra Shelao. Lo anunció el propio Ibai pero, cosas de la rutina, tampoco volvió loco a unas gradas que ya se olían que eso podía suceder.

De las lágrimas de Guanyar a la redención de Viruzz

Un momento de alegría que precedió, cosas del destino, al más duro de la tarde noche. El gallego, queridísimo por el público, se tuvo que retirar cuando apenas restaba un minuto de combate, al poner la sanitaria punto y final y dar como ganador al argentino después de que se le saliera el hombro al español. Entre lágrimas y negando con la cabeza, Guanyar tuvo que aceptar una decisión frente a la que se rebeló, tras lastimarse nada más arrancar el combate, y que le llevó a retirarse obligado y contra su voluntad.

Guanyar tras perder el combate por su retarida médica en La Velada del Año 4

Guanyar tras perder el combate por su retarida médica en La Velada del Año 4 / La Velada del Año 4

Las lágrimas de Guanyar precedieron al que fue, sin duda, el momento más emotivo de la noche. Viruzz, que venía de ser suspendido por dopaje en 2023 en su incursión en el boxeo semiprofesional, pudo volver a pisar un ring en Madrid. Ibai le dio la oportunidad de redimirse en el Santiago Bernabéu, y el aragonés no la desaprovechó, imponiéndose en el que para muchos fue el 'main event' ante el chileno Shelao. Sin cascos, a piña limpia, ambos protagonizaron el combate más pesado de la noche.

Tras el plato fuerte de la noche llegó el turno para la locura, con el nuevo formato 'El Rey de la Pista'. Ganar o caer. Un carrusel de compbates sin parón en el que nueve boxeadores se subieron al ring, tratando de ganar a su rival en ese momento pero, a la vez, mantener las fuerzas para poder hacer frente al siguiente que subía al ring, que llegaba fresco. En esa locura de combates se llevó el gato al agua el streamer madrileño Karchez.

Viruzz y Shelao peleando en La Velada del Año 4

Viruzz y Shelao peleando en La Velada del Año 4 / La Velada del Año 4

Así se llegó, con actuación de Bizarrap de por medio, al combate final, en el que Plex y Mariana midieron sus fuerzas tras semanas de enganchones en las redes sociales. Un combate igualadísimo que se decidió en la ronda extra tras finalizar en empate técnico, y que se acabó llevando el español.

Todo estaba listo, entonces, para poner el broche a la noche, con la actuación de Anuel AA. Pero en apenas unos minutos, el artista puertorriqueño pasó de ser uno de los más esperados a la gran decepción de la Velada. El cantante hizo que los presentadores inventasen 15 minutos extras de entretenimiento mientras se decidía a salir. Ante los abucheos del público, la incredulidad de Ibai y Luzu, la escasa efusividad con la que salío, y el hecho de que solo cantó tres canciones, su actuación quedó consagrada como la peor de todas las Veladas.