La 40 edición de los Veranos de la Villa arranca este martes en Madrid con un homenaje a Nino Bravo

Fue en 1985. Era alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván y el Consistorio pensó que se podía organizar una programación cultural de altura para aquellos madrileños que se quedaran en la ciudad durante el verano. Entre otras actuaciones, se programó una representación de Otelo, la ópera de Verdi, con Plácido Domingo ante 40.000 espectadores en el estadio Vicente Calderón. Desde entonces, el festival de los Veranos de la Villa se ha celebrado todos los estíos, incluido el de 2020, sacudido por la pandemia. Este martes, precisamente en el Parque Tierno Galván, echa a andar su 40 edición con un concierto gratuito de homenaje a Nino Bravo.

Durante dos horas a partir de las diez y media, el auditorio del parque del distrito de Arganzuela acogerá el repertorio de Nino Bravo Sinfónico, montaje en el que la Orquesta y Coro de Radiotelevisión Española, bajo la dirección de Raúl Benavent, y el cantante Serafín Zubiri recordarán la figura del intérprete de canciones como Libre, Noelia o Un beso y una flor con la colaboración también de David Pastor Band. Será el arranque del festival este año, último de los cinco con Ángel Murcia al frente de la organización y la programación.

Hasta el 25 de agosto, se celebrarán un total de 74 representaciones artísticas entre un total de más de 270 actividades en 17 espacios diferentes. La propuesta se extiende por ocho de los 21 distritos de la capital, pero será el Patio Central del Conde el habitual epicentro con algunas de las principales citas. Allí será donde, durante tres días, entre el 18 y el 21 de julio, la Compañía Nacional de Danza representará cuatro piezas de su repertorio: Remansos, Sinatra Suite, Tschaikovsky Pas de Deux y Passengers Within, esta última una coreografía de su actual director, Joaquín de Luz, sobre música de Philip Glass.

El primer concierto de Metallica en España: un potente derroche de energía que vino precedido de una gran tragedia

También en Conde Duque, del 25 al 27 de julio, el Teatro de la Zarzuela pondrá en pie Zarzuela en danza, espectáculo descrito como "viaje onírico al corazón de la zarzuela" creado y dirigido por Nuria Castejón con dramaturgia de Álvaro Tato y dirección musical de José Antonio Irastorza. Un día, después, el 28 de julio, Carla Bruni, en formato acústico acompañada por tres músicos protagonizará uno de los conciertos más esperados de esta edición. En el antiguo cuartel de la guardia de corps de Felipe V también se presentarán el cantautor Andrés Suárez, el 6 de agosto, y la soprano Pilar Jurado, que el 7 de agosto repasará algunas de las arias que convirtieron a Maria Callas en la Divina. La voz de la portuguesa Luísa Sobral, precedida de la de su compatriota Maria Reis, llenará el espacio el 9 de agosto, que también acogerá, entre otros, al dúo Camela en la noche del 16 de agosto.

El flamenco también tiene hueco en la programación de los Veranos de la Villa. En Conde Duque actúa el 8 de agosto María Terremoto con el pianista Pedro Ricardo Miño y hasta uno de los espacios más singulares, el Claustro del Pozo del Instituto de Educación Secundaria San Isidro, el más antiguo de Madrid, llevará su propuesta el guitarrista Paco Soto el 21 de agosto. Una semana antes, los días 14 y 15 de agosto, el patio de Conde Duque verá la puesta en escena de Arte, Pasión y Solera, un montaje de la compañía de baile flamenco de Mayumi Kagita e Hiroki Sato que fusiona esta tradición con la del kabuki japonés.

No es casual que así sea. El país oriental es el invitado este año en los Veranos de la Villa. Habrá otras representaciones de danza japonesa y todo un programa de actividades en Serrería Belga que van de exposiciones de kimonos, biombos y abanicos, alguno del siglo XVI, a cuentacuentos, conferencias y talleres sobre aspectos como el manga o los videojuegos.

Teatro, cine y música bajo el agua

La programación incluye asimismo propuestas teatrales. Además del ciclo Palabra dicha y dichosa en colaboración con la Fundación Juan March en su espacio en la calle Castelló, en el Instituto San Isidro se representará sendas versiones de Los enredos de Scapin, de Molière (los días 14 y 15 de agosto) y Los bandos de Verona, de Rojas Zorilla (23 y 24 de agosto). El 18 de agosto, también en el Instituto San Isidro, la formación de música medieval Artefactum y el actor Manuel Galiana, quien, por cierto, se inició en el arte dramático en el aula de teatro del San Isidro, darán forma a El sueño de un rey, sobre la figura de Alfonso X.

Madrid invita a refugiarse de las altas temperaturas en museos, cines, bibliotecas y centros culturales de la capital

Entre el 16 de julio y el 20 de agosto en el Parque de la Bombilla se celebrará cada martes una cita del ciclo conocido como Cine Caliente, en el que personajes como el diseñador Lorenzo Caprile, la humorista drag Samantha Ballentines o el actor Secun de la Rosa comentan la proyección, amenizada musicalmente, de películas como La edad de la inocencia, La cosa más dulce o Mamma Mia! Para la primera de estas sesiones al aire libre, la del martes 16, con la proyección de Crepúsculo junto a los humoristas Lalachus y Bertus, ya no quedan entradas.

Aunque tal vez la más singular de todas las propuestas que plantea este año Veranos de la Villa sea la que tendrá lugar los días 8 y 9 de agosto, con cuatro pases cada uno de ellos, en la piscina cubierta del Centro Deportivo Municipal Casa de Campo. El proyecto Sonidos Líquidos (Wet Sounds) transforma piscinas y espacios acuáticos en lugares de escucha únicos mediante un equipo de sonido subacuático. La música que se escucha bajo el agua es distinta que la que se escucha en la superficie, de manera que el oyente puede moverse, flotar y sumergirse para crear su propia composición. Entre las recomendaciones que dan los organizadores, llevar gafas y tubo de buceo.

Clausurará este año los Veranos de la Villa el domingo 25 de agosto la coreógrafa Sol Picó, que celebra 30 años de la creación de su compañía. Lo hace con Carrer 024, un espectáculo de gran formato que desplegará en Matadero Madrid. Para cuando termine, pasadas las diez de la noche, habrá concluido la edición 40 del festival madrileño. Pero dejemos primero que empiece, este martes, con el homenaje a Nino Bravo.