ELECCIONES 23J

El PP andaluz ante el reto de apuntalar el trasvase de votos del PSOE para aupar a Feijóo

En la tercera cita en las urnas en un año en Andalucía, los socialistas tienen que frenar su hemorragia y el desgaste de Pedro Sánchez y ‘Sumar’ recuperar la ilusión en una izquierda rota

Juanma Moreno, en un mitin del PP:

Juanma Moreno, en un mitin del PP:

Isabel Morillo

Isabel Morillo

Las generales serán la tercera cita electoral en Andalucía en el periodo de un año. “Estamos todos agotados”, se dedica a repetir el presidente de la Junta y líder del PP, Juan Manuel Moreno, antes de pedir un último esfuerzo a sus electores. El calor está siendo inmisericorde, como manda el mes de julio, y el agotamiento preocupa en las filas populares, que temen que un exceso de confianza complique la aspiración de Alberto Núñez Feijóo de llegar al Gobierno, e incluso de llegar con una “mayoría suficiente” que le permita prescindir de Vox, con Andalucía como granero clave y muchos votantes en la playa.

“Feijóo tiene que hacerse un Juanma”, repiten en el PP, pero las encuestas señalan que no será nada fácil. A la tercera, señalan, tras la mayoría absoluta en las autonómicas de junio de 2022 y las ocho capitales andaluzas en mayo, el PP confía en quedarse el próximo 23 de junio un “mínimo” de 25 de los 61 diputados que la comunidad andaluza, con un cuerpo electoral de 6,5 millones de electores, aporta al Congreso. Es la previsión más conservadora. En los cuarteles del PP los datos que se manejan son mejores pero no quieren lanzar las campanas al vuelo.

Para lograr ese objetivo, el voto prestado al PP deberá repetirse en Andalucía. La mayoría absoluta de Moreno hace un año se cimentó en tres factores, según confirmó el estudio postelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas. El PP engulló a Cs, se quedó un 65% de su voto. Ese trasvase está garantizado el 23-J. Además, Moreno, con su llamada al voto útil, logró recuperar un 31,4% de voto que se había ido a Vox en las anteriores autonómicas de 2018. Esa recuperación del voto a su derecha preocupa algo en el cuartel general del PP pero no tanto como mantener el trasvase del 15,6% (hasta el 17,5% con el dato sin cocina) de votantes socialistas que se decantaron por la papeleta del PP hace poco más de un año. En ese trasvase desde el PSOE sumó el llamado ‘efecto Moreno’, con una marca del líder del PP andaluz muy bien valorada, y el miedo azuzado por la izquierda a un Gobierno andaluz con Vox en la vicepresidencia, que reforzó el voto útil hacia el PP.

La 'ola antisanchista', azuzada por Moreno, ayudó en las municipales y mantener ese trasvase desde el PSOE es el gran reto en las generales del 23 de julio. El objetivo del PSOE, claro, es frenarlo y recuperar electores hacia sus siglas. Creen que podrán conseguirlo porque la ‘marca Juanma’ está por encima de la de Feijóo en Andalucía y el ruido por los pactos de gobierno de PP y Vox, que han antecedido la campaña y han metido a los de Santiago Abascal en los gobiernos de Extremadura y Comunidad Valenciana además de Castilla y Léon, han permitido al PSOE recortar distancias. Las concesiones en materia de violencia de género o LGTBI, varían de forma notable el escenario electoral de las generales respecto al que se vivió en Andalucía hace un año, señalan los socialistas, que confían en frenar a la tercera su debacle electoral en el que fue durante décadas su fortín más seguro en España.

Ciclo a favor

Las encuestas son muy favorables para el PP de nuevo en la comunidad andaluza. En las filas populares confían en obtener “mínimo” 25 diputados al Congreso aunque hay previsiones más optimistas que hablan de doblar el actual número de escaños, pasando de 15 a 30. La última encuesta publicada por el CIS, en su estimación de votos por provincias, señala una contundente victoria del PP sobre el PSOE en Andalucía. Lejos de los resultados de las generales de 2019, con victoria del PSOE (25), muy por delante del PP (15), Vox (12), Podemos e IU (6) y Cs (3). Ahora, señala el CIS, el PP podría estar en los 28 escaños, con victoria en todas las provincias andaluzas salvo empate en Huelva y el PSOE quedarse en un horquilla entre 18 y 20.

El partido de Yolanda Díaz no mejoraría los resultados de Unidas Podemos y Sumar repetiría 6 diputados, dice el CIS, mientras que Vox seguiría descendiendo en Andalucía, pasando de 12 a 6 diputados, la mitad. El PP lograría, analizando esos números, seguir llevándose el voto íntegro de Cs, recuperar gran parte de votantes que se fueron a Vox y llevarse también voto socialista, aunque en menor medida. A la izquierda, los años de divisiones internas, estarían pasándole factura y tiene dificultades para movilizar a su electorado frente a una derecha 'hipermovilizada'.

Estados de ánimo

Los socialistas llegan a la campaña con un estado de ánimo mucho mejor que el de hace un mes, cuando Pedro Sánchez convocó las elecciones tras el mazazo de las municipales del 28 de mayo. En Andalucía, el PSOE en esa cita perdió muchos menos votos (unos 100.000) que poder, con un retroceso sin precedentes en los ayuntamientos andaluces y en las diputaciones, que hasta ahora habían sido un ‘seguro’ electoral frente a la mayoría absoluta del PP en la Junta. El PSOE acude a esta cita sin red institucional. Movilizar el voto feminista y competir con Sumar llamando al voto útil en algunas provincias, para aglutinar el voto de toda la izquierda allí donde creen que el partido de Yolanda Díaz no obtendrá representación, son estrategias de los socialistas en Andalucía. Pero el gran reto, admiten, es frenar el desgaste que los cualitativos arrojan sobre la figura de Pedro Sánchez. En la comunidad andaluza su valoración está por debajo de la media nacional y muy por debajo de otras comunidades donde el voto ha sido tradicionalmente de izquierdas.