DIARIO DE IBIZA

Turistas en Ibiza: "Nos preguntan si los abridores con forma de pene son un ‘souvenir’ típico"

Todo tipo de turistas que pasean por Ibiza buscan llevarse un recuerdo típico de la isla

Turistas contemplan qué recuerdos llevarse de su paso por Eivissa

Turistas contemplan qué recuerdos llevarse de su paso por Eivissa / Diario de Ibiza

Estela Torres Kurylo

Bolsos, camisetas, imanes, llaveros o pulseras entre tantos otros elementos que llaman la atención como posibles candidatos para convertirse en un recuerdo del paso por Ibiza. Hoy por la mañana [por el pasado martes] cientos de turistas pasean por las calles de la Marina en busca de un souvenir.

La mayoría viene del crucero Costa Toscana, de 337 metros de eslora, que sólo atraca hoy en el puerto antes de partir hacia Palermo (Italia). Entre los pasajeros que han desembarcado, hay quienes eligen recuerdos para sí mismos y quienes piensan en un amigo o familiar al que llevar un detalle de su viaje. Una bonita manera de revelar que, a pesar de la distancia y el posible ajetreo, se han acordado de ellos durante la vacaciones.

La esposa de Natale, un italiano que espera fuera de una tienda de recuerdos, tiene a muchos allegados en mente durante su visita a la isla. «Ay, mi mujer», suspira Natale mientras ella hace cola en el establecimiento para pagar los 15 imanes que ha elegido.

Ambos han venido en el crucero y, según Natale, ella tiene muchos familiares a los que llevar un detalle; por eso «coge cosas pequeñas y el precio es importante». Para Natale, los puestos con recuerdos «son todos un poco iguales», y explica que para él lo especial es «algo que sea diferente a lo que se encuentra normalmente». Considera que el souvenir perfecto sería un «objeto típico y artesanal elaborado en el lugar que se visita».

Uno de estos podría ser alguna de las prendas que se venden en Ibiza Púnica desde 1992, que cuentan con camisetas pintadas por la artista Teresa Wood o camisetas con estampados de la Diosa Tanit, entre otros motivos ornamentales.

La importancia de los cruceros

Alejandra Guerra trabaja desde hace tres años en esta tienda y cuenta que, en comparación con el año anterior, por ahora tiene «bastante movimiento», que se da sobre todo cuando hay cruceros. De hecho, asegura que estos traen «muchísima gente».

A sus clientes les gusta llevarse camisetas en las que se lea Ibiza en ibicenco y se interesan por los símbolos que muestran: «Quieren conocer qué significado tiene la diosa Tanit para la isla, o preguntan por las lagartijas», indica. En el comercio, los precios varían entre los 35 y los 45 euros: «Cuando lo digo no ponen pegas [los clientes] porque entienden que cada una está pintada y tiene un valor», apunta Guerra sobre las camisetas trabajadas a mano por Wood.

En la Boutique Amanecer también disponen de prendas típicas de la marca Ibiza, como la ropa Adlib. Ésta, unida a los «imanes, llaveros o peluches», está entre alguno de los elementos más comprados. En este negocio, lo más extraño que se adquiere como souvenir son las figuras de penes de madera, las conchas o «unas cucharas de cerámica con el logotipo de Ibiza» cuenta Paula, que lleva tres años trabajando en la empresa familiar.

Para ella, el interés por adquirir determinados recuerdos «depende de la temporada, de los cruceros y también de dónde vienen» los turistas. Teniendo en cuenta este dato, entre las nacionalidades que visitan la tienda, «los americanos suelen gastar bastante y van más seguros a coger algo y llevárselo sin pensar», indica Paula. Entre algunos de los artículos que estos se llevan, pueden estar los vestidos o bolsos de piel que cuestan hasta 150 euros, o algunos de los artículos más económicos del establecimiento, que son los souvenir a dos euros.

En una de las tiendas más cercanas a la Plaça de sa Font, también en la Marina, el producto más vendido como recuerdo son «los cestitos de niña», cuenta Alejandra sobre unos bolsos pequeños que llevan lentejuelas de varios colores y estampados de corazones y diferentes figuras. Aunque la tienda no sea en concreto de souvenir, cuenta con imanes, que venden a tres euros, y el precio más elevado ronda los 80, euros, para los vestidos.

