FARO DE VIGO

Consumo propone limitar el pescado en los colegios y enfurece al sector: “Es increíble”

El ministerio ultima un real decreto en el que establece una pauta de “una a tres” raciones por semana en los centros educativos y solo una al mes de rebozado

Conxemar pide ayuda a la Xunta: “Tenemos que pararlo”

Descargan pescado fresco en el muelle de Cambados

Descargan pescado fresco en el muelle de Cambados / / IÑAKI ABELLA

Lara Graña

Argentina tiene uno de los caladeros más fértiles del planeta. Podría autoabastecerse, sin tener que ir de compras, de un vergel de especies salvajes: de merluza a vieira, langostino y rosada, calamar y bacalao de profundidad (o toothfish), lenguado, anchoa, raya, besugo... Pero, cosido a la paradoja, el país lo exporta todo: los argentinos no comen pescado. Ni siquiera por recomendación legislativa. La Casa Rosada hasta promovió hace un lustro una resolución ministerial con la que instituyó los días 19 de cada mes “como el día preferencial para la ingesta de pescados y mariscos argentinos”.

El día 19 comé pescado, ilustra la campaña oficial. No ha servido de mucho porque, desde su entrada en vigor, los consumidores locales redujeron todavía más la ingesta de proteína marina, al pasar de 4,8 kilos per capita al año a apenas 4,5.

Es un umbral que dista por completo de los valores de España, que no requeriría a priori de una iniciativa similar, aunque las ventas continúan desplomándose. Y más que bajarán si, como condena la industria, el Gobierno aprueba el Real Decreto “de Seguridad alimentaria y nutrición, para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos”. Está en fase de consulta interministerial y plantea que en los comedores escolares solo se dispense a los pequeños “de una a tres raciones” de pescado por semana. La Asociación Española de Mayoristas, Importadores, Exportadores y Transformadores de Productos de la Pesca y Acuicultura (Conxemar) ha pedido ya explicaciones. También ha solicitado ayuda a la Xunta.“Es increíble. Tenemos que pararlo”.

La literalidad

La propuesta legislativa, a la que ha tenido acceso FARO, nace en septiembre de 2022. A lo largo de 37 páginas incide en que “el entorno escolar resulta clave para estimular patrones alimentarios saludables en todas las clases sociales, y promover comportamientos que pueden mantenerse hasta la edad adulta”. El problema aflora en el artículo octavo, de Requisitos y criterios para la programación de los menús escolares. “Los menús –dice–, servidos de lunes a viernes, se confeccionarán teniendo en cuenta las siguientes frecuencias”, y fija que los segundos platos con base de pescado se limitarán a una oferta “de una a tres raciones por semana”. Además de contravenir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este artículo contradice no solo al mismo Gobierno, sino al propio Ministerio de Consumo.

En el mismo año 2022 la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) emitió un informe de su comité científico con una propuesta semanal de consumo radicalmente opuesta. Planteó una pauta de “3 o más raciones/semana de pescado, priorizando el pescado azul y las especies con menor impacto ambiental”. Y lo hizo con base científica: “Existe una amplia evidencia de los efectos beneficiosos del consumo de pescado sobre la salud, fundamentalmente debido a su contenido en ácidos grasos y a su proteína magra”. Esta misma Aesan que eleva a tres raciones de pescado como mínimo su recomendación en cuanto a patrones de alimentación está adscrita al mismo Ministerio de Consumo que ahora rebaja esa cadencia “de una a tres raciones por semana”. Conxemar, que agrupa al grueso de la industria de elaborados de productos del mar en España, se ha dirigido ya por escrito a la Aesan. La presidenta de su Comité Científico, Ana María Rivas, es Catedrática de Nutrición y Bromatología por la Universidad de Granada.

Es más, esta propuesta de Real Decreto equipara prácticamente a las carnes procesadas con el pescado rebozado: para las primeras plantea un “máximo de dos raciones” mensuales; para la segunda, “un máximo de tres” al mes. Y prioriza de manera destacada los productos con origen vegetal, dando mayor valor a las dietas denominadas plant based: “Platos cuya base sean alimentos que aporten proteína de origen vegetal: de cero a cinco raciones por semana”, continúa el documento.

El descenso

El sector pesquero, tanto el que trabaja en fresco y refrigerado como en congelado, recurre ya a casi cualquier medida ante la constante caída de la demanda tras la reiterada negativa del Gobierno a incluirlos en el listado de productos con rebaja del IVA. La última, promovida por la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), pasa por lanzar un “bono pescadería”, similar a los bonos para incentivar el comercio local. Porque los hogares españoles redujeron un 2,2% sus compras de productos pesqueros en 2023 con respecto al ejercicio anterior, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Fueron 868,3 millones de kilos. El consumo por persona bajó más, el 3,3%, hasta los 18,56 kilos, y acumula un desplome del 30% en los últimos diez años.

Doce veces "no" a la rebaja del IVA

Kiwi Minipris es una cadena noruega de supermercados que cuenta con más de 700 establecimientos en el país. El pasado verano puso en marcha una campaña agresiva para promover las ventas de pescado: absorbería el IVA contra sus márgenes –en Noruega es del 11,1% para la pesca– y en favor de sus clientes. Enseguida se sumaron dos compañías de distribución minorista más, REMA 100 y Coop Extra, que cosecharon una “bonanza” en las ventas; éstas aumentaron en torno a un 25%, en comparación con el mismo periodo –de mediados de agosto al 1 de octubre– del año anterior. El impacto de esta medida fiscal, aunque promovida por empresas privadas, no se produciría en España, según estima el Gobierno. “Conozco la reivindicación de algunos representantes del sector, que han planteado esta reducción, pero a mí me parece que no modificaría las tendencias de consumo del pescado”, apuntó el ministro de Pesca, Luis Planas, en una entrevista con este periódico.

En lo que va de año se han formulado por escrito una docena de preguntas al Ejecutivo central, a través de Congreso y Senado, preguntando por qué no se aplica una rebaja del IVA al pescado que sí se aprobó para el aceite o la pasta. Ninguna de esas iniciativas ha recibido una respuesta concreta.

El Gobierno ha respondido en todas ellas que “ha adoptado múltiples medidas de reducción de impuestos en materia energética y en relación con los alimentos de primera necesidad”, sin aclarar el por qué de la exclusión de la proteína marina. “El Gobierno mantiene una política fiscal que consiste en aliviar las cargas tributarias de quienes menos ganan al tiempo que pide un mayor esfuerzo a los grandes patrimonios y las multinacionales”, repite en cada consulta.