Crean un complejo "ecoturístico" ilegal en plena zona forestal de Benirràs

El Paisito es el nombre que recibe un complejo de seis viviendas y otras instalaciones complementarias levantado junto a un torrente, en una recóndita zona forestal cercana a Benirràs y sin ninguna posibilidad de cumplir con la normativa urbanística ni de actividad turística. Así y todo, funciona abiertamente como un establecimiento de hostelería más, con su propia página de reservas, y se vende como centro ecológico, pese al riesgo de incendio que suponen las construcciones de madera rodeadas de una tupida vegetación.

Al contrario que muchas otros alojamientos irregulares, en este caso no se aprovechan de las plataformas vacacionales tipo Airbnb o Booking. El Paisito funciona, sobre todo, gracias al boca a boca de sus clientes, pero sí que cuenta con una página de internet propia en la que se promociona como lugar de vacaciones sostenibles. Allí se detalla toda la oferta para pernoctar en la finca, se recopilan numerosas reseñas de clientes y se posibilita reservar plazas, pagando el 20% de la estancia por anticipado.

El complejo es obra de una empresaria neerlandesa, que ya se dedicaba a los alquileres turísticos en Ámsterdam, y de su hijo. Según explica la promotora en su biografía, cambiaron los Países Bajos por Ibiza y se establecieron en 2016 en esa zona, a unos siete minutos en coche de la playa de Benirràs.

Poco a poco, han ido levantando varias casas y cabañas con maderas y rocas del lugar, siguiendo un modelo ecológico, al estilo de La Casita Verde pero dedicadas al alquiler turístico ilegal. También rehabilitaron una construcción de piedra en ruina junto al torrente.

En estos momentos, El Paisito comercializa en su terreno un total de seis viviendas. La más cara es la casa principal, que cuenta con cocina y dos habitaciones dobles, cada una de ellas con baño. Si se alquila entera, cuesta 225 euros por noche, mientras que si solo se ocupa una de las estancia se reduce a 175 euros.

El complejo dispone de otra casa con cocina y baño, tres cabañas de madera (una de ellas construida sobre un árbol), todas ellas disponibles para dos plazas, además de una yurta con capacidad para albergar a tres personas, según se detalla en la promoción de las habitaciones. También se ha habilitado en el exterior una cocina al aire libre, dos cuartos de baño comunes y zonas de descanso con balinesas.

En total, con una ocupación plena, El Paisito puede ingresar 685 euros diarios sin tributar. Este diario se ha puesto en contacto con el Consell de Ibiza, que investigará el caso, para conocer si consta alguna solicitud de actividad de esta empresa. No obstante, ninguna de las construcciones que comercializan puede ser legalizable en suelo rústico ni contar con la preceptiva cédula de habitabilidad para destinarse al alquiler.

Igualmente, este diario ya trató de ponerse en contacto con la empresaria a través de la página de reservas de El Paisito (no consta ninguna otra vía de contacto en su web), sin obtener ninguna respuesta.

El incendio

Se da la circunstancia de que una de las viviendas de madera del complejo ardió por completo en la noche del 20 diciembre de 2021. Así lo relata la propia promotora en su biografía y lo confirma el informe de los bomberos, que acudieron con seis efectivos y dos bombas.

El parte meteorológico de aquel día destaca que el viento soplaba flojo en Ibiza. Por suerte, el fuego no afectó al bosque ni a la bombona de butano que había en el exterior de la casa. Esta fue reconstruida por entero y ahora se alquila junto al resto.