Entre los productos más extraños que la gente adquiere como recuerdo están los cinturones de piel o unas piedras pequeñas que tienen diferentes paisajes pintados: «Esto me lo trajeron hace poco y está casi vacío el bol», señala Alejandra, como un ejemplo de algo que se vende bastante entre los tuturistas.

En Més Prop, entre los recuerdos más extraños que venden, Ana Lunares apunta a aquellos relacionados con motivos sexuales: «Empezamos [hace ocho años] con abridores con forma de pene y han encantado hasta el punto de que nos llegan a preguntar si es algo típico de Ibiza... Y se hacen fotos con el expositor». Estos productos en concreto gustan «para las despedidas, para bromas...», indica Ana, sobre unos artículos que han evolucionado y ahora hay hasta «bolis o imanes... Muy de cuerpo humano».

Ana lleva trabajando en la tienda de souvenir 12 de los 20 años que esta lleva abierta. En este tiempo, «por lo general, el imán y la camiseta», con la palabra Ibiza escrita en algún lado, han sido el producto estrella. «Ahora, también están triunfando mucho las gorras», detalla Ana.

Además de estos tradicionales artículos de recuerdo, entre sus clientes se incluyen aquellos que han tenido la oportunidad de conocer Formentera «y no han comprado nada», por lo que, al entrar en el comercio, piden algún artículo en el que se lea el nombre de la isla.

Comprar aire o sal

En Més Prop han entrado turistas pidiendo comprar aire, sal «o incluso chocolate de Ibiza», señala Ana, antes de detallar que en la tienda disponen de la sal o de Hierbas Ibicencas como productos típicos. «Han llegado a preguntar por cosas peores, que es mejor no decir», ríe la dependienta.

En el inventario del establecimiento cuentan con lápices de un euro, como elemento más económico: «Y lo más caro, 24,95 euros, que es una lagartija grande de madera», apunta Ana. La dependienta advierte: «Hay gente que se queja. Pero, por ejemplo, tenemos tazas a 5,95 euros que yo, cuando me fui a México, vi que allí estaban a 19 euros».

En la experiencia con la que cuenta el establecimiento, Ana detalla que en la época del covid notaron un repunte en sus ventas: «Cuando la gente pudo salir a la calle, se volvió loca». Sin embargo, en general, perciben ahora una bajada en sus ventas, sobre todo «desde que no hay pasacalles» de las discotecas de la isla «y todo eso que hacía que la gente quisiera estar por el puerto, además del problema de no poder entrar con el coche», apunta.

Desde su punto de vista, todo ello «provoca que la gente que se hospeda en Sant Antoni o Santa Eulària no baje» hasta Vila.

No olvidar el hogar

No con tazas, pero sí con «un sombrero de marinero, una libreta y un mechero particular», que muestra los motivos sexuales a los que se refería Ana, Stefania ya cuenta con algunos souvenirs. Cree que con ellos ya tiene todo, aunque le queda «dar una vuelta». No sabe qué más compraría aunque pregunta por «cosas típicas de Ibiza» que se debería llevar. Ha venido en el crucero con su madre y sus dos hijos y «siempre» que van de viaje compran algún recuerdo, al que es muy importante sumar «las fotos», indica.

Para Lisa, una turista francesa que pasa dos días en la isla con una amiga, aquellas imágenes que capture con su cámara o la de su móvil, también son un imprescindible del viaje. En este momento está eligiendo imanes para sus amigos y su padre, además de mirar algo para sí misma, que será «una pulsera o un bolso».

Para confirmar uno de los productos que se venden más en las tiendas de recuerdos Gorka, Etna, Carmen y Marta indican que siempre se llevan «un imán para el frigorífico». Son una familia de Pamplona que también viaja a bordo del crucero. Además de llevarse algo para ellos, piensan en un detalle para algunos familiares que se han quedado en la ciudad. Les gustaría «que fuera un recuerdo de aquí», de la isla, «algo como la sal», que ya han visto, apunta Gorka.

En su elección, suelen guiarse más por algo que «entre por el ojo», apunta Carmen, sin olvidar que si compran muchas cosas, influirá el precio: «Aunque tampoco son muy elevados, y hay de todo», recalca Gorka. Antes de despedirse, Carmen no olvida comentar: «¡Ya hemos visto los encierros!», que empezaron hace unos días por las fiestas de San Fermín. «Los echamos en falta, pero hay que ver cosas y allí estamos todos los años» , comenta Carmen.