COMUNIDAD DE MADRID

El Gobierno de Ayuso se plantea por primera vez no reabrir la línea 7B tras 17 años de servicio intermitente y el derribo de 73 viviendas

La Consejería de Transportes sacará a información pública en los próximos días cuatro alternativas de trazado para el tramo norte de la ampliación de la Línea 11 de metro

El próximo 4 de julio se publicará un nuevo mapa de autobuses de la región antes de aprobación definitiva. El contrato de adjudicación del servicio superará los 7.000 millones

El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo, en el desayuno informativo de Executive Forum

El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo, en el desayuno informativo de Executive Forum / Executive Forum

Elena Marín

Elena Marín

La Comunidad de Madrid prevé cambiar el mapa del transporte público de la región en la próxima década, tanto el de carreteras como el de Metro. Para el primero presentará la próxima semana su propuesta, con un contrato que superará los 7.000 millones de euros. Para el de Metro, las líneas maestras de su plan estratégico 2024-2030 están ya anunciadas, con ampliaciones en varias líneas y un nuevo trazado que atravesará Madrid en diagonal de norte a sur. Pero también con un posible recorte.

El futuro del tramo final de la Línea 7B de la red de Metro de Madrid pende de un hilo. No es una sorpresa, lleva 17 años dando problemas, desde que se inauguró en 2007, pero hasta ahora nadie en la Comunidad de Madrid se ha atrevido a verbalizar la posibilidad de que la línea no reabra, a pesar de que los equipos técnicos que han trabajado en las labores de consolidación y mejora de la línea lo daban prácticamente por perdido hace ya tiempo. Ahora, por primera vez, la Consejería de Transporte, Infraestructuras y Vivienda abre la puerta a su futuro cierre.

El mensaje ha sido claro. En un encuentro informativo con medios de comunicación, convocado inicialmente para hacer balance del primer año de legislatura, fuentes de la consejería han señalado que una vez que terminen los trabajos de consolidación del terreno y drenaje del túnel en el tramo entre San Fernando y el Hospital del Henares, decidirán si merece la pena seguir invirtiendo en la infraestructura y si la seguridad del servicio puede quedar asegurada.

"Cuando llegue el momento, decidiremos", han explicado desde el departamento de Jorge Rodrigo. Ante la inconcreción de esta respuesta, los medios de comunicación han insistido. Podían haber respondido que la voluntad es abrir, hacer todo lo posible por, o insistir en que la decisión no está tomada, pero a la pregunta expresa la respuesta ha sido rotunda. "No" están en condiciones de asegurar que la línea vaya a volver a abrir.

Casi dos décadas de problemas

Han sido 17 años de servicio intermitente, con dos años cerrada en este tramo desde que se clausuró en agosto de 2022, y una suma de más de mil días cerrada desde que se inauguró. Aunque las consecuencias más duras se han revivido en estos últimos meses, el problema comenzó poco después de su puesta en servicio. Las tuneladoras que trabajaron en la construcción del túnel del Metro facilitaron la entrada de agua en el subsuelo de los alrededores, un terreno que los técnicos califican como "malo" para sostener esta infraestructura.

Aquellas filtraciones provocaron que el suelo se fuera poco a poco hundiendo, y eso afectó a los cimientos de los edificios de la zona y generó grietas en las viviendas. La consecuencia ha sido que en todos estos años se han tenido que derribar algunos de estos edificios afectados, echando abajo hasta 41 viviendas hasta ahora. El viernes pasado, comenzó el derribó de un edificio más, y próximamente caerán otros tres. Suman 32 viviendas. En total, la Línea 7B se llevará por delante 73 hogares en todo este tiempo.

