Morata, un futbolista convertido en máquina de facturar: ha movido tantos millones como goles ha marcado en su carrera

Pocos futbolistas, prácticamente ninguno, pueden presumir de haber jugado en una lista de grandes clubes como la de Álvaro Morata. Real Madrid, Juventus, Atlético de Madrid, Chelsea... y ahora el AC Milan, donde desembarcará a partir de la próxima temporada tras haber ejecutado esta semana el club italiano su cláusula de rescisión, que ascendía a 13 millones de euros.

Cinco equipos históricos que dan lustre a una carrera en la élite, eso es innegable, aunque llena de vaivenes, en la que no ha encontrado la estabilidad necesaria para echar raíces en ninguno de ellos. Pero que, al menos, le ha valido para hacerse de oro, protagonzando un buen puñado de traspasos millonarios que le han convertido en el jugador español que más dinero ha movido con sus cambios de equipo (202 millones, según el portal web Transfermarket), muy por delante del segundo español en este ránking, Marc Cucurella, que ha generado con sus ventas 101 millones.

Ahora sí que sí, Morata se va: el Milan paga la cláusula y abandona el Atlético tras asegurar que se quedaba

"Gracias Atlético. Gracias a vosotros, los trabajadores del club, y a la afición, sois el alma de este club. Y gracias a ti sobre todo Koke por ayudarme siempre en todo momento y por todo. Tú eres el Atlético de Madrid. Te voy a echar de menos, hermano", escribió Morata en su cuenta de Instagram como mensaje de despedida, algo en lo que ya tiene experiencia.

Y todas han sido previo pagos de millonadas. Desde que salió del Real Madrid en 2014 rumbo a la Juventus por 20 millones para volver por otros 30 dos años después, el delantero se ha convertido en un trotamundos del mundo del fútbol que ha ido dejando grandes cantidades de dinero allá donde ha ido, o mejor dicho, de donde se ha ido.

Un trotamundos del fútbol

Porque del Real Madrid acabó marchándose en 2017 rumbo al Chelsea por 66 millones más. En su momento, este movimiento se convirtió en el fichaje más caro de un jugador español, superando el de Fernando Torres al Liverpool en 2011 (58 millones). Una cifra similar a la que un par de años después pagó el Atlético al club londinense por él (18 en una primera instancia más 35 un año y medio después, en una fórmula de cesión más compar obligatoria).

Posteriormente, llegaron dos años de cesión en la Juventus, a 10 millones cada uno, antes de regresar al Atlético. Y ahora, ya por último, su sorprendente salida rumbo a Milán por 13 millones. En definitiva, una carrera deportiva llena de idas y venidas llena de grandes cifras en el apartado económico, que le han llevado, además, a ser el quinto futbolista de la historia que más dinero ha movido con sus traspasos.

Por delante de él tan sólo figuran Ousmane Dembelé (220 millones), Cristiano Ronaldo (247 millones), Romelu Lukaku (339 millones) y el líder absulto en esta particular clasificación, Neymar Jr. (400 millones). Además, justo por detrás de Morata figura otro Atlético como Antoine Griezmann (182 millones).

Tantos millones como goles

Un estatus de estrella en el mercado que, sin embargo, no ha logrado trasladar en plenitud al campo. En once temporadas en la élite, desde la 2013/2014 con el Real Madrid, su primera campaña completa como profesional, hasta ahora, su media goleadora con sus clubes se sitúa en 0.37 tantos por partido (217 goles en 589 partidos).

Por poner en contexto, tres de la grandes delanteros centro de la última décadas y con edades similares, Robert Lewandowski (0,71 de media; 593 goles en 834 partidos), Luis Suárez (0,62; 503 goles en 820 partidos) y Harry Kane (0,62; 340 goles en 545 partidos) doblan las medias de Morata.

Siempre ha acompañado a Morata esa sensación de no ofrecer fiabilidad de cara a portería. Quizás esa inconsistencia frente al gol quedó reflejada en un fallo en el mano a mano ante Kobel en la vuelta de los cuartos de final ante el Borussia Dortmund. Una acción que, precisamente, empezó a desencadenar la sucesión de hechos que ha acabado con su salida del Atlético. Pero no fue la única. Sin ir más lejos, el delantero acabó la pasada Liga como el jugador que estadísticamente más grandes ocasiones desperdició (23), por delante de Dovbyk (22) y Samu Omorodion (19).