Hace solo dos semanas el Consejo de Gobierno aprobó una inyección de 28,2 millones de euros para la "impermeabilización y consolidación del terreno, reparaciones de la superestructura y el drenaje del túnel". Pero la inversión global realizada como consecuencia de los problemas provocados por esas filtraciones es difícil de calcular porque afecta a varias consejerías y a distintos gobiernos sucesivos. Solo el departamento de Transportes ha gastado 71 millones entre la consolidación de los terrenos, las indemnizaciones y los gastos de alojamiento y mudanza. Estas han sido las "prioridades" del equipo de Rodrigo hasta ahora, insisten en este departamento, y cuando pasen los siete meses de ejecución del último proyecto aprobado por el Gobierno analizarán y decidirán el futuro de la línea.

Aunque la línea finalmente no abra, está por ver si puede haber más daños futuros en las viviendas aledañas que puedan ser aún consecuencia de la fragilidad del terreno, dado que, al menos de momento, no está garantizado que las filtraciones provocadas por la obra del túnel no ocasiones más alteraciones en el suelo. El problema del agua, explicaba un ingeniero que conoce bien la complejidad de este tipo de problemas, es que siempre encuentra la manera de moverse y colarse por los huecos.

Lo que sí ha mejorado es la colaboración entre Consejería y Ayuntamiento. Las tensiones de la legislatura pasada se han convertido ahora en una relación más fluida, según confirman tanto en el departamento de Rodrigo como en el Ayuntamiento de San Fernando de Henares.

La Consejería también ha informado de que este próximo verano comenzarán las obras en el tramo anterior de la línea, entre San Fernando y el Estadio Metropolitano. Serán 9 meses de trabajos para el mantenimiento y conservación, lo que conllevará el cierre de este tramo durante cerca de 7 meses, aunque en la consejería no confirman cuándo será su próxima reapertura.

Ampliaciones de Metro

Mejor suerte correrá la línea 11 de Metro si no siguen surgiendo inconvenientes que continúen paralizando la obra. Hay un único tramo en servicio en la zona sur, entre Plaza Elíptica y La Fortuna. La ampliación hacia el sur llegará hasta Cuatro Vientos, y desde Plaza Elíptica hasta Valdebebas cruzando la capital. El tramo central, el único ya en construcción, sigue paralizado tras las polémicas por la tala de árboles y el consecuente cambio de trazado. Pero en los próximos días saldrán a información pública hasta cuatro posibles trazados alternativos para el tramo norte de la línea, que irá desde Mar de Cristal hasta Valdebebas Norte.

La licitación de la ampliación de la Línea 5 también se prevé en los próximos días y la primera inauguración en años se producirá antes de las navidades en la ampliación de la Línea 3, según han reiterado su compromiso en la consejería.

Nuevo mapa de autobuses

En cuanto al transporte por carretera, la Comunidad de Madrid prepara un rediseño de la red de autobuses urbanos e interurbanos de la región que afecta a las 463 líneas actuales. El Consorcio Regional de Transportes lleva trabajando en este proyecto toda la legislatura pasada y la idea es presentar el mapa el próximo 4 de julio, aunque reconocen que podría sufrir cambios tras estudiar las alegaciones. Se estima que el presupuesto de esta concesión supere los 7.000 millones de euros. Se hará, como el anterior, a diez años con posibilidad de ampliar a otros cinco.

El contrato tiene pendiente a las 22 compañías de transporte que gestionan las 36 concesiones actuales. Aunque en la consejería no han querido detallarlo a la espera de que el mapa orientativo se conozca la próxima semana, la idea es que se incrementen las líneas, algunas conexiones cambien de recorrido y otras puedan incluso desaparecer. Todo en respuesta a la demanda provocada por el incremento poblacional y los nuevos desarrollos urbanísticos de vivienda y complejos empresariales. La idea es que el transporte sea también más eficaz con líneas que conecten municipios sin pasar por Madrid.

La licitación está prevista para este 2024, pero eso significa que no llegará la adjudicación para el 31 de diciembre de 2024, fecha en la que vence la concesión actual, por lo que tendrá que ser prorrogada a pesar de haber superado los 15 años.